Capítulo 14

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Casi sonreí cuando recordé que par llevaba puesto. La parte de atrás tenía forma de corazón. Eran nuevas y muy caras. Me elevó más aún y puse mis piernas alrededor de su cintura, presionándome con fuerza contra la pared, frotando su dura entrepierna contra mí. Gimió cuando le agarré el lóbulo de la oreja con mis dientes.

Apartó un lado de mi camiseta y tomó un pezón con la boca. Eché la cabeza hacia atrás contra la pared y sentí su barba rozar mis pechos. Un sonido estridente rompió el silencio y lo escuché soltar una maldición. Mi móvil. Puse un pie en el suelo, y él se apartó un poco de mí, volviendo a poner su habitual cara de mala leche. Me arreglé la ropa rápidamente y alcancé mi bolso, sacando el teléfono y poniendo cara de desagrado en cuando vi la foto en la pantalla.

-"Hola, Jenn."- dije casi sin aliento.
-"Paris, dónde diablos estás? Y por qué hay aquí una rubia aburrida sentada sola?"-preguntó.

-"Estaré ahí en un segundo, vale?"-escuché como seguía preguntando mientras cerraba la tapa del móvil y lo volví a meter en el bolso, evitando mirarlo.

-"Mira, yo..."-el sonido de mi móvil lo cortó.

-"Dios, Jenn! Te he dicho que estaré ahí en un segundo!"-grité. Pero no era Jenn.

-"Paris?"-la voz confusa de Chris sonó por el altavoz.

-"Oh.. hola."-Mierda. Esto no podía estar pasándome a mí-"Mira, no puedo hablar ahora."

-"Sí, siento fastidiarte el domingo, pero no podía dejar de pensar en ti. Y no quiero que nadie se meta en un lío ni nada de eso, pero acabo de revisar mis emails y hay una confirmación de que las flores te llegaron."

-"De verdad?"-pregunté, fingiendo que me interesaba. Mi mirada estaba fija en él; tenía las aletas de la nariz abiertas y la mandíbula tensa, obviamente intentando descubrir con quien estaba hablando.

-"Bueno, parece que fueron firmadas por Henry Cavill..."

Henry:

Era un idiota! No había otra manera de explicarlo. Allí, de pie, mirando a Karla, las palabras salieron solas. Había sido un error. Podía ver a la señorita Hart mirándome por el rabillo del ojo; y al ver el dolor y el shock en su cara me hizo sentir como si me hubieran golpeado el estómago. Podía imaginarme como se sentía.

Acababa de compartir con ella una de las experiencias sexuales más intensas e increíbles de mi vida, y me había referido a ello como un error. Dios, incluso yo quería darme una patada en el culo.

-"Error o no, tiene que parar ahora."-Las palabras de Karla me sacaron de mis pensamientos-"Que pasa si hubiera sido Connie? Henry, eres su jefe! Te has olvidado de eso?"-Esa afirmación solo profundizo la vergüenza que sentía por mi comportamiento. Me estaba aprovechando de ella? Volví a pensar en nuestros numerosos encuentros, y me aliviaba de alguna manera pensar que ella había sido una participante activa en todo esto, pero ni así conseguía calmar mi culpa

-"Mira, los dos son adultos y no sé qué está pasando aquí. Pero sea lo que sea, no puedes permitir que Gabriel lo descubra."

Mi padre. Con todo lo que había ocurrido, no me había parado a considerar las consecuencias si él nos hubiera descubierto. No solo sería una profunda mierda para mí; para la señorita Hart sería devastador. Había visto de primera mano cómo se llevaba como mis padres, y este tipo de situación dañaría esa relación sin reparación posible. Mis padres eran buena gente, amables, y sabía que nunca se lo tomarían muy severamente, pero eso no cambiaba el hecho de que estarían profundamente disgustados... con nosotros dos.

Sentí como se tensaba en cuanto Karla nombro a mi padre. Sabía que estaba teniendo la misma batalla interna que yo. Pero todavía no estaba preparado para su respuesta en cuanto la dijo.

Sex en la oficina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora