Jenn ×× Allen

Joven aburrido; belleza paciente...

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Era un día lluvioso, acompañado de un viento fuerte. La gente se refugiaba en sus hogares buscando el calor del hogar.
En medio de la lluvia un joven encapuchado caminaba de manera tranquila sosteniendo una bolsa, llevaba un conjunto de ropa negra.

‘Que hermoso clima ’ Pensó el joven mientras seguía caminando, no se preocupaba por qué se mojara lo que había dentro de la bolsa ya que estaba bien protegida.

Pasa a paso disfrutando de la lluvia, tarareando una melodía de música. Tras caminar un rato el joven llegó a su hogar, abrió la puerta con la llave y entró.

Se sacó las zapatillas y su abrigo dejándolos aún costado en la entrada. Pasó por el living, la casa estaba en silencio, solo el sonido de la lluvia resonaba por todo el ambiente.

Subió por las escaleras para luego ingresar a una habitación, donde se sentó en una silla al lado de un escritorio. Abrió la bolsa y saco una caja que estaba encintada.

“Al fin... Llego el momento de comenzar con todo esto” Comentó el joven con un leve suspiro, su mirada era apática y fría. Pero una leve emoción había aparecido al abrir la caja, sacando el envoltorio se pudo ver una notebook completamente nueva.

Dejó la caja aún lado y colocó la notebook en el escritorio. La encendió, la nostalgia se denotaba en su mirada.

‘Al fin ... Ya era hora de que pueda publicar mis escrituras nuevamente ’
Pensó con una leve sonrisa el joven, llamado Allen.

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Usuario: - Kaynlith - ]

Allen tenía como pasatiempo escribir poesías, y novelas en internet. Simplemente lo hacía para saciar ese aburrimiento en su vida diaria, ya que tenía bastante tiempo libre.

No sé fijaba demasiado en la cantidad de vistas de sus novelas o si les gustaba a la gente. Aunque si veía que al parecer bastante gente leía sus escrituras, algo curioso.
Su novela más leída tenía 14.700.000 vistas, algo que incluso a él le sorprendió.

‘Eh incluso desde que publique esa primera novela estuve recibiendo donaciones de gente que les gustaba la novela.’ Pensó Allen al recordar cómo tras publicar la novela, recibía constantemente donaciones, algunas de grandes cantidades y otras de hasta el mínimo. Pero todo aportaba.

Debido a eso, el tuvo que publicar a sus lectores que no tenían por qué donar, que él se los agradecía el gesto. Pero fue inútil, al parecer luego de eso la gente continuó enviando más.

Mientras pensaba en eso, seguía escribiendo con calma. Le agradaba esos momentos cuando solo estaba él y su imaginación.

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En un apartamento lujoso pero simple. Se encontraba cierta mujer de aspecto delicado pero hermoso, su nombre era Jenna Ortega.

Se encontraba buscando algo en su habitación, en los muebles, debajo de la cama y no encontraba.

“¡Aliyah!” Gritó en voz alta Jenna, segundos después llego corriendo su hermana. Aliyah quien tenía un rostro preocupado:“¿Que sucede, paso algo?”.

Jenna la fulminó con la mirada y dijo lentamente:“Si, ¿donde está mí notebook? La necesito ahora”.

“Ah...emmm, si ya recuerdo, enseguida vuelvo” Dijo Aliyah recordando donde lo había dejado, se dio la vuelta y salió de la habitación buscando la notebook.

Jenna simplemente suspiró y se sentó en la cama esperando a su hermana. Deseando que lo encuentre y no haya perdido o borrado nada.

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