RETO DE ESCRITURA (SAM & NOË)

2 (SEGUNDA SEMANA)

Semana 2 -
"Hoy la temperatura es muy agradable, hace un tiempo bastante bueno, ¿no crees?"

—Hoy la temperatura es muy agradable, hace un clima bastante bueno, ¿no crees? —preguntó Pau disimulando y mirando hacia el cielo como si ahora eso fuese lo más interesante del mundo. Me habría reído de ser otro momento.

Pau era un poco tonto en general, no paraba de hacer comentarios graciosos y fuera de lugar. Pero, en ese momento incómodo, fue aún más... ridículo de lo normal.
Júlia había confesado sus sentimientos hacia mí y yo no sabía que contestar, de hecho seguía en silencio intentando reaccionar.

—¿Ona? ¿Estás bien? Yo pensaba que tú...

Ella pensaba. Pensaba demasiado. ¿Por qué tenía que pensar? ¡No haber pensado!

—¿No éramos mejores amigas? —pregunté tratando de no sonar histérica o molesta. ¿Qué mierda hice yo que malinterpretase todo?

Empecé a retroceder en nuestra amistad mentalmente. Todo parecía normal, ¿no? ¿Cuándo se confundió?

—Te quiero más que a mí misma. No podría vivir sin ti, Júlia —dije sonriendo feliz.

—¿Sabes que eres increíble? Joder, t'estimo tant —la felicité tras su recital de poesía dándole besos por todo su rostro.

—Estoy orgullosa de tenerte. No sabes cuan feliz me haces.

Todo era normal entre las dos... las amigas dicen esas cosas.

—Ona te quiero. Más de lo que tú te crees, de una forma en la que nunca podrías siquiera pensar.
—Yo también, te quiero de la misma manera, estoy segura. —respondí yo.

A lo mejor no, no era normal. Quizás... quizás esto había sido culpa mía por ser demasiado cariñosa.

—Júlia... —empecé despacio.

Cómo decirle que no sentía lo mismo sin romperla por dentro. Cómo mantener lo que éramos tras romperle en pedazos. Cómo evitar que rompiera a llorar sabiendo que era sensible y débil.

—Júlia yo... quizás dije algo que...

—¿Me lo he inventado todo yo sola en mi cabeza? —dijo con los ojos cristalizados.

—No... o sea sí? N-no sé que decirte. ¿Soy hetero sabes? Siempre lo he sido.

—Pero pensaba...

Siempre pensando, malditos pensamientos.

Había olvidado la presencia de Pau. El pobre chaval iba mirando a todos lados como si tratase de desaparecer de la faz de la tierra. Había sido el peor momento para vernos los tres juntos, pero seguro que era una señal del universo, era entonces o nunca.

—Pau...

—¿Pau? —preguntó ella empezando a estresarse.

—Pau y yo llevamos saliendo 1 mes. No te lo dije porque hacía mucho que no nos veíamos y prefería que fuese en persona. Pretendía contarte el chisme y...

Ella salió corriendo. No me dejó siquiera terminar y aunque quería ser ante todo su mejor amiga... era mi culpa y no podía ayudarla. Yo había provocado el desastre esta vez.

Pau me abrazó y empezó a acariciar mi pelo.
No fue hasta que limpió mi rostro que me di cuenta de que había empezado a llorar.

Maldito amor. Maldita amistad. Maldita yo.