SIETE

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                                   KEIRA

— Vale, ahora mismo me estáis dando una envidia de alucine, pero quiero la piscina limpia mañana por la mañana.— Casi me da un ataque al corazón del susto que me dió la voz de Ronan.
Karma, digo Liam, acababa de darme los mejores orgasmos de toda mi vida, se me había olvidado por completo que estamos en la piscina, en medio del jardín, y que cualquiera podía vernos. La vergüenza se instaló en todo mi ser, traté de cubrirme con la toalla lo más rápido posible, ni siquiera podía mirar a Ronan a la cara.
— Te prometo que mandaré que la limpien. — Dijo Karma encendiendo un cigarro, estaba desnudo pero no se molestó en taparse, si no que al contrario de eso, se acomodó en una tumbona. No daba crédito, vale que su cuerpo debería de exponerse en un museo, pero nos acaban de pillar y él ni se había inmutado.

— Vale, me voy o me sacaras un ojo con eso que tienes ahí.— Señaló el pene de Karma.— Siempre es un placer verte Keira.— Me guiñó el ojo como de costumbre y desapareció por el jardín.
— Dios mio, no podré volver a mirar a tu hermano a la cara nunca más.— Dije mirando como Karma seguía con su nudismo en el jardín.

Me tendió la mano y me acomodé en la tumbona con él, cogí la toalla a modo que ocultáramos nuestra desnudez.
— Creeme, he visto a Ronan en toda clase de situaciones, una vez, le encontré haciéndose un trio en la cocina, los tres estaban rebozados en chocolate, Sammy le hizo recoger toda la escena al día siguiente.— Se río mientras yo estaba alucinando, no quería imaginarme la escena y me sorprendía que ellos trataran el tema con tanta naturalidad.

— Oye preciosa.— Se puso serio y me dió un beso en la sien.— Tengo que irme, me tengo que preparar para la reunión.

La realidad me dió en la cara con una fuerza enorme, acabamos de amarnos, y ahora solo podía pensar que en un par de horas, se estaría decidiendo mi futuro.

— Quiero que sepas, que yo no quiero hacer esto, si dependiera de mí, los mataría a todos, pero Colin esta fuera de sus cabales, me ha desafiado delante de los consejeros, esta convencido que el trato con la familia Donna será una gran oportunidad.—Tenía la mirada perdida, dudaba en seguir hablando, finalmente, lo hizo.— Tengo un plan, te ayudaré a escapar, no pienso dejar que vuelvas con James, no después de lo que te hizo. — Me acariciaba el pelo suavemente.

Con la ayuda de Karma, sería más fácil desaparecer de la vida de James para siempre, aunque eso también significaría que no volvería a verle. Ahora me doy cuenta porque quería que le mirara, que dijera su nombre, su verdadero nombre, era su forma de despedirse. Se me partía el corazón en mil pedazos de pensarlo, pero tanto él como yo sabíamos que estar juntos era imposible.

— Ayudarme te pondrá en peligro, no puedo dejar que lo hagas, me las arreglaré sola.

—¿ Crees que les tengo miedo?, oyeme bien pequeña, nadie, absolutamente nadie en este mundo va a impedir que yo te ayude a conseguir la libertad que te mereces.

— Karma, llevame a la reunión.— No lo pensé demasiado antes de decirlo.— Si se va a hablar de mi, lo mas justo es que este presente.

Sus cejas se elevaron, se incorporó y quedamos a la misma altura, sus ojos verdes se clavaron en mi.

— Eso es imprudente, además no quiero a James cerca tuyo, no te pondré en peligro.

— Por favor Karma, quiero estar presente, prometo no hacer nada imprudente y quedarme cerca tuyo.— Mis ojos suplicantes estaban haciendo efecto, lo noté al ver  que bajaba la mirada, lo estaba barajando.

— De acuerdo, pero te quiero a mi lado en todo momento.

Le di un beso rápido en los labios sonriendo y me fui directa a prepararme, tenía que darme prisa. Aunque no fuera el motivo principal de la reunión, sabía por James que siempre empezaban por una fiesta hasta altas horas de la noche, así la mayoría se emborrachaban y luego estaban mucho mas dispuestos a hacer negocios. También me contaba que a esas reuniones se acudía con sus mejores galas y con todo tipo de extravagancias, para mostrar lo bien  que les iban económicamente, o al menos aparentarlo.
Llegué al vestidor y me puse a pensar en lo que me iba a poner, tras varias opciones , me decidí por un  vestido largo de color burdeos, el vestido tenía varios detalles con tela de encaje en la parte alta que hacía que se descubriera un hombro y en la parte de abajo había una abertura lateral que llegaba a la altura del muslo.
Me desvestí y me metí en la ducha, el agua estaba un poco fría, con las prisas no le había dado tiempo a calentarse pero no me importaba. La puerta del cuarto de baño se abrió y apareció Karma, estaba desnudo, el sol le había bronceado su cuerpo perfecto y se le apreciaba la marca del bañador. Me miró de arriba abajo y se humedeció los labios, mi centro reaccionó inmediatamente.
Le tendí la mano, ducharme con él no estaba en mis planes pero tenerle mirando mientras yo me duchaba me parecía raro.
— Si tu me lo pides, tendré que ducharme contigo.— Dijo entrando en la ducha, sus hoyuelos se asomaron junto con esa mirada pícara.

Todo comienza contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora