jerarquía // ρꪮ𝕣𝐭𝐮𝕜 ☄️

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Cuando el primer celo de Portugal llego... fue terrible, sentía que se iba a morir en ese momento, descubrió lo mal que el estrés puede hacerle a su cuerpo y prometió no volver a estresarse por cosas estupidas. Agradecía que había sucedido en su casa, estuvo media semana sufriendo tirado en su cama, logro hacer un lugar cómodo en dónde pudiera sufrir sin molestias. ¿Eso se consideraba un nido?. Era una sensación similar a una punzada, como si sufriera de fiebre, su cuerpo estaba caliente y también estaba excitado, jamás había sentido algo así y considero seriamente en empezar a invertir en supresores de todo. Era un tormento, su casa lo ahogaba y sus sabanas estaban sucias de sudor, el único consuelo que encontró fue una prenda. Una prenda en particular, la camisa que UK le había prestado hace algunos días. De cierta forma su olor estaba bastante presente en ella, no el olor a UK si no el olor a alfa... al menos eso quería pensar, el luso quiso tomar también el pantalón que le presto, pero eso sería bastante raro y humillante cuando ya estuviera en sus 5 sentidos. Se aferro a la camisa, pendiente de que el olor siguiera ahí. Era algo vergonzoso, considerando que era de su jefe, su amistad estaba escalando. Podían considerarse amigos, o eso creía. Si, amigos. No había nada de malo qué un amigo tomará la camisa de otro para aliviarse.

Una vez se sintió mejor, llamo al trabajo y justifico su falta, además de alargar la ausencia.
"¿Cuánto se supone que tiene que durar este sufrimiento?"— Pensó Portugal con el cuerpo cortado. Algunos calores omegas podían durar días, peor aún, semanas. Se sentía de lo peor, justamente aún no podía aceptar que era un omega, ¿por qué el universo era tan cruel con él? Se quejo en voz alta cuando escucho su timbre sonar una vez. ¿Qué querían ahora? Se negaba a abrir la puerta.
1) Estaba demasiado lejos.
2) ¿ERA AHORA UN OMEGA EN CELO?
3) ¿Y si era un secuestrador que venia a secuestrar?
4) Ni siquiera se había bañado.

De mala gana, se puso la camisa del británico sobre la playera de fútbol que traía puesta y se arrastró (simbólicamente) a ver quien era. En ese momento el timbre comenzó a sonar demasiadas veces, una tras otra, ya se pudo imaginar quién era. Abrió la puerta y sin ver a la persona que se encontraba detrás habló sin pensar.

— España ya te dije que dejes de usar el maldito timbre como alarma sísmica.

— ¿España?

Entonces en ves de voltear sus ojos como lo haría comúnmente, su mirada se dirigió de manera directa hacía la persona. Estaba petrificado, como si lo hubieran hechizado, recordó una maldición de Harry Potter... entonces su primer reflejo fue cerrarle la puerta en la cara.

— ¡Portugal!

— ¡Ya voy! — Aunque en realidad el portugués fue a lavarse la cara, quitarse la camisa del contrario, arreglar su pelo, levantar su desorden en la sala y ponerse desodorante (raramente lo hacía) además de perfume y cepillar sus dientes en seco. Fue algo muy extraño. Hizo tantas cosas que debía de haber hecho antes, entonces después de 20 minutos volvió a abrirle la puerta a UK.

— ¡Hola! Que gran sorpresa— Dijo Portugal, alargando todas las "a"

— Quería ver si estabas bien.

— ¡Estoy bien! En realidad estoy tan bien que... no voy a ir a la oficina en unos días

— ¿¡Unos días!? Pero te necesito...

Portugal comenzaba a encogerse en si mismo, no sabía que responderle, ni siquiera le había dicho a su jefe que era un omega. Un omega masculino. Que vergüenza.

— En realidad no me siento tan bien. — Empezó a cerrar la puerta lentamente, no quería que el británico oliera su casa.

— ¿Por eso fuiste al hospital? Por favor dime que te pasa...— El británico insistió. Puso una mano en la puerta para evitar que la cerrará. Portugal comenzó a ponerse aún más nervioso.

— Mira en parte si, quisiera explicarte pero en este momento me siento...— Antes de que terminara de explicar una oleada de calor lo atravesó por completo, sus piernas temblaron y se apoyo en la puerta. Era imposible que UK no hubiera olido sus feronomas. Se sintió tan avergonzado, el británico se tapo la boca y nariz con la otra mano.

— Creo que tienes razón.

— Por favor, vuelve luego.

— Si, si, si... pero me explicaras que es esto.

— ¡Luego!

— Te...

— Ya vete por favor— Finalmente Portugal pudo cerrar la puerta, dejando a un muy confundido Reino Unido. Su interior estaba explotando, y agradecía a los mil cielos que UK no hubiera reaccionado rápidamente, en este momento hipotéticamente estaría atrapado con él. Cuando se despego de la puerta y se alejo solo unos pasos, la puerta se abrió rápidamente, ¿¡no la había cerrado con llave!? El británico paso a la casa del portugués sin permiso, Portugal se pego a la pared a lado de la puerta, su corazón estaba haciendo un maratón.

— Port, ¿qué es esto? — La voz del británico parecía raspada, cómo si hubiera comido un helado antes, antes de que el luso pudiera decir cualquier cosa el alfa ya estaba pegado a su cuerpo, estaba oliendo sus nuevas glándulas de olor, muy pegado a su cuello. Portugal sentía que iba a vomitar, en realidad ahora podía sentir las feronomas de su jefe, eran tan espesas, tan pesadas como niebla. ¿Eso era parte de la condición? ¿Ponerlo tan caliente? El portugués no podía respirar correctamente, sentía un líquido fluir desde sus partes íntimas. Mientras que el británico lo analizaba completamente, mostraba sus colmillos de manera amenazadora, el inglés acorraló al contrario contra la pared y sus manos subieron para tomar la cadera del portugués. Antes de que fuera demasiado tarde para que Portugal cediera a lo que fuera a pasar, él mismo terminó dándole una cachetada a la mejilla de Reino Unido, le dedido una mirada aterrorizada. En vez de que el inglés se pusiera agresivo como cualquiera hubiera imaginado, se quedo tonto, se alejó completamente del portugués, dándole espacio. Hablando de Portugal... se estaba muriendo por el choque de feromonas, después de todo, estaba en celo, su miembro estaba tan levantado que dolía.
UK estaba tan avergonzado, había vuelto a sus cinco sentidos.

— Portugal... ¿no quieres ayuda?

— Eres mi jefe.

— ¿Y eso qué? Somos... amigos.

— Porfavor... hablemos luego.

— Port...

— Vete.

— Esta bien, pero tendrás que explicarme todo después.— Portugal no podía moverse, estaba apoyado completamente a la pared. Reino Unido salió del lugar con cara preocupada, cerrando la puerta detrás suyo, ahora tenía un problema entre sus pantalones que tendría que resolver solo, agradeció que su celo no se adelantó ni se sincronizo con el del portugués... hubiera sido peor. UK tenía una capacidad más alta para controlarse, y eso había sido un milagro para todos en una situación así. Portugal corrió a su cama nuevamente, buscando la camisa que había desechado antes.