Dreams

Capítulo 4

Eizli

  Salí al patio de la escuela, me senté en las gradas y puse la mochila a mis pies.  Verdaderamente me tomó por sorpresa tener eso anotado, no me acordaba de haberlo hecho, pero ya que tenia esa información, estaba claro que debía usarla.

 
  Fui hacia Instagram, y puse en el buscador ese nombre.

 
  Parecía Starker, si, pero tenía que saber quién era, no podia quedarme con esa intriga.

 
  El tiempo me pareció eterno, no había mucha conexión en donde estaba, así que subí un poco más, y cuando me di cuenta ya estaba en la última fila, por lo menos ya se había cargado la búsqueda, abrí el primer perfil que me apareció, y si era él.

 
  Tenía su atractivo, de eso me había dado cuenta desde el primer día.

  A simple vista parecía un chico normal, con una vida normal, ¿pero un chico normal me llamaría Z, sin conocernos de nada?

 
  Según la información que me daba Instagram, él se encuentra en la misma ciudad que yo, quería encontrarlo, pero no tengo ni idea de cómo hacerlo.

 
  Aparté mi vista del teléfono y busqué con la mirada mi mochila que estaba en las primeras gradas, spoiler, no la encontré.

 
  Ví a lo lejos una persona corriendo, estaba con un abrigo negro y no se le veía la cara, parecía que ocultaba algo, decidí bajar las gradas, alternando las vistas entre la persona y mis pasos, cuando me di cuenta que se estaba alejando de mi campo de vista apresure el paso, cosa que no fue muy razonable porque me sentía extremadamente cansada, pero me estaba dando curiosidad esa persona. Vi que se metió para dentro de la escuela, y yo, de estúpida, lo seguí. Ya no estaba corriendo, sino caminando.

 
  Se paro de la nada, y yo me escondí detrás de un pilar, no había nadie en el pasillo, todos debían de estar almorzando. No supe que estaba haciendo la persona, no se escuchaban pasos, solo se veía la sombra.

 
  Escuche como se arrastraba algo, y cuando veo tenía mi mochila alado con una nota pegada, decía:

 
Si sigues así de curiosa me encontrarás más rapido de lo que crees.

 
  Enseguida salí de mi escondite y lo que vi no fue lo que pensaba, en vez de ser esa persona, me encontré a las chicas del baño, era la pelirroja y otra con el pelo rubio, parecía que estaban peleando, no alcanzaba a escuchar nada, lo que atiné a hacer fue volverme a esconder, asomé un poco la cabeza, un aire helado me hizo estremecer, el pasillo estaba iluminado por unas largas lámparas que las alumbraba a ellas como si estuvieran en el centro de un teatro. La rubia se veía que estaba hartandose, y la pelirroja no paraba de hacerle preguntas, al parecer ella no pudo más y grito un “CÁLLATE” que resonó en todo el pasillo, lo poco que podía ver de la cara de la pelirroja se veía pálida, estaba aterrada, esa chica desprendía poder y fuerza, cosa que no encajaba mucho con su imagen ya que por el exterior de veía “tranquila”, pero su aura en ese momento era oscura, cogió a la pelirroja del cuello y la estampó contra los casilleros, ella se intento escapar, pero sus pies estaban empezando a no tocar el piso.

 
  —Ya, para— a la pelirroja se le aparecieron unas lágrimas en sus ojos negros— Lo siento, no te vuelvo a preguntar.

 
  ¿Soy yo, o la otra apretó más su agarre? La rubia le paso la mano libre por el hombro y la cara de la otra ya era de terror puro, le soltó el cuello, pero en un movimiento rápido hizo una presión sobre el hombro y éste se fue de su lugar, se veía la bola del hueso abajo y un vacío en el lugar donde debería de estar.

  La pelirroja se arrodillo y se retorcio de dolor, le preguntó a la otra que qué mierda le pasaba y lo que ella hizo fue ignorarla e irze.

 
 Ver esa escena me estaba acabando el estómago, no podía quedarme sin hacer nada. Esperé un rato para que no pensara que vi todo el espectáculo y luego de ponerme la mochila salí de donde estaba.

 
  Ella seguía en el piso, aprovechando la sensación que tenía de temor le dije con la voz entre cortada:

 
  —Dios mío, ¿Qué te pasó?— ella no me respondió, y yo tampoco seguí preguntando— Venga, te voy a ayudar— Me arrodille a su lado y la ayude a levantarse.

  Ella no dijo nada en todo el trayecto hacia la enfermería, allí le pusieron bien el hombro con una gasa para mantenerlo en su lugar y llamaron a su madre para que fuera a recogerla.
 

  —Gracias —me dijo luego de un rato.

 
  —No es nada, estaba pasando y vi como te retorcidas de dolor, cualquiera lo hubiera hecho.

  —¿Cómo te llamas?

  —Eizli, ¿y tú?

  —Wendy, un placer— dijo y me dio su mano buena, la cual acepte, diciéndole lo mismo.

  —¿Qué pasó?— le pregunte.

 
  —Una chica, veníamos discutiendo, y de la nada me puso contra los casilleros y me hizo esto —señaló a su brazo lastimado.

 
  —Oooh, pero se lo dirás a la directora ¿no?— Le pregunte.

 
  —Creo que si.

 
  Iba responderle que sí tenía que hacerlo, que algo así no se deja por alto, pero el timbre sonó y yo tuve que irme y ella se quedó esperando a su madre.

 
  Entre a mi aula y no sabía ni que asignatura me tocaba, pero allí estaba yo, con una libreta cualquiera haciéndome la que copiaba.
 
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  Estaba huyendo de Arthur, que me seguía por haberle cojido la libreta, donde entre sus páginas tenía por lo que se iba a copiar en la prueba de Matemática.

 
  No voy a mentir, casi me caigo como tres veces, pero el que tenga miedo a correr huyendo de uno de sus mejores amigos que no nazca. Sé que estaba siendo muy infantil, pero a veces hay que divertirse un poco, de todas maneras le voy a dar la libreta, pero no ahora.

  Me salte los últimos tres escalones de la escalera para el primer piso, y cuando miré para atrás para ver si Arthur me seguía persiguiendo choqué con alguien, pero no en plan, chocar y ya, fue CHOCAR, CAERNOS, REVOLCAR EN EL PISO Y TERMINAR CON POSIBLES MORETONES Y FUTURO TUMOR CEREBRAR.
 

  Me pase una mano por la cabeza y murmure una grosería. Cuando me logre levantar, lo vi, estaba acostado semi sentado en el piso todavía, mirándome fijamente, nuestros ojos se encontraron, un mar de emociones se me desataron, hoy que casualmente lo había buscado en Instagram, hoy que me había aprendido su nombre, hoy que me había pasado algo raro de coña, fue que lo volví a ver.

 
  —Neithan.