👁️ Prólogo 👁️

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Era un día como cualquier otro en la casa Neko. Alex convivía con su esposa e hijos como siempre. El pasto estaba muy largo,había una brisa adorable.
Era un mundo distinto al que estaban acostumbrados años atrás,ya no se hablaban con los otros gatos. Esas eran cosas del pasado.
La brisa tan agradable,el no paisaje tan hermoso y la luz del sol eran muy cómodas para Alex,decidió pasar el atardecer allí. En eso,su esposa le trajo un hongo bastante bonito,y se lo regaló.
A el gato le gustó la sorpresa y durmió al aire libre. Hacía un clima bastante templado,pero nada grave. Era hermoso. Nada podría arruinar su día,nada.
Al anochecer cenó con su familia mientras miraban la televisión y la pasaron muy bien hasta la hora de dormir.
Alex fue a dormir con su esposa,acurrucado en ella,se sentía muy bien. Fue un día excelente.
A la mañana siguiente,Alex despierta y nota algo inusual: La pared del comedor a cambiado a color blanco,siendo que siempre había sido azul. Cuando Amy despierta,el gato le pregunta que había sucedido. Ella no parecía saber del tema.
Poco después,Alex piensa que fueron sus hijos y decidió tranquilizarse. Así fue un día algo ¿Normal? Podría decirse.
Hasta que Alex despertó a las 3:33:33 AM. Era algo inusual que se despertase a esa hora,pero no le dio importancia. Se levantó a desayunar,y vio en el comedor un ojo gigante. Alex se aterró,pero nadie oía sus gritos. Todo estaba en silencio. El mundo estaba en silencio.
Aunque gritaste y pidiese ayuda,nadie podría oírlo. En un intento por deshacerse de ese ojo que estaba en la pared,la tocó. Fue su peor error...

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