Homosexualidad

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¿Así que nos sacamos las máscaras, no,
y mantenemos la boca cerrada?

¡como si nos hubiera penetrado una mirada!

El canto de una vieja arpía
no tiene más criterio
que los vapores
que el alma libera
cuando uno enferma.

Así que me envuelvo con sombras como con una manta
y arrugo los ojos como en el instante más exquisito
de una ópera muy larga,
¡y entonces nos vamos!
sin reproches ni esperanzas
de que nuestros pies delicados
toquen la tierra otra vez,
y mucho menos
"muy pronto".

Es la ley de mi propia voz lo que investigaré.

Comienzo como el hielo,
mi dedo en mi oreja,
mi oreja en mi corazón,
ese orgulloso perro mestizo en la basura bajo la lluvia.

Admirarse a uno mismo
con total franqueza
es maravilloso,
enumerando los méritos
de cada letrina.

La de la calle 14 es borracha
y crédula,
la de la 53 trata de temblar
pero descansa mucho.

Los buenos aman los parques
y los ineptos las estaciones de tren
y están los divinos que
atraviesan la sombra de una creciente cabeza abisinia
de arriba a abajo
en el polvo,
arrastran sus tacos elegantes
de aire caliente
y gritan para confundir a los valientes.

"Es un día de verano,
y deseo ser deseado más que nada en el mundo".

Frank O'HaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora