Capítulo 4; Discusiones y ramen.

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Los días y noches envueltos en la misión habían pasado. Cada momento se había convertido en una experiencia terrible con la cual volverían a Konoha.

Conocieron a Zabuza, un ninja exiliado que iba en compañía con, quien creían, era su subordinado. Se había nombrado a sí mismo como Haku. Culminar el objetivo se había vuelto imposible. Los desafíos insuperables. Aún más con el pesar de éstos dos nuevos enemigos quienes complicaron la situación a peores.

Y aunque durante la mayoría del tiempo Naruto y Sasuke prefirieron ignorar la existencia del otro. Estuvieron en la obligación de trabajar codo a codo para lograr zafarse de aquella situación. La fuerza descomunal que poseía el rubio en su interior, impresionó a Sasuke.

No solo a él. Dejó de piedra a todos sus acompañantes, afianzando lazos con cada uno. Sobre todo con un nuevo personaje inesperado que se había hecho con el cariño de Naruto. Se trataba del sobrino de Tazuna, un niño hiperactivo con el cual había peleado durante todo el viaje.

Ahora, con su cliente a salvo y satisfecho. Todos regresaban a Konoha con la frente en alto.

Cruzaron las puertas entre susurros, a sabiendas de todo lo que decían acerca de la primera misión completada por el rubio. Algunos inclusive se lamentaban de que regresara con vida.

-Muy bien. Creo que a partir de ahora cada uno puede seguir su camino. -Kakashi se interpuso en frente de sus discípulos.- será bueno un descanso, por lo menos por hoy.

Se miraron confundidos, sin saber que hacer. Sakura se apresuró al asegurarse de que por fin tendrían un merecido descanso.

-¿Podremos descansar realmente, kakashi? -.tenía un tono esperanzado, juntando sus manos en gesto de suplica. Quería ir a su casa y pasar el tiempo con sus padres.

Éste ansintió. -debo de informarle al Hokague de las circunstancias de la misión. -se detuvo un instante a observarlos.- Pero creo que lo más conveniente sería llevarme a uno de ustedes.

Antes de poder objetar cualquier queja, kakashi tomó a una cansada Sakura por los hombros y se la llevó a cuestas. Se despidió con rapidez del resto de sus alumnos. Alejándose para, en sus deseos internos, permitirle a los dos chicos estar a solas.

Había notado entre ellos miradas y situaciones, de las cuales prefirió no comentar.

Los dejó ahí mismo, en la entrada de la aldea. Y solos, luego de todo lo que habían pasado durante la misión. Las cosas se habían puesto aún más tensas en el instante que Sasuke vio la real naturaleza del rubio. Siendo víctima de su versión convertida en el kyuubi.

Bastante incomodo, Naruto apretó con fuerza los tirantes de su mochila. Ignoró a su compañero y le pasó por el lado caminando a pasó firme. Estaba hambriento, por lo que su primera parada sería algo que logre saciar su apetito.

-Espera.

La voz de Sasuke lo obligó a detenerse, no giró la cabeza pero se mantuvo distante esperando por lo que estuviera por decir. Estaba ansioso, necesitaba alejarse.

Se rascó la nuca incómodo.- Te... invito un ramen. O una de esas cosas que comes. -habló con duda, escondiendo las manos en sus bolsillos.

Sus mejillas se enrojecieron ante el prolongado silencio que hubo entre ambos. Silencio que fue abogado por un gritito de emoción que salió del rubio. Bufó renegado, y entonces fue él quien pasó por su lado ignorandolo. Naruto igualó el paso caminando ahora los dos juntos.

Se le llenaban los ojos de emoción, el estómago le hacía ruido con fuerza suplicante por comida. La tensión pasó a segundo plano cuando se colgó de su brazo jalando de éste entre saltitos.

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⏰ Última actualización: Apr 02 ⏰

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Resiliencia. (S.N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora