╠ 𝙽𝙰𝙳𝙰 𝙳𝚄𝚁𝙰 𝙿𝙰𝚁𝙰 "𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄" ╣

╰𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐╮'𝐈𝐈'

           ·•𖧋 :] 𖧋•·

Después de que Teresa me dijera eso, los siguientes días estuve muy pensativa con las palabras de Teresa, no sabía que cualidades habían en este mundo.

— Hola...

Además no sé como manejar armas o crear cosas...

— ¡Hey! Estoy aquí.

Mientras pensaba alguien chasqueó sus dedos cerca de mi rostro.
Volteé a ver quién era, era Quackity. ¿Que está haciendo en la casa de Teresa?.

— Que haces aquí, no deberías entrar a casas de extraños.— regañe.

— Teresa me dejo entrar a si que te chingas.— dijo y lo mire mal.

Busque con la mirada a Teresa pues hace rato estaba a mi lado.

— ¡Teresa!.— la llamé, dónde podría estar — ¡Dónde estás!.— volví a llamar.

No quería extraños en mi casa y mucho menos a este hombre que se metió de la nada y me habló de la nada. Como no escuchaba a Teresa no tenía otra opción que atenderlo.

— Que se te ofrece.— nisiquiera me tomé la libertad de mirarlo — Y dónde está Teresa.

Quackity solo pensó lo que diría con detenimiento hasta que hablo.

— Uno, Merlon me dijo que te quería ver.— respondio simple, aún que todavía no había respondido mi otra pregunta.

— ¿Y dos?.— pregunté.

— Teresa me dejo pasar.— era muy obvio.

Sabía que Teresa estaba perdidamente enamorada de Quackity, ¿Aún que no sabía? El me parecía alguien inmaduro. O tal vez solo era por qué yo era mayor que el, o en mi otro mundo.

— Si como sea.— bufé — Ya vámonos.— no quería que siguiera en la casa de Teresa este tipo.

Mientras caminabamos un aura algo incómodo se formó. Yo no quería hablar con el pero aún asi tenía la necesidad de terminar lo incómodo.

— ¿De dónde eres?.— quería romper con el silencio y fue lo único que se me ocurrió.

— Yo. Soy de karmaland.— era muy obvio — Pero no de este, venía de otro karmaland...— su mirada se postró al piso asiendo que me quedará algo confundida.

— Entonces hay otros Karmaland, ¿No?.— tenía entendido de que no venía de este sino de otro pueblo, por así decir.

— No- ahg, es que es difícil de explicarte.— se limitó a decir más pues ya habíamos llegado.

Merlon salió de la casa en donde vivía, muy bonita.

— Es un placer tenerte de nuevo aquí ______.— saludo Merlon — Tenemos mucho de que hablar.

Ingrese con Merlon a un raro bosque que nunca había visto, hasta que ví como Merlon se dio la vuelta para mirar a Quackity.

— Yo creo que hasta aquí llegaste tú.— dijo Merlon y tenía razón.

— No como creé, yo quiero ayudar.— se ofreció.

Merlon insistía en que solo iba a estorbar pero Quackity se aferraba a "quiero ayudar". Parecían esos novios de "cuelga tú, no tú, no tú" era asqueroso.

— Lo que Merlon quiere decir, es que solo vas a estorbar.— yo no le había visto nada malo a lo que dije, solo hablé con la verdad.

Aún que a mí no me doliera decirle eso, a Quackity si le dolió pues me miró dolido y enojado a la vez.

Nisiquiera lo mire, solo volteé hacia el otro lado. El se marchó un poco ofendido mientras que yo y Merlon seguimos caminando hasta llegar a un tronco dónde se sentó Merlon.

— Cuéntame.— dijo Merlon atrallendo mí atención — De dónde eres.

— Mm...— pensé es difícil explicar eso — No soy muy buena con las palabras.

— Tranquila, solo necesitas recordar.— pidió y era lo que menos quería hacer.

Yo solo suspiré mientras intentaba pensar en mí pasado, cerré mis ojos y compense a contar.

— Recuerdo ser de otro lugar, siempre viví bajo presión y mi madre tenía cáncer.— esto solo era el comienzo antes de explicar — tiempo después murió y me quedé sola con mi padre, pero no pasó mucho tiempo para que el trajera una novia, quien era su amante antes. Ella siempre fue muy distante y agresiva conmigo, hasta que tuvo a su hijo.

Las lagrimas empezaron a salir casi entre sollozos, le seguí contando mi vida hasta que llegue al final de como llegue aquí, que pensé que el no entendería.

— Cuando me morí por culpa de mi esposo, desperté en un pastizal lleno de flores, al principio no sabía nada... Pero luego ví a mi madre y todo tuvo sentido.—  termine de contar pero sentía que algo me faltaba, sentía que no lo había contado todo.

— Ahora entiendo por qué es así con el joven Quackity.— dijo, lo volteé a ver algo confundida además de nerviosa — Tiene miedo a que el pasado se repita.

Tenía razón, pero no toda. Lo mejor que pude hacer para ignorar eso fue pararme y caminar sin mirar atrás.
Ahora me sentía como Quackity, parándose en medio de una pelea, para dejar ahí a Merlon solo...

Cuando regrese a casa de Teresa, solo abrí la puerta ella me saludo pero no le hice caso, tuve un día muy difícil para que Teresa lo haga peor.

Me acosté en mi cama mientras miraba hacia arriba, solo me preguntaba "¿Que pasaría si algún día me despierto?" Esto era como un sueño que no quería que se acabará.

...

Desperté sintiéndome fatal, tenía mucho dolor de cabeza, no quería ni abrir mis ojos.
El dolor era insoportable nisiquiera podía pensar con claridad, baje por las escaleras, lo único que pude pensar fue "¿Y si me hago un té?".

Salí de la casa de Teresa sin avisarle otra vez, llegue al mismo bosque esperando encontrar las mismas flores que en mi mundo.
Al no encontrar me rendí y me deje caer al suelo, pues aún que sea una idea, era muy estúpida.

— ¿Y si le pregunto mejor a Teresa?.— esa era una mejor idea.

Regrese a la casa de Teresa para pedirle aquel té que tanto queria.

— Teresa.— la llamé y vino, estabamos en la cocina — ¿Sabes que te puede quitar el dolor de cabeza?.— ella solo asintió con la cabeza, para después entregarme el té que queria — Muchas gracias.— le agradecí dándole un corto abrazo pues si necesitaba el té.

— Si no ahí de que.

Adoraba cuando el té pasaba por mí garganta además de que sabía muy bien el té.

Cuando ya me sentí mejor, decidí salir de la casa para conocer más Karmaland. Cuando llegue vi al pueblo quejándose de los impuestos mientras que Rubius los trataba de calmar, pase de largo por ahí, intentando no ser descubierta.

Me senté en un banco que tenían, saqué un poco de pan, tenía hambre. Mientras me comía mi pan, una voz reconocida y molesta apareció por detrás mío.

— Miren nada más, a quien tenemos aquí a ______.— el chico solo piso sus manos atrás del banco mientras me miraba fijamente con sus ojos negros.

Demonios...

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Cuídense y bañense<3