Capítulo 5

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He salido como alma que lleva el diablo, no me gusta la sensación que mi cuerpo emite cuando estoy cerca del el, no soy capaz de pensar claramente, aunque es extraño que siempre esté detrás de mí y cuando dijo siempre es siempre

Yo solo quiero volver a mi vida que todo sea como antes y poder dormir hasta que se me hinchen mis ojos o 24 horas si es necesario.

Recorro los pasillos, aún siento la presión en mi pecho aún así si puedo respirar.

Veo como pasa una sombra por el fondo del pasillo, corro a si el sin pensarlo, quizás no sea el asesino pero no me iba a quedar parada ahí sin hacer nada.

Recorro pasillos sin detenerme hasta que siento como me toman de brazo y me adentran al salón, me empujan con fuerza en la pared, soy incapaz de moverme, estoy a punto de gritar por ayuda, pero en cambio se posa una mano enzima de esta, impidiendo que mi voz salga. El salón está totalmente a oscuras, las persianas están abajo no dejan entrar un solo rayo de luz del exterior.

Voy morir por fin pobre dormir mis horas. No más que no sean en el infierno porque hace un calor de los mil demonios.

Trato de ver quién es a pesar de la oscuridad, pero en cambio no logro ver quién es, trae una capucha que cubre su cara junto con un cubre bocas negro que no deja ver nada, puedo apreciar como sus ojos brillan ante la oscuridad.

—Te doy a quitar la mano pero no debes gritar.....Entiendes— su voz es algo ronca y varonil, muevo mi cabeza en forma de afirmación, quita su mano y la guarda en la bolsa de su pantalón.

Me alejo lo más que puedo, me doy la vuelta, tomo el frio pomo de la puerta pero esta no sede:

«pues que esperabas, que te dejará la puerta sin pestillo».

Ops conciencia es que no he dormido mis 12 horas diarias y no pienso bien.

Escucho como se aclara la garganta atrás de mi.

—sabes que está con llave... No puedes salir, crees que te iba deja ir.. que graciosa—volteo a verlo se encuentra sentado en una butaca con la capucha abajo, solo puedo ver como algunos mechones de pelo castaño estos caen en su frente, se los trata de acomodar pero estos vuelven a su mismo lugar.

—si verdad, soy muy graciosa jajaja, solo está viendo que tan listo eres, además solo estaba cerciorándome si de verdad la cerraste bien , ya sabes hay que estar muy seguros—me dejo caer en suelo, con la espalda recargada en la puerta—además no he dormido bien, aun se esta reprogramando mi cerebro

—jajá, no sé qué vio en ti, ni cerebro tienes— una sonrisa surca en su cara

—Si tengo solo que se está reprogramando

—entonces vuelvo cuando se te reprograme, como si tu vida no estuviera en peligro

—está bien, dime, tratare de entenderte pero te digo algo no sé si te comprenda del todo

—por supuesto, me han mandado a dejarte, esto—saca la mano de su pantalón con algo entre sus manos, se pone de pie y se acerca hacia mí—extiende tu mano—

—am para que quieres mi mano, tienes unos fetiches raros

—jajaja, te superas de verdad, que me des tu mano-Extiendo mi mano hacia el, este deposita una cadena con una flor roja.

—y esto como se supone que me va ayudar—hace el intento de hablar, pero lo interrumpo—ya se el asesino va saber que no me debe matar porque traigo una cadena con rosa, gracias eres mi héroe

—Dios, sabes que piensa lo que quieras, se ve que aún no procesas la información—después de eso no escucho nada, me distraigo viendo la pequeña flor roja. Volteo hacia el aún sigue moviendo sus labios

Verdad o mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora