👑¿Princesa O Emperatriz?👑

XI.

Aome:

Desperté en el escritorio del despacho algo adolorida para luego mirar al frente y ver qué Inuyasha no estaba, supongo que algo surgió.

La gran pila de papeles ahora era reducida a solo tres papeles restantes que terminé de hacer y luego salí para caminar, Eri y Yuka ni idea de dónde estaban pero luego recordé a la joven que rescaté ayer y me dispuse a buscarla.

Kaguya—llamé.

Si Su majestad?—preguntó al hacer una reverencia.

Dónde está la joven que trajeron mis damas?—pregunté.

Está en la habitación a lado a la suya, la llamó?—preguntó.

No puede volver al trabajo—dije y ella asintió haciendo una reverencia.

Llegué a la habitación que dijo Kaguya y toqué, escuchando una leve vocecita.

Pase~.

Entre y la ví vestida y peinada pero aún con miedo.

Hola, ¿Cómo te llamas?—pregunté.

Ayumi—susurro.

¿Tienes más familia aparte de ese hombre?—pregunté después de un largo silencio.

No....—suspire.

Te quedarás aquí y me servirás a mi. Eri y Yuka te prepararán—dije y ella se lanzó a abrazarme.

Gracias!—exclamó.

Le dije a Kaguya que en cuanto viera a Eri y Yuka las mandará a la habitación de Ayumi para que la entrenarán y yo volví a caminar por el jardín solo disfrutando del amanecer.

«Se siente raro ser ahora la Emperatriz cuando antes era un sueño lejano»—pensé.

Traté descansar pero el sueño ya se me había quitado además no vi a Inuyasha por todo el Palacio y tampoco podía salir yo.

Fui a la biblioteca y me puse cómoda para empezar a leer mientras llegaba la hora de la cena.

En otro lado....

En el calabozo del Gran Palacio se encontraba el hombre del desfile de nombre: Takemaru y su soberano.

Ahora, ¿me explicarás por qué trataste de huir?—pregunto.

N-No sabía que esa mujer era la Emperatriz, ¿no sabe lo que se dice de ella?—pregunto con pánico.

¿Que?—serio.

La Emperatriz Aome están noble como una niña pero despiadada como una tirana—contestó.

Si lo sabes por qué hiciste eso?—siguió cuestionando.

Por qué en los pocos evento que se les mostraba al pueblo no lograba ver su rostro—temeroso.

Bueno, no puedo hacer nada la Emperatriz quiso que se te aplicará el castigo y así será—dijo saliendo del lugar.

Ansiaba ir a cenar con su adorable esposa pero la noticia de que ese sujeto deseaba escapar arruinó sus planes.

*El comedor*

Aome:

Tengo mucho sueño! Me había vuelto a quedar dormida en la biblioteca y sudado a horrores por lo que tomaría un baño antes de ir a cenar.

Su Majestad—mis tres damas hicieron una reverencia.

Hola chicas, ¿le han enseñado bien a Ayumi?—pregunté.

Si Su majestad aprendé muy rápido además es muy tímida que da ternura—respondieron.

Me alegro. Por favor preparen mi baño quiero asearme antes de ir a cenar—pedí amablemente.

Si Su Majestad—las tres se fueron.

Eri preparó el baño y Ayumi y Yuka eligieron mi ropa al igual que mis zapatos. A los quince minutos el baño estuvo listo.

Eran tan relajante oler las esencias caras de  Vainilla y Rosas blancas mientras que lavaban mi cabello con esencia a flores de jazmín. Siempre me han gustado esos olores eran casi como terapia para mí.

Lista majestad está hermosa—dijeron las tres a coro.

Gracias chicas puedes retirarse a descansar—dije.

Gracias Majestad—hicieron una reverencia y yo salí de mi habitación.

Lo que llevaba puesto era un vestido azul oscuro sencillo y un chal finito con decoraciones doradas y unas pequeñas joyas.

Zapatos:

Caminé despacio al comedor estaba realmente agotada supongo que tomara tiempo acostumbrarme a tanto trabajo pero es que si es mucho. Posee mis manos en la puerta y la abrí encontrándome a Inuyasha ahí.

Su Majestad—me saludaron los sirvientes.

Aome—llamó Inuyasha.

Inuyasha—llamé—¿está bien? Se fue y no supe de usted en todo el día—estaba realmente preocupada, empezaba a enamorarme de el.

Estoy bien, ¿y tú?—se levantó de la silla y se acercó a mi.

Retirense—pedí.

Y así lo hicieron solo nos quedamos el y yo.

Estoy exhausta—confesé.

Es normal , iremos ahora a descansar—dijo y yo me puse nerviosa.

¿No tiene deberes que hacer su majestad?—pregunté.

Tranquila vamos—dijo. Terminamos de cenar y fuimos a la habitación.

Ya ahí, nos dimos un baño, por separado, y luego nos acostamos. No sé pero en sus brazos puedo dormir cómoda y protegida es.....algo confuso.

Buenas noches mi emperatriz—oí susurrar y caí vencida por el sueño.