"Muestra de dolor".

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- ¿Es cierto?

- Es cierto, lo he visto.

- No es cierto, él no haría eso, al menos no por sus hijas, no querría que lo vean en ese estado. - mencionó Samy mientras miraba con desesperación a Juan y a Ama, que la acompañaban en casa de su madre, mientras veían a las gemelas.

Habían visto a Félix en mal estado, ebrio y en la calle, a altas horas de la noche, rondando por la casa de su esposa, en donde se encontraban también sus hijas, algo que seguro había sido influencia de sus amigos, puesto que él no era así.

- Samy, creo que le afectó mucho que te fueras de casa.

- Sabes que fue por una razón en específico, no veo la hora de volver a mi vida normal, lo extraño tanto. - pasó ambas manos por su rostro mientras suspiraba fastidiada.

- Deberías volver ya, Juan y Filis pueden arreglar ese pequeño problema.

- Me apunto. - mencionó Osvaldo a coro con ambos antes mencionados.

- Exacto, si llega una mujer nos metemos Ama y yo. - mencionó Ari con una sonrisa.

- ¿Hablan enserio?

- No veía la hora de volver a abrazarlo, es más, iré ahora a mi casa, no aguanto más estar metida aquí, parece que mis papás necesitan espacio, acompañenme, no quiero ir sola con las niñas.

Todos asintieron, mientras se preparaban para ir al auto.

- Vamos.

Valdo manejaba, Ama y Filis cuidaban a las gemelas, Ari y Juan conversaban y Rivers descansaba viendo a la ventana.

- Llegamos, nos vemos luego, Samy.

Bajó a sus gemelas, mientras ellas caminaban, ella en una mano llevaba la pequeña maleta que había traído de la casa de sus padres.

Tocó la puerta, temerosa y con ansias, mientras sus niñas sonreían, querían ver a su papá una vez más.

- ¿Quién?

Abrió la puerta, sus ojos se iluminaron, Félix volvía a ver a los tres amores de su vida, su esposa y sus hijas, ¿qué más podría pedir?

- Las extrañé demasiado.

Besó delicadamente las frentes de sus pequeñas hijas, cuando se saludaron ingresaron a la sala de star, mientras las gemelas caminaban, Samy sonrió al verlo.

- Te extrañé, más de lo que pensé.

Félix sonrió y dejó un leve beso en su comisura labial, mientras la abrazaba.

- Lo sé, Ama me lo dijo.

- Te extrañé, te amo, Samantha Rivera.

Sonrieron y se abrazaron como si fuera la última vez que lo harían.

- ¡Mami y papi se besan, agh!

Mencionaron las pequeñas, mientras reían, los cuatro se pusieron a jugar con las almohadas, todo volvía a ser de color.

Ahora, su vida era él, y solo él, el amor estaba ahí, en realidad, jamás se fue.

(Prdn q todo sea corto! :(, hasta aquí el cap, gracias por leer <3)

&quot;Tu vida soy yo y solo yo&quot;. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora