—Jefe... Yo... No sé porqué quiere hacer esto, entiendo que me quiera proteger, pero créame, esto sería demasiado raro, todo el mundo comenzara a hacerse rumores sobre nosotros.— Comencé a imaginarme las caras de todos los empleados de la empresa al vernos llegar juntos e irnos juntos, estoy segura que a mi hijo no le molestaría, pero para mi seria demasiado incomodo.
—Alice, créeme que se lo que sucedería, no quiero hacer esto con malas intenciones, solo quiero protegerte, a ti y a tu hijo, Loughty es capaz de hacer cualquier cosa con tal de tener lo que quiere, por favor Alice, piénsalo, no puede pasar de mañana tu decisión. — Mi jefe se levanta de su silla y al pasar por mi lado da unas palmaditas a mi hombro, cosa que hace que me sobresalte un poco, luego el sale de la oficina y sus pasos suenan mucho más suaves que los del señor Loughty.
Vuelvo a la realidad luego de unos minutos, veo la hora en mi reloj 2: 00p.m, tengo que recoger a David de las clases de futbol, tomo mi chaqueta y mi bolsa, y bajo por el ascensor al estacionamiento, saco las llaves de mi auto y lo enciendo, abro la puerta y entro al auto tan rápido como puedo, cierro la puerta y arranco, voy a la velocidad permitida, la escuela de mi hijo no queda tan lejos de la empresa, conduzco unos minutos más y llego, mi hijo estaba esperándome con una gran sonrisa, desciendo del auto y el salta para abrazarme
—Hola mamá, no sabes lo mucho que te extrañe hoy.— El me abraza con toda la fuerza que su cuerpo de 10 años se lo permite y yo hago lo mismo. Luego comienzo a besar su lindo y sonrojado rostro para luego levantarme y abrir la puerta trasera del carro.
—¿Como te fue hoy cielo? ¿Todo bien en la escuela?— Al ver que mi hijo se abrochó el cinturón, cierro la puerta y me subo al carro acomodando los espejos y mi cinturón luego cierro la puerta y arranco, mi hijo me esta contando todas las cosas que hizo en la escuela y en el entrenamiento, luego lo interrumpo y le digo. —¿Quieres ir por un helado? ¿O prefieres comer hamburguesa?
—Quiero hamburguesa mamá, hace mucho no comemos hamburguesa— veo sus grandes ojos verdes mirándome con una hermosa sonrisa y conduzco a su restaurante favorito, estaciono el auto y me bajo viendo como el lo hace también, entramos y tomamos asiento, nos trajeron la carta y mi hijo veia todos los platillos que habían mientras sus ojos brillaban.
—Bien hijo, pide lo que tu quieras, a mi puedes traerme una porcion de pizza de champiñones por favor— esperaba que mi hijo decidiera, luego de unos minutos le dijo al mesero lo que queria, mi hijo me miraba con gran felicidad en sus ojos, asi que comencé a hablar. —Hijo adivina que me dijo tu amigo Paul hoy
—¿Que dijo mamá?— hizo una linda expresión de curiosidad, solté una pequeña risa y luego lo miré —Dijo que quería que pasáramos unos días con el en su casa ¿Te gustaría eso cielo?
—¡¡SI MAMÁ!! Claro que sí me gustaría, así el y yo podríamos jugar como lo hacemos siempre — Soltó una gran carcajada la cuál me hizo reír a mi tambien, estaba decidido, aceptaría ir con Paul, pero con demasiadas condiciones claro esta.
— Mira hijo ya viene la comida, sientate bien y agradece cuando te la den.— Sonrío y acaricio las bellas mejillas de mi hijo.
—Gracias, y gracias a ti mami por comprarla.— Comienza a comer con felicidad, me siento satisfecha al saber que hasta el momento no he hecho nada mal con mi pequeño rayo de luz, él es muy feliz con la vida que lleva ahora, y espero siempre sea así, siempre, igual que el comienzo a comer con una sonrisa en la cara, saqué mi teléfono para avisarle a mi jefe que aceptaré su propuesta, comencé a escribir el mensaje y lo envíe, guarde mi telefono y segui comiendo con mi hijo, al terminar pagué y nos fuimos a casa, empacamos algunas cosas, mas que nada ropa y los uniformes y utiles de mi pequeño, luego sonó mi teléfono, era mi jefe que me decía que mañana en la tarde nos iríamos a su casa, me parecía lo mejor ya que en el trabajo podria hablar con el sobre las condiciones que tenia que cumplir para yo aceptar por completo, me despedí de mi hijo en su cuarto y me fui al mío, me acosté y me dormí.
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Sin perdón
Misterio / SuspensoEl deseo de venganza es un sentimiento humano, y Alice va a probar ese delicioso platillo frío luego de la tragedia que se cruzó en su camino y destruyó su vida por completo, tomara la justica por mano propia y hará que todos y cada uno de los que l...