DIEZ

29 8 2
                                    

                                  KARMA

Berta me recordaba mucho a mi madre, siempre al servicio de otras personas, ayudó a Keira sin pensarlo, sin querer obtener nada a cambio, su formas de hablarla me decía que Keira la había cogido cariño y por eso su cara se puso muy triste al prometerla volver cuando no era cierto aunque lo intentara disimular. La empezaba a conocer y me iba dando cuenta de pequeños gestos que la delataban, como cerrar los puños, ponerse los mechones que la caían de la coleta constantemente detrás de las orejas...eran leves pero ahí estaban todas las señales para saber como se sentía.
— Adelantate tú preciosa, quiero comprar unas cosas para la casa.— Cuando salió de la panadería a esperarme, pedí varios productos, pan, bizcochos y pasteles a la sobrina de Berta, seguro que Sammy me reñirá por comprar tanto dulce, cuando me dijo el coste de lo que había pedido, la abrí la mano y deje un fajo de billetes junto con una nota en una servilleta " Gracias por cuidarla, ahora me toca ami" que había escrito a escondidas en un despiste de Keira cuando se puso a hablar con Berta antes. La sobrina de Berta se puso blanca y me miró desconcertada.
— Sshh, no digas nada y hazme el favor de dárselo a tu tía.— Es lo mínimo que podía hacer, y se que el día que se lo cuente a Keira, estará de acuerdo conmigo.

Continuamos nuestro paseo, quería que viera la gran cantidad de cosas bonitas que le ofrecía esta ciudad, quizás con la esperanza de que esto la hiciera cambiar de opinión y se quedara, o quizás era mi forma de despedirme de ella. Cuando noté que su mano iba muy a menudo a tocarse el vientre, sabía que su periodo era mas doloroso de lo que hacía ver, asi que pusimos fin a nuestro paseo por la ciudad, no sin antes pasar a por algo de comer en uno de mis restaurantes de comida rápida favoritos, la llevé hasta un mirador y allí, subidos al capó del coche, nos comimos unas patatas fritas con una hamburguesa, deambulamos por diferentes conversaciones, jugamos a ser una pareja normal, y he de reconocer que no se nos daba mal, se apoyó en mi pecho y vimos el atardecer más bonito que había visto en mi vida, al cabo de un rato, la noté algo soñolienta, los analgésicos debía estar haciendo su efecto, recogimos todo y volvimos a la casa. Antes de bajarnos del coche la cogí de la mano.
— Keira, tenemos que hablar.— Pensaba hacerlo durante todo el día pero no encontraba la manera de comenzar.— Mañana, aprovecharemos que vienen los hijos de Sammy de visita y todos beberán más de la cuenta para sacarte de la ciudad, yo no puedo hacerlo, necesitamos tiempo y que me ausente se la fiesta, levantaría todas las alarmas, te irás con Rick que te estará esperando justo al final del jardín, donde tu y yo.....bueno ya sabes, él te llevará en coche hasta el puerto y te dará instrucciones de lo que vas a tener que hacer a continuación. Fíate de lo que te diga, te ha conseguido nueva identidad para que nadie te pueda encontrar.— Ni siquiera a mi se me había dicho el nuevo nombre que la había conseguido, así sería mucho más fácil olvidarla o eso esperaba. Se quedó mirando fijamente la guantera del coche, estaba asimilando todo lo que la acababa de decir, esta sería nuestra última noche juntos. Se bajó del coche asintiendo y se metió en la casa, yo esperé varios minutos más antes de ir detrás de ella.
Cuando nos acostamos en la cama, se volvió a apoyar en mi pecho y yo la arropé con mis brazos, sentí como una lágrima escurría por mis costillas, sabía el sabor amargo que sentía en su interior porque yo sentía lo mismo, así que le dije exactamente lo que la dije la primera noche que dormimos juntos.

— Shh preciosa, todo va a estar bien.— La acaricié hasta que se quedó dormida, ami me costó algo mas conciliar el sueño, quería capturar este momento para recordarlo el resto de mi vida.
A la mañana siguiente la dejé dormir más, se había movido bastante así que imaginé que agradecería dormir un par de horas más, me fuí al gimnasio un par de horas, me duché y arreglé, hoy iba a ser un gran día.

— Vamos, o llegaremos tarde a buscarles.— Ronan me estaba esperando, quedamos con Sammy en que iríamos a recoger a sus hijos al aeropuerto.
Cuando llegamos, vimos por las pantallas que venía con retraso así que decidimos ir a tomar algo.

Todo comienza contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora