Capítulo 2; el equipo.

46 9 1
                                    


Ambos chicos se separaron con lentitud, esperando algunos segundos a caer en cuenta mientras se miraban fijamente a los ojos. Los colores subieron por el rostro de Naruto hasta que Sasuke pudo reaccionar, y se apartó de un empujón, casi tirando al rubio del pupitre. El salón de clases, que estaba sumido en un silencio insistentemente incómodo, comenzó a llenarse de barboteos y exclamaciones.

Las niñas del salón no cabían en su enojo. Ni hablar de Sakura, quien apretaba los puños comenzando a arrinconarlo. Fue seguida a sus espaldas por el resto de sus compañeras, las cuales lucían igual de atemorizantes que ella. Todas soltaban improperios en dirección a Naruto, quien se mordía el labio para contenerse las palabras.

—chicas, fue un accidente, lo juro.

Trató de hablar, levantando sus manos en señal de calma. Quería alejarse pronto, pues parecía que iban a asesinarlo. Pero cayó de espaldas sobre el suelo en el instante que uno de sus compañeros le metió el pie haciéndolo tropezar. Pudo oír unas carcajadas de diversión que provenían de otros dos chicos de su clase, quienes participaban activamente en toda broma que tuviese como objetivo complicarle la estadía en la academia.

Ino, otra fascinada por Sasuke, sostuvo a Naruto por el cuello de su chamarra. Lo levantó varios centímetros del suelo y lo dejó caer. Quedando tirado en el suelo, se cubrió el rostro con su brazo, haciéndose bolita en el suelo, sabiendo que no podía escaparse.

Sakura levantó la mano, amagando para golpearlo y él apretó los ojos con fuerza. Estaba acostumbrado a que sus compañeros se unieran para hacerle bromas, o tan simplemente molestarlo. Era raro si pasaban días donde aquello no ocurriera.

Pero el golpe jamás llegó.

Levantó su cabeza con lentitud. Sintiéndose sorprendido al ver a Sasuke parado frente a sí. Se interponía entre las chicas que osaban violentarlo y él, que lucía como un niño temeroso.

No como un verdadero ninja que jamás se dejaría golpear por unas niñitas.

Sasuke sostenía la mano de Sakura con fuerza, dejando sus dedos marcados sobre la piel de ella. Miró por el rabillo del ojo a Naruto, rebajándolo sin una sola palabra. Se estaba burlando y él lo sabía a la perfección.

—Deberías mantener tus inútiles manos donde nadie pueda verlas. —el comentario quemó como ácido. Siendo escupido con asco en sus gesticulaciones.

Ella retrocedió, jalando su mano para que fuera soltada.—Pero Sasuke, ¡Fue su culpa! Mira que robarte tu primer beso. Naruto, ¿Cómo eres capaz?

Este la observó desde el suelo, sin palabras. En seguida se sintió humillado. No porque niñas quisieran golpearle. Si no, porque estaba siendo defendido por la misma persona que ponía sobre él los peores apodos y motes.

Sin olvidar mencionar que más de una vez Naruto había llegado a compararse con él. Y en todos los aspectos, siempre era el perdedor. Eso hacía que no pudiera ni ver a Sasuke a los ojos.

Sintió como su estómago se revolvía de vergüenza. Así que se puso de pie, pasando por al lado de su protector. Lo golpeó con el hombro, sintiéndose a nada de estallar.

—¡Te crees mejor que todos! ¡¿eh?! Te piensas que puedes venir a defenderme, ¡Pues no lo necesito! Yo soy muy capaz de defenderme solo sin la ayuda de un arrogante maldito. —Naruto elevaba la voz exaltado, moviendo los brazos repetidas veces. Tenía su cara hirviendo de rabia.

Sasuke tomó distancia mirándolo con el ceño fruncido, chasqueando la lengua con molestia. Escondió las manos en sus bolsillos y asintió con la cabeza, restándole importancia. Seguido de ello, prefirió volver a su lugar y no entrometerse más. Algo consternadas, las chicas imitaron su accionar.

Resiliencia. (S.N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora