Valor

122 14 33
                                    

En un mundo con tierras esculpidas por ríos de sangre y hermosos terrores, los cuales se escabullen entre los escasos rayos de sol. Cada quien sobrevive como puede y los pocos que lo hacen, por desgracia... Son felices.


Año 496 después del Elder War.

Una carreta se detuvo en un camino, de la misma bajó un chico de aproximadamente 12 años. Sus cabellos parados y negros se mecían con las suaves brisas que eran comunes en esas montañas. Sus ojos, con una cicatriz negra en forma de rasguño en su ojo derecho, miraban con expectación y picardía la magnífica vista que se podía observar en la cima de esa montaña.

El chico tronó su cuello y se giró hacia el conductor de la carreta, de su boca no solo salía un colmillo del lado derecho, sino una voz pícara -¿Qué le debo?.

El conductor acomodó su sombrero y rebuznó -Tranquilo, tenía pensado pasar por aquí de todas formas -tomó las riendas con un fuerte agarre antes de soltar unas últimas palabras -Ten cuidado, niño, que seas mayor de edad no quiere decir que estarás bien solo -sacudió las riendas y el corcel emprendió camino.

Un cartel al lado del camino indicaba que más adelante estaba la "Embajada de Caza". Siguiendo el camino, el chico caminaba con paso decidido, su mirada penetrante y su presencia minúscula en la inmensidad de las montañas, adentrándose cada vez más cerca del imponente edificio de marfil, que se extendía metros y metros desde la base hasta la sima de la montaña.

Su estruendosa voz se hizo notar -¡Demonios al fin llegué! -sus palabras se detuvieron un segundo y reflexionó en voz baja -al fin llegué... Bucht, ya estoy aquí -su voz entrecortada por las lágrimas de felicidad a duras penas era entendible -Me haré rico y conseguiré la casa que siempre quisimos -decía el chico con una gran sonrisa y una mirada pícara, mientras observaba el edificio unos pasos pesados y repetitivos se acercaban.

Una chica de cabello verde pasa corriendo con todo lo que sus pies les permitía -se hace tarde no llego.

Sus ojos estaban tan sentrados en el camino que no fue capaz de ver al chico con el cual terminó topándose a extrema velocidad, el tremendo golpe tiró al suelo a ambos cayendo a pocos metros el uno del otro.

Rápidamente la chica se levantó y siguió su camino tan rápido como pudo -perdona -vociferando se alejaba, es suceso fué tan repentino y rápido que ver su cara fué imposible.

Este incidente le recordó al chico que debía apurarse y entrar al edificio, así que se incorporó y prosiguió con su andar seguro.

Nuestro chico resien había entrado al sitio, por dentro de veía como un edificio de estilo moderno, con techos altos y un ambiente vibrante. La recepción estaba decorada con elegantes muebles de diseño y una gran pared de vidrio que dejaba entrar la luz del sol al igual que dejar ver las montañas de al rededor, creando un ambiente acogedor.

Mientras el chico se acercaba a la recepción, notó a la recepcionista. Era una mujer amable y sonriente, con un uniforme profesional. Su cabello rubio estaba perfectamente peinado y sus gafas añadían un toque intelectual a su apariencia.

La recepcionista levantó la vista y sonrió al chico. -¡Bienvenido! ¿En qué puedo ayudarte hoy?... Adivino, la prueba.

El chico se sintió reconfortado por su amabilidad y respondió: -si estoy aquí para hacer la prueba de ingreso. ¿Qué debo hacer?.

La recepcionista le entregó un formulario y le explicó el proceso paso a paso. Mientras el chico llenaba el formulario, miró a su alrededor y notó a otros aspirantes sentados en elegantes sillones, con expresiones de nerviosismo en sus rostros. Parecían estar repasando notas y ensayando respuestas en voz baja.

Como el chico terminó de llenar el formulario, la recepcionista revisó sus respuestas y le asignó un compañero de prueba. -Te asignaré con Allen. El ya está esperando en la Sala 3 -le informó.

