Las llamas danzaban en el campanario de Sindrithil, pulzares de cenizas salían por las ventanas y se estampaban en las paredes. Dos figuras observan el revuelo mientras las chispas los ignoraban.
-abuelo, no es peligroso?
-no hay manera de que lo sea, yo tengo el único aliento fatuo capaz de matar a un herrero.
-no me refería a eso.
-entonces?
-la luna -titubeó -mañana será luna nueva.
Su tono se entrecortó -oh, eso, está bien, dudo que esa cosa intente escapar.
Shiro miró al suelo preocupada -que pasa si intenta salir?
-yo moriré, y el mundo verá el renacer de un herrero monstruoso, ese aliento no lo deja cualquiera.
-que tan monstruoso abuelo?
El viejo suspiró -Lo suficiente como para darme miedo a mí.
Las llamas empezaron a desaparecer, revelando un cuerpo inerte y chamuscado en el suelo, el chico aún respiraba, pero su cuerpo estaba carbonizado, su boca se movió ligeramente.
Una voz gutural -Thoralim, Thoralim el fraguador adamante, yo reclamo a este portador como mío, y recuerda bien Hisei, que no se repita lo de la última vez.
El carbón del cuerpo se desplazó hasta el hombro y se volvió líquido, se tornó en tinta, tinta la cual entró por los poros dejando un tatuaje negro en el muchacho, el cual ya estaba recuperando la consciencia.
-maestro, Kanoro le manda saludos y dice que ahora mismo está muy ocupado en algo más importante que su sueño de niño -el joven toció un poco -tambien me dijo que me encargaba a Thom.
Hisei dió un paso hacia adelante -de verdad te habló?
-eso parece, es la primera vez que hablo así con un difunto, es raro para mí hablar con alguien que esté hecho de... Flamas?
-has hablado antes con difuntos? Y si es así ¿cómo?
-simplemente pasa, tienden a rechazar ser vistos por la gente vinculada a ellos, curioso cuanto menos. Uno pensaría que un Casiano sabría del tema, después de todo la primavera nació en caza.
Hisei relamió sus labios -el otoño lo hizo a las afueras de Nuevo Camelot.
-Detroya, además, cual es él punto de llamarlo "nuevo" si ya van como setenta Camelots además del original.
-exagerado, multiplicaste por dies. Ahora levantate, va a ocurrir un amanecer azul azabache, quiero que lo veas, partiremos de vuelta cuando este termine.
El joven se levantó de un salto y exclamó -Oki Doki, jefe. -empezó a caminar pero se detuvo -hey, maestro, quería pedir disculpas si he sido muy impertinente hoy, entenderá que ha sido mucha información y reacciono mal bajo presión.
Hisei golpeó su espalda suavemente, sin embargo suavemente para él era un puñetazo de un hombre promedio, aún así sonrió y dijo -niño no te disculpes, está bien, y me diste un recado de mi hijo que nunca hubiera podido escuchar si no fuera por tí.
-lo dijo bastante más feo de lo que lo hice sonar.
Hisei soltó una risa fingida -Soy un hombre excelente, y un padre no tan bueno.
Shiro gritó desde el balcón -Ya va a salir, dense prisa.
Poco a poco el cielo se tornó blanco y líneas naranjas empezaron a serpentear por los aires, el campanario resonó en los mismos colores, y el mar de espeso añil empezó a enrollarse alrededor de la torre.
El joven del colmillo no apartó la vista del lugar -pensé que el amanecer azul azabache sería... Azúl y negro.
La cara de Shiro se iluminó -estamos en tierra de dioses! Por eso es que los colores cambian, no es el mismo plano existencial.
-cómo así? Estar en otra dimensión hace que se vea diferente?
Shiro colocó su mentón en la barandilla -no creo que sea otra dimensión, según me han dicho eso implica que seamos más que seres "tres dé".
Kayro se cruzó de brazos y replicó -pudiste haber solo dicho "no solo estás mal, encima eres tonto" y hubiera significado lo mismo -el jóven se recargó contra la barandilla -y dime, bardo, que más debería yo saber.
-que si sigues con esa actitud te voy a arrancar el pene -rió un poco -y no estás taaan mal.
Los tres dejaron el campanario poco después, el blanco se tornó en negro, el negro se mezcló con el azúl, de un segundo a otro estaban a la entrada de la villa. Dejaron al bardo en su casa y tanto maestro como alumno prosiguieron rumbo a su casa y hospedaje, el viejo abrió la puerta y encendió la luz, en un pequeño reloj de pared se marcaban las siete ante meridiano, el viejo resopló y se dirigió a la cosina, en el marco de la paró un segundo y se giró.
-ve a dormir chico, mañana tendrás que estar despierto y descansado a la hora que yo quiera... Más bien la hora en la que yo me despierte o recuerde que tengo un alumno.
-antes de eso, quiero saber por qué usted hace todo esto por mí, darme una casa y así, algo no cuadra.
-tu dime por qué aceptaste sin rechistar.
El joven empezó a caminar a su aviación -descanse maestro, si quiere no limpie los platos, ya lo haré yo cuando despierte, gracias por todo.
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Runic hunters
RandomEn un mundo asolado por la guerra y la incertidumbre, una antigua profecía resurge para cambiar el destino de todos. En el reino de Zuprium, una tierra devastada por el conflicto, los habitantes luchan por proteger su raza y, al mismo tiempo, preser...