Abriendo la caja de Pandora

Soledad

<<Siempre juega sola, es que es muy tranquila>> o quizá la desplazan.

<<Si se mete en su cuarto ni la oigo>> porque si molesta ya no es la niña perfecta y debe serlo.

<<Nunca da problemas>> tiene miedo a que la abandonen si lo hace.

<<Siempre estás ahí para mi, eres mi mejor amiga>> la abandonarás cuando diga que no a algo.

Pero un día la perfecta niña se rompió, porque no vale con ser perfecta, no vale con siempre cumplir las expectativas. Porque la gente siempre quiere más y más y un no puede acabar son su cariño de golpe.

Aquello que siempre había temido y de lo que siempre había huido salió de golpe de aquella caja y rompió contra su realidad como un misil dispuesto a arrasar con todo. Y cuando ya no había nada que me estorbase a la vista, cuando no había nadie exigiendo o pidiendo, lo vi, me vi.

Y aunque había temido toda mi vida a estar sola encontré en mi una compañía fiel y verdadera. Desde entonces, los escombros de lo que había sido mi vida antes de convirtieron en algo mejor, me rodeó gente que ya no esperaba nada de mí.

Y aunque había momentos en lo que esa gente no podía estar, no había soledad en mi nueva realidad, porque estaba yo, y yo era más que suficiente.