Kayro volvía de casa de Misae, según se acercaba a la residencia de su maestro, pudo divisar al mismo con una gran sonrisa en su barba y sus manos en las caderas, estaba esperando a su alumno con una felicidad palpable.
Un estruendoso grito salió de los agrietados labios del hombre -¡Ah, ya estás de vuelta chico! ¡¿Como fue tu día?!.
Los pasos de Kayro lo acercaban cada vez más a la puerta donde se encontraba el mismo recostado.
-me fué muy bien. Estoy listo para empezar con sus lecciones maestro -los ojos del chico se iluminaron esperanzados.
La sonrisa del hombre cambió de alegría a orgullo en cuestión de segundos -sabes hice bien en dejarte quedar -habrió la puerta de la casa e hiso un gesto con su cabeza -vamos entra, hice café.
-¡genial!.
El mastodonte río estruendoso -pareces emocionado chico ¿tan bueno es mi café?.
La pícara mirada del chico se hacía presente -no sé, usted digame.
Entre carcajadas ambos terminaron pasando, el hombre llevó a su alumno no a la sala de estar como la vez anterior, está vez fueron a la cosina, al llegar a la misma se podía ver una cosina típica y poco decorada en un cuarto con ventanas y una larga mesa de madera que se extendía hasta el final de la habitación.
La cara del chico expresó sorpresa por la linda vista -woa, ¿puedo sentarme?.
-adelante, estás en tu casa. Ahora traigo el café -el hombre se dirigía a tomar el café cuando se dio media vuelta -chico me percaté de algo, no me sé tu nombre.
El chico tronó su expresión en ingenuidad -ahora que lo menciona yo tampoco sé el suyo.
El risueño hombre como era de costumbre empezó a carcajeár -soy Hisei Hitetsu -Hisei tendió su mano hacía el chico.
-supongo que somos unos descuidados, soy Kayro hijo de Bruno, Elizabeth y Fergry. Un gusto maestro -el Chicó tomó la áspera y rugosa mano de su maestro con todas sus fuerzas.
mano que al poco tiempo de estar en contacto con la otra, se ablandaron sus callosidades, dejándola milagrosamente suave.
-¿tres padres? Uno debe ser tu padrastro ¿sierto?- dijo Hisei, mientras hablaba caminó hacia el café.
-de echo Fergry y yo somos familia de sangre, aunque no sabría si llamarlo mi padre biológico -la cara de Kayro reflejaba tristeza -Bueno no tengo padres biológicos por así decirlo, ellos tres me criaron hasta los doce -una sonrrisa nerviosa se hizo presente - se siente raro decirlo así teniendo esta edad, volviendo al tema, estuvieron allí los seis años más difíciles de mi vida- su expresión había cambiado a nostalgia -la verdad estoy feliz de que ellos estuvieran allí para mí.
Hisei ya había dejado el café en la mesa y se sentó a tomar el suyo -y ¿donde te críaste?.
Dió un gran sobo al café y proclamó -Tarlegoo.
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Runic hunters
DiversosEn un mundo asolado por la guerra y la incertidumbre, una antigua profecía resurge para cambiar el destino de todos. En el reino de Zuprium, una tierra devastada por el conflicto, los habitantes luchan por proteger su raza y, al mismo tiempo, preser...