jerarquía // ρꪮ𝕣𝐭𝐮𝕜 ☄️

⁉️

Habían pasado varias semanas, UK estaba demasiado feliz, contento de hacer que su relación de amistad con Portugal creciera. Todo estaba demasiado bien, en realidad ambos conectaban de una manera peculiar. Tal vez solo eran los prejuicios que tenían sobe el otro, ambos demasiado orgullosos para admitirlo. UK empezaba a ver a Portugal como un amigo o un confidente, no tenían amigos en comun así que era más fácil para ellos charlar de una manera más cómoda. Era jueves y la tarde se avecinaba.

Ambos estaban en la oficina trabajando cómo de costumbre (en realidad Portugal estaba viendo una serie con los altavoces en alto así que UK también le puso atención) Era bastante entretenida, los mantenía ocupados.

— UK, ¿me puedes pasar una pastilla? Me duele la panza.

— ¿Comiste algo que te hiciera sentir mal?

— Hmm, no lo creo.

— Entiendo, ya voy. Hey... ¿por qué ya no me dices King? Es un lindo apodo.

— ¿Lo es? Bueno si quieres que te llame así sólo debías decirlo.

UK estaba sacando la caja de las medicinas, le paso una pastilla al portugués junto con un conito del garrafón de agua que tenían en la oficina. Portugal acepto todo gustoso y trago la pastilla.

— No sé por qué duele tanto... no debe de ser nada.

— Claro, pero nada de tomar este fin de semana.

— Acepto mi destino...

— Bien... voy a salir unos momentos. Tengo que entregarle un reporte a ONU.

— Si ese reporte es de rendimiento de empleados y por tu culpa me despiden... te voy a morder.

— No, no, para nada. — El británico sonrió y salió de la oficina, fue cómo una llegada a la realidad, ya no sonreía y su semblante volvía a ser serio.

UK caminaba a paso lento con unas hojas en manos, no se demoró demasiado, tal vez algunos minutos, media hora. En lo que dejaba los papeles y volvía a su oficina se topo con Argentina, hizo su mayor intento por pasarla de alto... pero Argentina soltó feronomas tristes que lo obligaron a detenerse.

— Pase mi último celo sola. — Dijo la argentina en voz baja y quedita, no quería alzar más la voz, sus ojos estaban tan tristes, como un gatito abandonado.

— Lo siento.

— Si en verdad lo sintieras hubieras respondido mis suplicas.

— Estaba ocupado. Arge en realidad no creo que debamos hablar de esto aquí.

— ¿Es él verdad?

— ¿Quién?

— No te hagas el tonto... UK ya no me prestas atención. ¿Ya no te intereso? ¿Ya no soy suficiente mujer para ti? ¿No era yo tu omega favorita?

— Mira... querida... yo... — UK tomó la mano de la mujer y la llevó hacia un cuarto que vió vació. Era un almacén de papeles y productos de oficina. Las feromonas de Argentina se hicieron más densas.

— Allá afuera pudieron olerte...

— ¿Y eso qué importa? Nadie me haría nada si estuviera contigo.

— No, no. Mira entiende... no he podido hablarte. Tengo mucho trabajo.

— Pero si estas todo el día con él.

— ¿¡Con quién Arge!?

— Con Portugal, Reino Unido. Todo el día en la oficina.

— Pero es porque trabajamos juntos.

— ¿No lo entiendes? Llevo semanas viéndolos. A veces llegan juntos y en más de dos o tres ocaciones lo llevas a su casa.

— Arge deberías estar feliz por mi... en verdad estoy haciendo un amigo en este lugar.

— UK, nosotros éramos amigos y mira cómo acabo.

— Eso es diferente, tu eres una omega.

— ¿Ya no te gustan los omegas?

— No... no es eso.

— ¿Y por qué prefieres estar con él que conmigo?

— Arge me estas cansando.

UK se sentía que se estaba ahogando en ese mar de hormonas desdichadas, lo qué más quería era alejarse de ella, le causaba asco, no asco... le prendía fuego el cerebro. Estaba siendo tan molesto.

— Lo siento, perdí el interés, eso es todo.

— No puedes hacer eso...

— ¿Por qué no?

— Porque se supone que eres un estupido alfa... tu único trabajo es complacer omegas... tu trabajo es para complacerme a mi.

— Ah... así que eso es lo que crees.

— ¿S-Si..?

— Buen día, Argentina. — Terminó la conversación, aunque sin antes agregar... — Y deberías cubrirte con un olor menos tenso, apestas.

UK desearía no haber sido tan grosero. Desearía que Argentina no lo hubiera retenido más tiempo, porque al llegar a la oficina notó que Portugal ya no estaba.