CAPÍTULO 1

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Hola queridas lectoras, hoy les traigo un minific que empecé a escribir hace ya dos años, y por temor a no ser de nuestra pareja consentida no me atrevía a publicar.

En esta ocasión les compartiré una pequeña historia (universo alterno) de una pareja dispareja, que se me ocurrió y aunque a muchos no les guste este personaje a mí me ha inspirado en más de una ocasión. No sé si han leído algo de ellos antes, la pareja que invadió mi cabeza por varios meses, incluso años, es Eliza y Archie.

Les dejo con mis ocurrencias, gracias por leer.

La historia se basa al principio en el cap. 45: Fiesta blanca para dos, del anime Candy Candy.

LA LLAMA DE TU AMOR

Aquellas vacaciones en Escocia fueron las mejores de mi vida, ilusión, amor pasional y decepción, todo lo viví allí. Ese lugar me hizo hervir la sangre y también apagó esa llama que ardía en mí, como lo haría una avalancha de nieve. Ahí, en Escocia, fue donde me enamoré...

Escocia, 1914

¡Ayuda! ¡Ayúdenmeeee!

Una voz chillona acompañada del chapoteo de agua nos hizo dejar de remar. Era Eliza y Neil, que luchaban por salvar sus patéticas vidas, o al menos eso querían que creyéramos.

-¡Se van a ahogar! ¡Alguien ayúdelos! -gritó Annie

-No lo sé, ¿Qué te parece Stear? -pregunté a mi hermano.

-Tardarán un buen rato en hundirse, casi sería mejor para ellos. ¿Por qué no los dejamos? -alzó una de sus cejas, volviendo su mirada al agua.

-Así es... -respondí y seguí remando.

-No sean tan severos con ellos -replicó Annie

-¿Severos con Eliza? Hierba mala nunca muere, además, sabe nadar perfectamente. Solo se está haciendo la víctima -afirmé y Annie me reprochó con la mirada- ¿Lo ves? quería llamar la atención de ese aristócrata arrogante -dije viendo el exagerado drama de Eliza-. ¡El gran héroe salva a la princesa! -agregué con ironía al ver cómo el engreído hijo del duque robaba la atención de las chicas- Error, salvó a una bruja... - me burlé, Stear se ríe conmigo mientras observamos el teatro que está armando Eliza.

-Terry, ¡me salvaste! -Eliza abrazó al inglés tomándolo por sorpresa.

Él se deshizo de ella como si le ardiera la piel y fijó sus ojos acusadores en mí.

-Realmente es una vergüenza, acaso ninguno de ustedes sabe nadar que tuve que salvarla yo -preguntó Terry, alardeando por su intervención.

-¿Qué dices? -inquirió ofendido Stear

-Stear y yo somos muy buenos nadando -mencioné devolviéndole una mirada de altivez.

-Entonces tuvieron miedo -se burló el infeliz.

Me reí de su ingenuidad, se creía el valiente cuando en realidad fue el títere de mi prima.

-¿Y por qué estás tan seguro de que se estaba ahogando?, para mí estaba flotando -me crucé de brazos y Terry cuestionó a Eliza, en respuesta ella se hizo la digna con nosotros.

-¡Son unos cobardes! -nos gritó enfadada.

Como agradecimiento por rescatarla, Eliza, convenció a la tía abuela para hacer una fiesta en honor a Terrence, a la cual Candy no fue invitada, eso fue algo que no nos agradó, sin embargo, no asistir significaba una reprimenda de la tía Elroy. Al día siguiente nos preparamos para la famosa fiesta blanca hecha para Terry, la tía abuela para quedar bien pidió que prepararan un banquete para el hijo del duque.

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