ʸᴼ ˢᴵᴱᴹᴾᴿᴱ ᴳᴬᴺᴼ // ᴼᴸᴵⱽᴵᴬ ᴿ.

✧Deseo✧

Horas después »
📍: Hospital.
(Narrador)

Tay, Diego, Jennette, Miranda y Diana se encontraban en las primeras horas de clase mientras que Ross, Max, Olivia y J seguían en el hospital, a esta última la encontraban arreglando para entrar al quirófano junto con el señor Rodrigo.

- ¿Estás bien?.- le preguntó J a la castaña, la cual se veía un tanto inquieta.

- Tengo miedo...¿Qué tal si esto no resulta como esperamos y las mínimas probabilidades de que alguien muera se vuelvan realidad?. Nos hemos reconciliado y mis padres al fin nos comprenden como para que todo esto se vaya a la basura...

- Olivia, tranquila.- comentó J al ver cómo su chica empezaba a tartamudear.- Todo va a estar bien, confía, por favor.

- ¿Y sino?.

- Y sino... Volveré en la otra vida para reunirme contigo.- sus manos fueron unidas.- Te amo Olivia, y mucho. Nunca lo dudes.- le sonrió por última vez notando como la enfermera entraba a la habitación.

Era hora de entrar al quirófano.

- Bueno...- J se alisó la bata que ya traía puesta y se acomodó su gorro.- Es hora.- soltó tratando de ocultar los nervios.- ¿Podrías entretener a mis papás por mientras?. Digamos que más a mamá, suele odiar los hospitales.- Olivia asintió comprensiva.

- Está todo listo, podemos pasar al quirófano.- avisó la enfermera amarrando mejor la bata de la pelinegra.

- Adiós.- se despidió por último de J viéndola salir sin mirar atrás.- Te amo.

[°°°]

La mamá de J mentiría si dijera que no estaba nerviosa. Odiaba con toda su alma los hospitales desde que tuvo a su hija. También temía que su hija no saliera con vida de aquella operación.

Pero por otro lado, estaba el papá de J. El cual tomaba pacíficamente de su café, pues sabía que todo iba a resultar de forma exitosa, además, podría confiar más conociendo lo fuerte que es su hija, así que podría tomar y comer como si nada.

- Olivia, me estás poniendo más nervioso y de seguro también a tu suegra...que diga, a la mamá de J.- soltó Max viendo a su hermana caminar de lado a lado. Parecía que en cualquier momento iba a excavar un hoyo en el piso.

- Lo siento.- se disculpó sentandose en medio de los chicos y tomando la mano de su hermano.- Están tardando.

- Entraron hace apenas...- Ross miró su reloj.- Media hora...

- Para mí es mucho.

- Concuerdo con Olivia.- concordó su suegra.- ¿Y si le sucedió algo a mi hija?.

- Mujer, tranquila. Además, recuerda que no solo nuestra hija está allá adentro, también el señor Rodrigo.- su esposa le sonrió nerviosa.

- Si, lo siento.

Y así pasaron segundos, minutos que se hicieron horas hasta que al día siguiente solo estaban Max, Olivia y el padre de J.

- Ya le envié un mensaje a mi esposa, a mi hijo, a mi papá y a mí hermana. Les enviaré otro en cuanto nos den noticias.- el papá de J guardó su celular.- Por mientras, cuéntame Olivia. ¿Ya eres parte de nuestra familia?.