DOS

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                                  KARMA

Ya han pasado tres días desde que la encontramos, mi informador solo nos dijo que la prometida de James Donna estaba en nuestro territorio, pensaba que era otra artimaña de ese cabrón para intentar sabotear algún cargamento o algo parecido, la sorpresa fué cuando la vimos en ese estado tan deplorable, malherida y refugiándose en un comercio. No he vuelto a verla pero su imagen se ha quedado grabada en mi mente. Me crea curiosidad, me resulta increíble que una persona con esas heridas pudiera andar los kilómetros que separan Wells de Nearon. No se lo que ha podido pasar, pero si de algo estoy seguro es que ella me va a traer problemas.

Pasaba la mayor parte del tiempo en una villa que estaba entre medias de dos montañas al norte de Wells, es un lugar que habíamos reformado para que nos valiera como centro de operaciones, la ubicación de la casa era la perfecta para no ser vistos y nos permitió poder diferenciarla en dos alas, en el ala Oeste estaba nuestra cámara acorazada, en la que controlamos nuestra economía, habían varias salas de reuniones, un gimnasio, varias habitaciones y baños. Todo estaba preparado para que mis hombres pudieran estar cómodos ya que pasaban muchas horas trabajando. En la zona baja de esa ala habíamos construido una especie de celdas y alguna sala en la que se produccian los interrogatorios, ahí se encontraba ella junto con dos maleantes que habiamos pillado robandonos en uno de nuestros bares. En cambio, El ala Este de la mansión estaba destinada solo para mi disfrute,solo mis dos hermanos y yo sabíamos la clave para poder acceder a ella. En la parte baja se encontraba la cocina, el salón y un despacho, al fondo esta el gimnasio al que acudía cada mañana a las 5 de la mañana para mi sesión de pesas y cardio, a la derecha estaba un baño preparado con la última tecnología para la recuperación física, también tenía una mini sauna y una camilla para cuando venía el fisioterapeuta. En la parte de arriba se encontraba la habitación principal, con un vestidor y un baño, había otras dos habitaciones mas pequeñas que nunca se ocupaban, aunque mis hermanos sabían la clave, nunca se quedaban a dormir, para ellos era como ir a la oficina y luego volvian a sus casas, sin embargo, yo, prefería quedarme aquí que ir a mi casa, aquí tengo todo lo que necesito y siempre había alguien con quien charlar o tomarse un buen ron.
Estaba en una de las salas de reuniones supervisando los últimos pagos cuando uno de mis hombres entró.

— Se niega a comer, y yo me niego a volver a entrar en esa celda, me ha mordido karma, esta loca.— Me enseñó su dedo índice envuelto en una tirita.

— Vamos Ben, hemos lidiado con asesinos, traficantes, ladrones...creo que podrás con ella.— No pude evitar sonreír.

Ben es uno de mis mejores hombres, ha luchado a mi lado infinidad de veces. Ser la persona que gobierna una ciudad tan grande como Wells era estar constantemente en guerra. Mis dos hermanos y yo hemos dedicado toda nuestra vida a mantenernos en el poder, las cosas se hacían como nosotros queríamos y nos había ido muy bien, la ciudad tenía poder sobre otras ciudades, muchos otros gobernadores querían hacer negocios con nosotros lo que nos permitía seguir creciendo y adquiriendo nuevos territorios.

— No sabes el carácter que tiene, menuda joyita nos ha venido a visitar.

—¿No a dicho porque esta aquí? quiero saber lo que ha ocurrido.

— Nada, no ha soltado ni una sola parabra que no sean insultos por esa boquita.

Su boca, cuando la metí en el coche me permití observarla , sus labios son de un color rosa pálido, parecían jugosos, su imagen volvió a mi mente.

— Entonces habrá que sacarle las palabras de otra manera, quiero saber si todo esto es un truco de la familia Donna para robarnos, si es una espía o si tiene algún otro plan.

— No se que decirte Karma, la ha visto un médico esta mañana a primera hora, tiene múltiples contusiones por todo el cuerpo, dos costillas rotas, y un corte en el brazo que requiere puntos aunque no se ha dejado coser. No me fio de ella, pero no creo que se haya dejado infligir todo eso para colarse aquí. Dijo mientras se servía una copa.

Todo comienza contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora