CAPÍTULO 9

71 5 0
                                    

-Quitate.

Trato de que mi mirada se vea seria, no me gusta para nada el rumbo que están tomando las cosas y en lo único que pienso es que es una trampa para que después el maldito pueda utilizarlo en mi contra.

-Como quieras.- Se aleja de mi, yendo directamente a la salida, se coloca su ropa y se sacude el cabello. -Apurate y sal de ahí, tenemos que buscar la salida.

Suspiro mojandome la cara con el agua fresca del lago.

Luego de estar caminando cuesta arriba por el otro lado del bosque no encontramos por donde subir, así que, volvimos a donde caimos en primera instancia. Un grupo de personas se encontraban estudiando la zona, seguramente buscandonos. Siento alivio inmediato.

-Oh Dios mío Jungkookie.- La madre del idiota lo abrazaba como si su vida dependiera de ello. -¿Estás bien hijo?- El insensible sólo pudo asentir.

Tomados de la mano se alejan hacia la camioneta en la que seguramente mi padre se encuentra. Decidido a no dejar de nuevo que me boten, los sigo en silencio entrando en la parte de atrás.

-Me parece que todavía no te he dado permiso de que estés aquí, Taehyung.

El estómago se me revuelve no sólo del hambre, sino del maldito enojo que causan las palabras de mi progenitor.

-No me importa.- Mi mirada está pegada en el vidrio de la ventana. -Eres mi padre y tienes la obligación de alimentarme y darme un techo, así que iré a la casa que también me pertenece, te guste o no, padre.

Me atrevo a hacer contacto visual con él, su mirada es de desprecio y siendo sincero, ya no causa ningún remordimiento el que me rechace así.

-Claro, Taehyung, tienen que estar hambrientos luego de pasar una noche en ese horrible lugar.

Como siempre la señora Jeon de metida o lo que sea que quiera ser. Desvío mi mirada al idiota del hijo. Está con los ojos cerrados y con los audífonos puestos, dando un aura de "me molestas y te quedas sin nariz".

Vuelvo mi mirada a la carretera viendo los árboles pasar y la llovisna empezar a caer.

Mi padre es el primero en bajar como un demonio y le sigue el otro demonio que ahora vive conmigo. La señora Jeon baja tranquila tratando de cubrirse con los brazos de la lluvia.

-Por cierto, Tae.- Se voltea sonriendome amable. -Como te das cuenta amoblaron la nueva casa mientras ustedes no estaban, así que, bienevenido.- Se va corriendo y entra por las grandes puertas.

Me quedo quieto sintiendo el frio en mi cuerpo y la verdad no tengo ganas ni de salir del auto.

-Señor Taehyung.- Una voz preocupada me saca de mis pensamientos y miro a Marc por primera vez, él me sonríe tendiendome la mano para salir del auto. -Me alegra que esté bien.

-Supongo.

Muestro una pequeña sonrisa y me encamino hacia la enorme casa que me espera.

¿Cómo es qué, de un apartamento pasamos a una mansión?

Entro y lo primero que llama mi atención es la enorme araña de luz que cuelga de la absurdamente inmensa sala, la cual está luciendo unos hermosos muebles de color negro y una mesita con unas velas rojas.

Que egocéntrico señor Kim.

Sin ganas subo las escaleras que parecen enternas hasta el segundo piso y entro en la primera habitación que veo, ni siquiera se tomaron el tiempo para decirme donde estaba mi habitación.

Tiene una pequeña sala y luego está la cama, la enorme cama.

Me acuesto despacio disfrutando la suavidad de las sábanas, el sueño se apodera de mi y cierro los ojos frotando la cabeza en las almohadas como un gato.

IT'S NOT YOUR FAULT //KOOKTAE//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora