El Director [+18]

Capitulo 5

El Director me ha llamado.
No me puedo dar el lujo de ignorarlo por más que quiera ya que sigue siendo el Director.

Está vez su secretaria no está, así que toqué la puerta y él me pide que pase.

Abrí la puerta y él me mira.

— Hannah, no creí que vendrías. — Me sonríe.

— Tuve que hacerlo ¿Que es lo que quiere?

— Ven, pasa por favor.

Entré y me senté, lamentándome de que se me olvidó mi gas pimienta en mi casa.

— ¿Por qué me llamó?

— Deja de llamarme de usted, llámame Steven.

— No lo haré ¿Que quiere?

— Aunque trates de alejarme de ti con tu trato tan cruel, déjame decirte que eso jamás te va a funcionar, solo haces que me gustes mucho más.

— ¿Eso era lo que quería decirme?

— En parte si, se que a tu compañero lo han estado molestando, y no solo Rachel, ahora son la mayoría del salón.

— Así es, gracias a su sobrinita berrinchuda ahora todos molestan a Marcos.

— Si, y también sé que tú lo has estado protegiendo ¿Por qué?

— Porque es mi amigo punto.

— ¿Estás segura que solo eres su amiga?

— Si.

— Bien, porque me darían muchos celos verte con él, o con alguno otro hombre si te soy honesto.

— …

— La cosa es… que tengo un pequeño trato para ti.

— ¿Trato? ¿De que trato habla?

— ¿Quieres que tú amigo viva feliz?

— ¿Si…? ¿A qué viene todo esto?

— A que yo te puedo ayudar, puedo hacer que todos en este lugar incluyendo maestros, dejen de molestar a tu amigo.

— ¿Cómo?

— Quiero que tú me pertenezcas a cambio de su protección.

— ¡¿Está demente?!

— ¿Quieres que él sea feliz?

— Si pero…

— Solo se mía.

— ¡Jamás! ¡Tu estás demente!

— Suena tan lindo cuando me llenas de "Tú"

— Pues escúchame, ¡Si vuelves a llamarme para otro de tus locuras! ¡Llamaré a alguien!

— ¿Y a quien vas a llamar? Tengo a todos comiendo de la palma de mi mano, nadie se atrevería a hacer algo sin mi permiso, además, es mi palabra contra la tuya.

— ¡Loco!

Me levanté — ¡No me vuelvas a llamar en tu vida! ¡Si no fuera por Marcos te juro que yo ya no estaría aquí!

Di la medio vuelta y comencé a caminar hacia la puerta

— Se que tu amigo está pensando en irse de aquí, está pensando en cambiar de universidad.

Volteo — Mientes.

— Yo solo te digo la verdad, pero si cambias de opinión — se acerca y me da un trozo de papel — llámame, estaré tan feliz de recibir tu llamada. — me da un beso en la mejilla, yo lo limpié con la mano.

— Demente.

Salí y azoté la puerta

Guardé el papel en mi bolsillo del pantalón y me alejé lo más que pude de allí

No haría eso sin decirme
¿O si?
No
Pero es… si tiene algo de sentido

Las salidas tempranas a veces no venía.

Yo soy su amiga, tengo que protegerlo mejor.

Soy su amiga.
Soy su amiga.
Soy su amiga.

Hoy no vino, así que salí sin que nadie se diera cuenta y me dirigí a su casa.

Tardé más de lo esperado pero llegué a fin a su casa.

Ojalá no se moleste por venir sin avisar.

Toco el timbre y una señora me recibe

— ¿Si?

— Buenas tardes, ¿está Marcos?

— Hijo — Gritaba desde la puerta hacia dentro — te llaman.

Marcos sale y se sorprendió a verme

— Yo iré adentro para darles privacidad.

— Gracias mamá

Ella entra

— Hola

— ¿Es verdad?

— ¿Que?

— ¿Estás pensando en cambiar de universidad?

— Si, lo siento mucho, quería decirte, solo que no encontré un buen momento para hacerlo.

— Entiendo ¿Cuando te irás?

— Unas vez concluya este semestre.

— Tengo que irme

— Hannah…

— ¿Si?

— Pero trataré de ir todos los días para estar contigo.

— ¿Lo prometes?

— Claro que sí.

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