El chico agradeció a la recepcionista y se dirigió hacia la Sala 3. Mientras sus pasos resonaban por los pasillos pasó algo que en primera instancia lo asustó, pero comprendió al instante de que se trataba. Unas bocinas en el techo de cada sala proyectaron la voz de una mujer

-hola a todos los nuevos aspirantes, soy Kurona la líder del cuerpo de caza, ¡BIENVENIDOS A "LA PRUEBA DEL CAZADOR"!, los que aprueben podrán optar por entrar al cuerpo o el gremio de cazadores....en fin..pasando con la prueba se les darán tres jeringas una con cianuro una con un líquido no mortal y una con un sedante, el objetivo será inyectarse con el sedante, los que aún no tienen compañero busquenle antes de la prueba , recuerden que un cazador debe anteponerse al miedo y ser apto para la situación por difícil que sea, suerte a todos nesesito cazadores fuertes y tengo confianza en esta generación-

Finalmente llegó a la sala donde estaban 7 chicos, un grupo de 4 y uno de 3. -Hola, supongo que uno de ustedes tres es mi compañero -dijo el chico.

Uno de los jóvenes, con cabello azul y una mirada amable, se levantó rápidamente del suelo y se acercó a él. -Sí, soy yo. Soy Allen, un gusto conocerte -respondió.

El chico notó que Allen irradiaba una aura agradable y lo miró a su alrededor. Vio a la chica de antes parada hablando con una joven de cabello blanco y una sonrrisa agradable.

Allen percatándose de la mirada curiosa de su nuevo compañero. señaló a las chicas y dijo -Oh, ellas dos. La de cabello blanco es mi novia, Lina, y la otra es Hikari. La conocimos hoy, ella es la compañera de Lina.

Las palabras de Allen sorprendieron al chico, el cual estaba prácticamente exhorto en sus pensamientos, obligándolo a volver en sí -Perdón por la distracción, soy Kayro, un gusto Allen, un gusto chicas -respondió de la forma más amable que encontró

Lina asintió con la cabeza y sus ojos rojos escarlata resplandecían de manera agradable, nó, no era agradable era más que eso, por alguna rara razón al chico le recordó a su madre, la coloración de sus ojos demostraban que era albina.

Hikari se acercó a Kayro y dijo, -Disculpa por antes -Su rostro finalmente fue visible y mostraba unos hermosos y relucientes ojos verdes como la zephira. Al igual que Kayro, Hikari tenía un pequeño colmillo que sobresalía del lado derecho de su boca.

-no importa da tod...

Antes de que pudieran continuar, Allen intervino con una notoria preocupación. -Lo siento por interrumpir, pero todavía tenemos que completar la prueba.

Estás palabras pusieron en alerta a todo el grupo, las jeringas ya estaban allí sobre un maletín, eran cuatro había uno por cada uno, era de suponer que los otros cuatro tendrían los suyos. Kayro rápidamente tomó las suyas, miró detenidamente las jeringas en sus manos, estuvo observando los tres recipientes, después de casi media hora no encontró diferencia alguna eran idénticas. Sus pensamientos se mezclaron mientras trataba de algo que le ayude, una instrucción, una técnica, una frase. De un segundo a otro por su cabeza pasaron las palabras de la mujer de la bocina "Recuerden que un cazador debe anteponerse al miedo y ser apto para la situación, por difícil que sea", murmuró mentalmente.

-¡La prueba es de valor! -exclamó Kayro repentinamente. -Todas las jeringas tienen el sedante.

Lina mostró desconfianza y respondió, -¿Y si no es así? ¿Y si no todas tienen el sedante?.

Las palabras de Lina hicieron que Kayro dudara por un momento.Sin embargo, rápidamente recuperó la compostura y en cuestión de segundos creó un plan en su cabeza.

-tienes razón, Entonces, cada uno de ustedes debe inyectarse una de mis jeringas y denme una de las suyas. Verán cómo todos pasamos.

Allen murmuró en voz baja mientras miraba al suelo, la situación lo había sobrepasado, estaba acostumbrado a hacerle frente a todo, pero esto era diferente. -¿Y si no todos pasamos?.

Kayro tragó saliva, suspiró profundamente y se decidió, puso su mano sobre el hombro de Allen y con total determinación en sus palabras dijo -entonces... ¡Yo me haré responsable!.

Runic hunters Donde viven las historias. Descúbrelo ahora