Paso 15: ¿Una palabra vale más que mil palabras?

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A veces, una sola acción o palabra en el momento indicado es más que suficiente.

—¡Se los juro! ¡No estoy loca!—exclamé con la suficiente fuerza para dejar sordo a alguien.

—Mei, es casi imposible que alguien siga enamorado de una persona que no ve hace quince años—indicó Mika intentando matar mi sueño.

Casi.

—¡Yumei, escuchate por un momento! —se quejó al ver que no seguía su pensamiento.

—Amiga, no quiero ser así, pero esta vez voy a tener que estar de acuerdo con Mika—intervino Daisuke.

—Es verdad, no puedes obligarlos a que vuelvan a estar juntos y olvidar el pasado.

—Esas cosas si que son difíciles de olvidar—Alix le dió la razón a Chihiro—. Además, no creo que sea correcto entrometerte en medio de lo que sea que tengan ellos ahora mismo.

Amaba a mis amigos, lo suficiente para saber que aunque me duela o moleste, ellos siempre me dirán la verdad.

Tenían razón, una vez más, creo que luego de tanto tiempo siendo solo mamá y yo, la idea de tener a mi padre cerca con nosotros me emocionaba un poco más de lo necesario y escucharlo a papá decir que todavía ama a Chuuya hizo que mi cabeza entrara en un corto circuito, fallo he error.

—Mei, solo deja que las cosas fluyan—Mika tomó mi mano entre las suyas para animarme un poco—. Tus padres sabrán encontrar su camino y decidir que es mejor para ellos ahora mismo.

—Claro, tal vez se amen, pero no son las mismas personas que antes—comentó Alix.

—Muchas cosas pueden cambiar—dijeron al unísono los hermanos.

—Por supuesto, tienen razón—Volví a mis sentidos y a usar la cabeza.

—¡Al menos lo encontraste! ¡Está contigo, eso es bueno, aprecialo!—Me volví a animar con las palabras de Daisuke.

No abuses de tu suerte, ese era el mensaje que me daba el universo, pero como siempre acontece, nunca le hago caso.

Mis amigos tenían razón, sí.
Yo tenía aún más ganas de arreglar el asunto entre mis padres.

No podía quitarme de la cabeza las sonrisas escondidas que se daban entre ellos cuando pensaban que nadie los veía, o sus ojos que siempre saben comunicarse sin tener que decir una palabra.
¿Así se veía el amor?

Realmente pienso que pueden volver a estar juntos, dentro mio veo una pizca de esperanza que puede ser, o producto de mi imaginación o la verdad escrita y decretada por los dioses.

Sabía perfectamente que mis amigos me dijeron que dejara las cosas fluir, pero era hija de mis padres y eso no podría hacerse.

En efecto, me pasé toda la tarde pensando en qué podía hacer para verlos juntos, en mi opinión ellos se veían algo enamorados o al menos interesados en el otro de forma romántica, entonces, ¿que le impedía a papá pedirle una cita a mamá? Y sí, tenía que ser Dazai quien le preguntara porque se muy bien que mamá preferiría ahogarse antes que pedirle una cita a mi padre.

Cuando las clases terminaron y me libré de aquel infierno, me dirigí hacia la agencia tomando el camino que ya comenzaba a conocer como la palma de mi mano.

Ir al trabajo de papá se me hizo una costumbre luego de la escuela, normalmente solía andar por allí con amigos o alguien de mi familia me venía a buscar para pasar el tiempo juntos ya que mamá trabajaba y ahora con Dazai en el panorama sé que puedo ir a su trabajo, a demás, a la agencia parecía gustarle mi presencia, Kunikida dice que Dazai trabaja más cuando estoy al rededor y adoraba pasar el tiempo con el pequeño Ran.

La guía de cómo encontrar un padre ausente | Soukoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora