Capítulo 10: Enfrentamiento

749 84 27
                                    

Sasuke abrió sus ojos con dificultad. Desde su lugar, podía ver las esponjosas nubes grises que cubrían el cielo.

Giró su vista a un lado, notando a Menma dormido sobre su pecho. La ventana de la habitación seguía abierta y la temperatura había bajado a lo largo de la noche.
Soltó un suspiro resignado, sin querer alejarse de la calidez que el cuerpo de su esposo le brindaba.

Besó la frente del menor y lo giró hacia un lado para poder levantarse. Sus ojos viajaron con rapidez hacia la marca que cubría el bíceps del contrario.

"—Se que voy a romper tu confianza, Men, pero si no le cuento a Naruto, él me romperá los huesos."—Pensó el azabache.

Salió de su habitación y se dirigió hacia la oficina de su padre, sabiendo que lo encontraría en el lugar.

Ya había hablado con su padre múltiples veces y aún así, el mayor parecía importarle poco y nada las amenazas que le hicieran.
Al carajo, tenía que hacerle entender que a su esposo lo debía respetar de una u otra forma.

—¿Se puede saber por qué demonios entras a mi oficina de esa manera? —Fugaku apretó el ceño al verlo caminar hacia él.

Sasuke tomó el cuello de la camiseta de su padre y tiró de él hasta que el rostro del mayor golpeó el escritorio con fuerza.
Fugaku apretaba sus puños con ira y su rostro se contraía con dolor. El pincel que estaba utilizando para firmar los documentos que tenía sobre su escritorio, se estaba enterrando en su mejilla.

—Te diré esto una vez y espero que me escuches con atención.—Sasuke se había acercado a su oído para susurrar— No quiero volver a ver una puta marca más en el cuerpo de mi esposo ¿Entendido? —Jaló del mayor y lo tiró contra su asiento, ejerciendo presión sobre su agarre— Te pedí que lo respetes tanto a él como a su hermano y no solo no lo haces, sino que ahora tiene un desagradable moretón en su brazo. ¿Me explicarás como se lo hiciste? 

El patriarca tomó las manos de su hijo y lo alejó de un empujón.
Comenzó a toser, sintiendo el cosquilleo en su garganta al querer buscar aire con rapidez.

—¿¡Quién carajos te crees que eres para hacer esto!? —Gritó la pregunta con molestia. Itachi y Mikoto aparecieron en la puerta, observando con sorpresa la situación— Soy tu maldito padre y el líder del clan, que no se te olvide eso la próxima que quieras venir a enfrentarme. Debes conocer tus límites.

La matriarca se intentó acercar a ambos, sin embargo, se vio detenida por su hijo mayor, quien la tomó de su brazo para que no continuara su avance.

—¿Tú crees que me intimidas? —Preguntó con una sonrisa de lado.— Sabes la situación en la que estamos metidos y todo ha sido por tu maldita culpa ¿O has olvidado quién fue el responsable de crear el plan para realizar el golpe de estado? —Fugaku golpeó su escritorio con su puño— Tuvimos suerte de que Menma no hubiera hecho nada para impedir nuestro casamiento porque sabes que de lo contrario, todo el clan hubiera dejado de existir desde hace tiempo. No te quiero ver cerca de él, te lo advierto, Fugaku. Tú eres mi padre, pero él es mi esposo.

El azabache salió de la oficina a paso rápido. Sabía que no solo iba a tener que escuchar a su padre, sino que su madre iba a tirarse encima de él también.
Aquel ceño fruncido con el que lo vio, le había dejado claro lo furiosa y disgustada que se encontraba ante la situación.

Ingresó a la cocina en busca de agua. No estaba seguro de si aquello lo tranquilizaría, pero sentía la necesidad de distraerse para no encerrarse en su cuarto y mostrarle a su marido, aquella desagradable personalidad que había florecido en él.

Sintió una mano presionar su hombro con suavidad, provocando que girara su cabeza, encontrándose a su hermano con un semblante preocupado.

—Tranquilízate ahora.—Pidió con voz suave. Los ojos del menor giraban peligrosos en un Mangekyo.— ¿Qué fue lo que sucedió para que fueras en contra de nuestro padre? 

Yo te protejo (ItaNaru-SasuMen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora