Parte XX

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Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: Secuela de perdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida!¡Qué león tan morboso y masoquista!¿Qué hago resolviendo sus problemas?

Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James, Charles Taylor y todos los personajes del universo de Hannah.

Advertencia 2: Algunas frases originales del libro Amanecer aparecerán en la historia.


El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo. —Friedrich Nietzsche

La partida de Jacob y sus palabras, afectaron a Bella de forma profunda. Se había negado a pronunciar algo y le lanzaba miradas recelosas a su marido. Yo me dedique hacer zapping en el televisor, tratando de no pensar que la noche caería pronto y traería consigo unas noticas nada alentadoras.

Detuve el zapping en una canal donde había un documental sobre los lobos salvajes, observe el documental como si fuera la manada de los Quileutes los que protagonizaban el programa, me mordí el labio inferior tratando de espantar la molestia que sentía hacia Jacob, como podía asegurar que Bella iba a morir, cuando en realidad eran puros eufemismos.

— ¿Te molesta? —pregunto Jasper sentándose a mi lado

— Sabes que no —dije haciéndole un espacio más amplio en el sofá—. ¿Qué hora son?

— La hora del crepúsculo —respondió Jasper pasando un brazo sobre mis hombros—. ¿Qué sucede?

Señale con la cabeza el documental de los lobos, Jasper sonrió, seguramente recordando su experiencia con ellos y su particular entrenamiento para exterminar a los neófitos.

— Parecidos, ¿Cierto? —dijo Jasper negando con la cabeza.

— Tendrán un dura pelea hoy —musite siguiéndole la pista al lobo rojo de la televisión—. ¿Crees que debería evitar todo lo que esta por suceder?

— Solo si las cosas se ponen feas —opino Jasper haciendo que ambos quedáramos más enterrados en el asiento—. ¿Aun Edward no lo sabe?

— No quiere saber nada del asunto —dije bajando el tono de la voz haciendo que fuera un susurro—. Lo más seguro es que crea, que me estoy volviendo loca de remate.

— Un buen problema —dijo Jasper soltando un suspiro.

Una mano grande y fuerte aterrizó en mi cabeza, al igual que la de Jasper. Las risitas de Emmett hicieron que el sofá temblara bajo su enorme y musculoso peso, ambos pusimos los ojos en blanco, seguramente el grandulón haría una de las suyas y por eso se reía antes de realizar las cosas.

— ¿Qué paso? —pregunto Jasper levantado la mirada para observar a su hermano.

— Ustedes dos están conspirando —dijo Emmett bajando los ojos para observarnos—. Si es en contra de Edward, me apunto.

— Te escuche Emmett —replico el aludido velando el sueño de Bella.

— No estamos conspirando contra nadie —dije mostrándole la lengua a Emmett—. Sabes que soy nefasta para la premeditación.

Del crepúsculo al amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora