Capítulo 4: ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Quíen?

7 1 0
                                    

PAUL

Mi vida no siempre fue como lo es ahora...

Hace 28 años

—Richard, no puedes irte y simplemente dejarme con Paul, es tú hijo—

—Ese niño no es mío Rebecca, simplemente míralo, no se parece ni a mi ni a ti, apuesto a que te fuiste de zorra como lo hacías antes y ahora quieres meterme a ese niño como hijo mío, pues no caeré Rebecca, no soy tan imbécil como crees, dejaré de responder por él y ni trates de demandarme, porque estoy seguro que saldrás perdiendo como la inútil que eres, hasta nunca Rebecca— Al salir azotó la puerta con bastante fuerza, mi madre quedó atónita luego de lo que le dijo mi padre, las lágrimas inundaron sus mejillas, yo tenía 4 años, faltaba poco para mi quinto cumpleaños, fue un golpe muy duro para mi ver partir al padre que me había críado esos pocos años, mi madre se giró hacía mi y comenzó a golpearme estando arrodillada en el suelo. 

—¡TODO ESTO ES TU CULPA!— Dejó de golpearme —Si no hubieras nacido el nunca se habría ido, eres una desgracia para mi, te odio Paul, te odio— Se levanto y se fue a su cuarto, yo no entendía porque me culpaba de eso, ella no salió hasta el día siguiente en la mañana, no me dirigió la palabra, tampoco me dió de comer, tuve que ir a preparar mi propio desayuno, en la tarde se fue sin decir nada, me dejo encerrado y sin comida, tuve que buscar por toda la casa hasta que encontré un pedazo de pan, estaba viejo y duro, pero no tenía nada más, en la noche llego mi madre con un tipo que nunca había visto antes y un olor un tanto extraño para mi ya que era la primera vez que lo sentía, ella me empujo hasta mi cuarto y me dejo bajo llave, toda la noche estuve escuchando lo que aparentemente parecían gritos de dolor, quería salir para defender a mi madre, pero no podía, a la mañana siguiente la vi bastante feliz y no me dejo sin comida en todo el día. Esa fue la rutina de mi madre durante 10 años, cada dos días traía hombres diferentes a la casa y llegaba borracha, eso lo entendí cuando cumplí 10 años. 

Cuando cumplí 15 años, mi padre volvió, yo estaba bastante feliz, pensé que volvía para sacarme del infierno que había sido mi vida en esos años, pero no fue así, llegó para ponerle una orden de restricción a mi madre, ya que en los últimos meses lo había estado acosando. 

Cuando cumplí la mayoría de edad, demandé a mi padre, como tenía su apellido fue más facíl de lo que pensé, la prueba de ADN, salió 99,73% compatible, lo que significa que verdaderamente es mi padre, cuando todo el proceso terminó tuvimos la oportunidad de hablar, el estaba bastante arrepentido de no haber creído que yo en verdad era su hijo, lo perdoné, no fue su culpa sino de mi madre, en ningún año escolar pude tener novia, porque tenía miedo, no confiaba en ninguna mujer que se me acercara, mi madre quería que yo volviera con ella, pero me negué, me negué todas las veces que me lo propuso, un día preguntó "¿Por qué?", no pensé antes de hablar y... Exploté. 

—¡¡¿POR QUÉ?!! ¡¡¿ESTÁS PREGUNTANDO POR QUÉ?!! ¡¡PUES TE LO DIRÉ, NO QUIERO VOLVER CONTIGO PORQUE ERES UNA PERRA PROSTITUTA QUE SE ACUESTA CON EL PRIMER HOMBRE QUE LE HABLA, QUE LOS TRAE A CASA AUNQUE TENGA UN HIJO PEQUEÑO, PORQUE CUANDO NO CONSEGUIA NINGÚN TIPO LLEGABA A CASA A GOLPEAR A SU HIJO QUE SIEMPRE LA ESPERABA CON ANSIAS, PORQUE TE IBAS POR HORAS DEJANDOME SIN COMER, PORQUE ERES UNA MIERDA DE MADRE Y DE PERSONA, PORQUE ERES UNA ZORRA REBECCA, POR ESO, POR ESO TE ODIO, ODIO TODO LO RELACIONADO CONTIGO, ODIO SER TU HIJO!!— La miré, su expresión era vacía y monótona como siempre, se dió la vuelta y antes de irse, se giró y me dijo: 

—Ojalá tu padre me hubiera dejado abortarte— Nunca más la volví a ver, mi padre terminó de pagar mis estudios y me entregó su prestigiosa empresa, antes de morir me dejo todos sus bienes y riquezas, gracias a él ahora soy lo que soy, soy feliz con lo que hago, tengo el dinero que muchas personas quisieran tener y soy bastante apuesto, deseado y codiciado por muchas mujeres, pero ninguna me interesa... O eso diría hasta que la conocí a ella, Alice Johnson, 4 años menor que yo, soltera y responsable de un adorable niño, nunca la ví con interés hacía mí o mi dinero, ella era lo que yo siempre busqué, responsable, amorosa y dedicada, la perfección en una bella y joven mujer, la convertí en mi secretaria, para saber mas sobre ella y su vida, pero en el trabajo muy poco se habla de lo personal, hace poco vino un tipo muy peligroso, él pagó el asesinato de uno de los socios de mi padre, por eso tenía miedo de que le hiciera algo a ella, o incluso a mi, aumente la seguridad en la mansión, en la empresa y en la escuela de Daniel, nadie desconocido entra en la empresa ni se acerca a la mansión, ni le habla a Daniel, todos estamos seguros, pero... Me descuidé y ahora podría perderla, no puedo dejar que eso pase, necesito encontrarla, debo encontrarla. 

Sin perdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora