¿Cómo lidiar con las emociones tras una revelación?

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Las noticias fueron chocantes, tanto que te traen un profundo malestar constante que no te puedes quitar con nada. ¿Cómo puede uno seguir con eso?

Mamá me había dejado hundirme en mí miseria por un par de días, lo cual agradecía mucho porque no estaba en el animo para hacer nada. Absolutamente nada.

Mis amigos vinieron a visitarme un par de días al ver qué no aparecía en la escuela e intentaron animarme, pero ya sabemos que no son los mejores en eso, aún así, dieron su mejor esfuerzo y aprecio eso, pero creo que nada de lo que haga pueda levantarme el animo después de lo que ocurrió.

De verdad me sentia algo patética por lo que había sucedido y estaba algo enojada.

Por un lado no podía evitar pensar que todo el mundo sabía menos yo y que nadie fue capaz de decirme la verdad para evitar esta tragedia, por otro lado, reconocía el punto de vista de no querer hablar sobre el trasfondo de la partida de Dazai de la Port Mafia y todo el desastre que causó para no traer de vuelta el doloroso recurdo.

Pero lo hecho, hecho está y no hay nada que pueda cambiar eso.

Mamá también intentó subirme el animo, lo cual me hacía sentirme el doble de peor cuando no funcionaba porque sabía que se sentia culpable, pero nunca lo culpe a él.

Él había pasado por este mismo dolor y peor, creo que aún no lo superaba del todo, pero de todas formas él se centraba en mí, olvidándose de él.

Me había dejado faltar a la escuela el tiempo que sea necesario cuando vio mí rostro que parecía no tener vida últimamente y creo que se paniqueo un poco.

-Mamá, de en serio, estoy bien-Le había dicho aquella vez durante el desayuno luego de que disocié en la mesa-. Puedo seguir con mí día aunque no lo parezca.

-Nunca quieres ir ¿y ahora si?

Luego de esa charla me tumbé en la cama con el uniforme a medio hacer y lloré por lo que restaba del día.

Eso también era algo que no me gustaba. Yo no solía llorar, mamá bromea diciendo que tengo el corazón duro porque solo lo hago cuando algo de verdad me dolió y si lloro, solo son un par de lágrimas y nunca se extiende por tantas días como ahora.

Pero esto no era un pequeño crush de la escuela, no era una pelea con Mika o Daisuke, era mí padre biológico que oculto cosas tan importante sobre mí, como el hecho de que sabía que existía y nunca dijo nada al respecto.

Este tipo de dolor era diferente y dolía diferente.

Últimamente mucha gente entraba y salia de mí cuarto. Akutagawa había venido casi todos los días a acostarse junto conmigo, no decíamos nada, solo nos quedamos en silencio y ocasionalmente Akutagawa decia una que otra cosa.

Kouyou también vino y me forzó a tomar una ducha mientras me regañaba diciendo que me estaba comportando mal con mamá.
Eso era otro tema.

Cada vez que él entraba a mí cuarto yo evitaba su mirada y contestaba de forma cortante. Parecía como si estuvieramos peleados, pero el caso es que no quería verlo a la cara pensando que si lo hacía vería otro recuerdo doloroso y no estaba lista para eso.

Por eso mismo, la casa se mantenía en silenció constante, donde antes había risas y pequeñas discusiones, ahora reinaba el silencio incómodo.

Había pasado casi un mes en este ambiente. Mamá logró que pueda seguir con las clases desde mí casa, mis amigos venían a explicarme los temas y yo les entregaba la tarea a tiempo para que se la den a la profesora.

Y en todos esos días, no había dejado ninguno mi habitación.
Bueno, hasta ahora.

La puerta de mí habitación se abrió muy despacio y por ella parecía que no se asomaba nadie hasta que por debajo de la cama un pequeño rostro aparece.

La guía de cómo encontrar un padre ausente | Soukoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora