Another One.

003

Kamari's pov

- No- no pienso seguir con esta mierda. - Me levante de la barra y me dirigí lo más rápido que puede a mi habitación.

Aun así, no pudo alcanzarme.

- ¡Kamari, abre la puerta! ¡Ahora! - Si sigue así, con mi puerta, la tirará abajo.

Decidí. Propiamente. No abrirle. Estará así hasta que se cansé. O tire puerta, lo primero que pase.

(...)

Desperté con más golpes en la puerta. Pero no de Kim. De las de servicio.

‐ ¿Señorita Kardashian? El desayuno está listo.

- Gracias, Susana. Enseguida bajo.

Decidí, por mi salud mental. Volver a mi casa.

Aunque me duela mucho dejar de vivir con North y los otros enanos. No voy a seguir soportando a Kim y que se meta en mi vida.

Aunque, si me quedo en Calabazas, va a seguir jodiendome la vida. Así que, me voy a mudar a Canadá, a mi casa allí.

Baje con precaución las escaleras y fui a la cocina a tomar mi desayuno, el cual, ya estaba en la mesa.

- Susana, quiero hablar conmigo. - Llamé su atención.

- Si, Señorita Kardashian. - Se giro hacia mi.

- Yo... Me voy a mudar a Canada. Las cosas aquí no están funcionando y quisiera despejarme, por eso me voy para allá.

- No entiendo a donde quiere llegar con todo esto. - Me miro expectante.

- Te quería pedir que, cuides de North, como si fuera tu hija. Y que me comuniques lo más mínimo que haga; si comió o no, como le fue en las notas del colegio, todo.

- Pero, señorita, ¿Ella no tiene a sus niñeras? Y esas cosas se las podría comunicar su hermana.

- Si ya se eso, pero las cosas con Kim no están bien y odia cunado me meto demasiado en su vida, no entiende que North es como una hija para mi. Y se que usted es capaz de eso. Tengo un gran cariño hacia ti y una gran confianza, por eso te lo pido.

- Señorita, yo..

- Tranquila, si no quieres lo entiendo. Se que debes tener otras cosas que hacer y yo vengo a molestarte con esto. - Me precipite, trémula.

- Yo lo haré, no se preocupe. - Dijo tranquila, su tono de voz natural

- ¡Gracias! Yo te enviaré una buena cantidad de dinero semanal.

- Por Dios, no hace falta Señorita, con mi sueldo estoy bien.

- Si que lo hace. Es por el trabajo extra que te daré. Además también te enviare otra pero mensual, esa será para North. Todo los meses le doy como una mesada para que Kim no piense que se la gasta toda.

- Esta bien pero realmente no hace falta la mía. - Insistió.

- Susana, por favor, eso no está a discusión. - Iba a hablar pero se abrió la puerta de la cocina. Dejando ver a mi madre y a Kim.

- ¿Qué no está a discusión? - Preguntó Kim, siempre tiene que tener el control de todo.

- Nada en especial, o mejor, nada que te interesé, Kimberly, ¿Hay algo en lo podamos ayudarte?

- Si, en realidad. Susana, nos dejas a solas por favor.

- Enseguida, Señorita Kardashian. -Me dio una mirada rápida y se retiro con la mirada baja.

- ¿Qué ocurre tan importante como para interrumpir mi charla y pacífico desayuno?

- No me contestaste el mensaje y nunca fuiste a mi casa a hablar así que, aquí vengo yo. - Suspiré.

- Lo que sea que quieras decir aslo rápido, tengo que empacar una habitación entera en cuatro maletas. Y nesecito que hagas que preparen mi Jet par máximo esta noche.

- Para un segundo, ¿Por qué tienes que empacar tu habitación y por qué quieres tu Jet listo para hoy? - Preguntó Kim exaltada.

- Voy a volver a mi casa en Canadá.