you are the one i have been waiting for

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PARTE UNO

La casa de los padres de Paulo estaba repleta de gente, todos sus amigos y personas del pueblo. Había luces, alcohol, juegos, besos.

Había un sector que jugaba al beerpong, otro grupo en los sillones del inmenso living. Muchos en la cocina armando tragos, la pieza de Paulo y su hermano, Cristian, estaban habitadas por quién sabe quién.

Y Enzo estaba acompañando a Lisandro al baño, hace ya unos meses que su amigo está de novio con Cristian. Eso hacía que Enzo vea con mucha frecuencia a la banda del novio de su amigo. Todos le caían de diez, chicos muy piolas y graciosos.

Pero él, ¿qué se puede decir de Julián Álvarez? Enzo cree haberse enamorado en cinco meses de un chico al cuál no ve fuera de jodas o meriendas cada muerte de Obispo.

Eso no frena los fuertes sentimientos de Enzo al respecto del menor. Estaban en un mismo grupo en WhatsApp y Julián siempre contestaba sus mensajes, likeaba alguna de sus historias en Instagram. A veces le comentaba inclusive, cosas de amigos, nada de insinuaciones, nada de chamuyo.

Se siente casi como inocente, como si fuese un proceso delicado en el que Enzo cae profundamente a los pies de Julián. Pero no es una caída dura, es suave, es cálida y todo lo demás que significa enamorarse de alguien como Julián.

"La puta madre, ¿Quién está ahí adentro?" Grita Lisandro mientras se retuerce y golpea la puerta de una forma insistente.

"Ya va" Se escucha una voz masculina que, a pesar de los efectos del alcohol, a Enzo se le hacía muy conocida.

Cuando la puerta se abre, aparece Julián impecablemente peinado, con una camisa negra que parecía hecha a medida y una gran sonrisa.

Enzo lo mira sonrojado y siente los brazos de Julián alrededor de sus hombros, esos segundos que el cordobés lo abraza, Enzo siente una felicidad llenándolo.

"Hola Enzo" Le dice Julián mientras lo mira atentamente. Enzo sospecha si está borracho.

"Bueno tortolitos" Enzo instantáneamente se sonroja, va a matar a Licha "Permiso, voy a mear porque ya no aguanto" Entra al baño, dejándolos solos. Ambos nerviosos.

"¿Cómo estás? Hace mucho no nos vemos" Dice Julián sonriente. Y es cierto, hace dos semanas no se veían. Pero habían estado hablando por mensajes de Instagram.

"Bien, quizás tomé un poquito de más" Enzo ríe, no podía negarlo. Siente la mano del chico tocando su pelo.

"No te hagas problema, yo te cuido" Dice Julián antes de tropezar y los dos ríen complices, Enzo piensa que a veces puede comunicarse con el cordobés sin necesidad de hablar.

Lisandro sale del baño y, mientras los regaña por quién sabe qué, los lleva del brazo hacía el living. Se sienta en el piso entre las piernas de su novio y se besan.

"Bue, no coman al frente de los pobres" Dice Nahuel, amigo de Julián y Cuti. El cuarto cordobés del grupo era de lo más simpático y buen intencionado en, quizás, todo el grupo.

"Juguemos al secreto" Dice Paulo y Licha se mira confundido con Enzo.

"¿Qué es eso?"

"Es un juego malísimo" Responde Cuti ganándose un golpe de Paulo en la cabeza.

"Tienen que decir un secreto que puede ser mentira o verdad, entre todos tenemos que debatirlo. Si acertamos, el que lo dijo toma. Si nos equivocamos, toman todos"

Enzo no sabía que iba a decir si le tocaba a él, no se consideraba muy bueno para los juegos que involucren mentir, siempre se mandaba al frente solo.

un poquito de amor - enzo y juliánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora