|•CAPITULO 2•|

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.°•MUCHO POR CONOCER•°.

Almas incomprendidas fueron hacia el bosque, buscando lo que los humanos no llegamos a comprender; un sueño.

Una persona más desapareció en el bosque por las montañas del mirador de Rataquenua. Los noticieros comentan por televisión, las autoridades realizan investigaciones buscando el motivo de la desaparición; otra vez quedando sin respuesta.

— ¿¡Qué se siente estar afuera!? —Preguntó Mako curiosa y emocionada.— ¿Cómo es el lugar?

Mako saltaba emocionadamente intrigada alrededor del joven mientras caminaban.

— Pues... hay árboles, arbustos, algunas arañas... es un bosque. —Respondió el joven.— ¿No sabes como es?

Mako detuvo sus saltos respondiendo al huésped.

— Bueno si cómo es, pero nunca pude salir a verlo.

Esta respuesta impresionó un poco al huésped.

— ¿Ni tu misma, siendo la hija del anfitrión puedes salir?

— Nop, mi apá dice que podré salir cuando cumpla los 15 años. —Respondió Mako.

Al huésped le parecían algo extraño que Mako nunca haya salido, le causaba intriga saber como ella llegó a la mansión.

— Si nunca estuviste afuera... ¿Cómo llegaste aquí?

Mako al escuchar dicha pregunta, miró al huésped algo extrañada para después soltar una sonrisa.

— Hehe este es mi hogar, yo nací aquí. —Respondió Mako alegremente.— Mi apá me creó dibujándome en un papel.

La persona al escuchar lo dicho por Mako quedo totalmente extrañado.

— ¿No eras humana?...

— ¡Nop! Si te fijas bien en la textura de mi piel, verás que es de papel. —Dijo Mako con una sonrisa.

El huésped quedó impactado, esa respuesta era algo que no estaba escuchar para nada; el Patrón parecía ser alguien realmente poderoso capas de crear vida solo con dibujos, aun así pudo sentir como Mako andaba orgullosa de su padre y su forma de haberla creado.

— Pero... ¿Cómo es eso posible?

— No le b-usques l-ógica a algo ech-o en un mundo de sueño-s. —Respondió el mayordomo.

Abandonar las ideas a las que estas acostumbrado puede ser complicado, lo nuevo puede ser extraño y muchas veces incomprensible; pero a veces las cosas no requieren de mayor explicación para ser lo que son.

— Pues... supongo que eso tiene sentido.

Mostrando una pequeña sonrisa, Mako se desplazaba con pequeños saltos junto con Okiata por los extensos y confusos pasillos, mientras que pasos más atrás caminaban el mayordomo junto al nuevo huésped; en su camino, la persona observaba el lugar con algo de temor y curiosidad, los objetos, los muebles, los cuadros; todo era viejo y nuevo a la vez.

— ¡Sigan a su guía Mako! —Dijo Mako alegremente.

El huésped miró varios pasadizos alternativos que salían del pasillo principal hacia destinos desconocidos, en estos nuevamente pudo notar las figuras de madera del personaje que desconocía, este tenía una apariencia caricaturesca y agradable; parecía estar casi por todos lados.

ḾẠNŜIÖŇ ȌƑ ĆŖɆȂTĬỌǸŠ [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora