Primer jodido día en una nueva universidad, agh, odio estudiar, ni si quiera sé como fue que llegué aquí, era como magia o algo así, pero no, lamentablemente no era, así si no que algo muchísimo peor.
Vengo de una familia rica, y diciendo esto, como creo se lo imaginaron ya, sí, mis padres comparon gran parte de mis notas, si es que no fueron todas, realmente espero que no sea así, que no me guste estudiar es algo, pero el saber que tu vida es un fraude es algo muchísimo peor. Se preguntarán de qué viene tanto dinero, les explicaré: Mi padre, hombre alto, apasionado a los ternos, de contextura gruesa, intimida a cualquiera y pues, es así. Él trabaja como guardaespaldas, y no de cualquier persona, si no que de el jefe máximo de la mafia de Corea. No pasaba mucho en casa por eso mismo, más se la pasaba en su trabajo, mayor parte del trabajo era en clubes o antros, ya que el jefe acostumbraba esconderse en lugares así, últimamente sólo se había quedado en "TNT", una disco con shows que a la vez es por dentro un prostibulo. Lo sé porque mis antiguos compañeros hablaban de aquel lugar; ah, si, me cambié de universidad porque en la que estaba, mis compañeros me molestaban por mi orientación sexual, eran todos hijos de papis que los padres pagaban su educación y se sentían en el derecho de pasar a llevar a quien se les diera la gana pues nadie les diría nada. Lo admito, no soy quién para criticar eso, pero el echo de que se trataba de mi, a mi padre lo cabreaba, él sabía de mi orientación sexual, a duras penas lo había aceptado pero para él, yo era sagrada e intocable, así que a penas supo las burlas y bromas pesadas no lo pensó, sin siquiera preguntarme me cambió a una universidad menos prestigiosa y algo más barata, iba gente de clase "Media" y por lo que sabía, chicos y chicas que estudiaban y a la vez trabajaban para pagar su estudio, en otras palabras, gente más esforzada y menos acomodada. Yo no, no estoy entre esa gente pero con el dinero se puede entrar de igual forma.
Volviendo al tema, era el primer día de clases así que intentando dar buena impresión me coloqué unas pantys negras, unos short amarillos y un polerón largo color gris, donde abajo traía una blusa negra, bastante cómoda de tiras. Me miré al espejo notando que el vestir así, hacía notar aún más mi baja estatura, pero bueno, así soy y ya, ya habían pasado los años donde me importaba lo que los demás decían de mi.
Al llegar a la universidad, me bajé de mi automóvil despidiéndome del chofer, caminané hacia la entrada, viendo todo con detalle como primera vez, se veía sensillo, me gustaba. Al llegar a la sala que me correspondía noto no hay nadie, excepto una chica sentada, la cual arreglaba su cabello levemente alborotado dentro de un gorro no muy grande, dejando ver un par ondas bastantes sutiles. ¿Para qué se arreglaba tanto? Su pelo es... Mientras pensaba ella bajó el espejo, dejando ver sus ojos con leves rasgos felinos, unos labios algo carnosos y más que nada, una sonrisa hermosa... A penas me vio sonrió. "Pero que chica más bella, su sonrisa, me encandila, al igual que sus labios... ¿Cómo será morderlos? Mgh." Comenzaba a fantasear en cosa de segundos, hasta que siento un empujón en mi hombro, volteo rápido y veo una sombra correr rápidamente dentro de la sala, vuelvo a voltear, notando una chica se lanzaba sobre la que estaba sentada y sin querer, deja caer su pequeño gorro que tanto acomodaba, dejando a la vista su largo cabello pelirrojo, no había podido ver bien el color hasta ese momento, brillaba junto a su rostro.
No pude evitarlo, quedé unos segundos más, embobada mirándola, su sonrisa me hacía no dejar de verla, sintiendo de a poco un calor nunca antes sentido en mi pecho, quizás era mi corazón o algo así, preferí no tomarle atención, la clase ya estaba por comenzar o eso me dio a entender que en abrir y cerrar de esos ya estaba gran parte de los asientos ocupados, o bien, quizás me la quedé mirando como babosa por quién sabe cuánto. Preferí irme a sentar, había justo una silla al final, con vista hacia la ventana, genial, nadie me molestaría allí. Acomodé mis cosas y miré hacia afuera al patio, no podía ver normalmente hacia adelante, mi mirada se iba a ella."Incluso su espalda es sexy y feminina con su pelo cayendo, aish." No dejaba de pensar cada que mi vista se posaba al frente. Las horas pasaban y pasan, yo seguía sin tomar atención alguna, vaya día. Una vez tocaron el timbre, gruñí para mis adentros, no había entendido nada de todo lo pasado y ya era hora del receso. Todos comenzaron a comer, juntándose entre ellos, por lo que quedé sola, comenzabando a comer, hasta ser interrumpida por mi móvil sonando.
Pov Tiffany.
Solía llegar temprano siempre, no me gustaba llegar tarde así para evitar eso llegaba temprano, muy. O sino, simplemente corría hasta llegar.
Estaba arreglando mi gorro buscando no cayera, hasta que siento una mirada ¿Una mirada? Bajé mi espejo y vi, era ahí una chica desconocida parada en la puerta mirándome, supuse era nueva, jamás la había visto. Era una chica no muy alta, delgada, de pelo laceo, labios gruesos y carnosos... No lo podía negar, era bastante guapa. Desconcentrada en verla, me sorprendí cuando Seo corrió a mi, era una amiga cercana, bastante cariñosa, tanto que de un abrazo me quitó el gorro que tanto me costó acomodar, le hice pucheros estirando mi labio inferior pero no me tomó en cuenta, ya habían llegado las demás chicas, amigas nuestras. Luego de saludar a todas, comenzó la clase, la chica nueva, de la cual aún no sabía su nombre se sentó al final. Luego de toda la clase, en recreo para comer la vi, estaba tan sola, tan oscura en el final que decidí ir a acompañarla pero al momento de pararme, veo como tomaba el celular, contestaba y sorprendida tomaba sus cosas saliendo rápido de ahí, corriendo fuera de la sala y lejos de mi ¿Qué pasó? ¿Por qué se fue? Me pregunté mientras me quedaba mirando la puerta, volviendo a sentarme mientras prefería tan sólo seguir como si nada, sin poder dejar de pensar en qué le habría pasado para correr así.
