14.

46.4K 6.5K 6.2K
                                    

Jay, Anne y Harry esperaban en la sala del hospital que a Louis le terminaran de hacer las terapias. Cuando el doctor Hernández había comprobado que el castaño podía soportar las convulsiones inducidas con electricidad, habían llevado a Louis a una sala especial donde llevarían a cabo todo el procedimiento.

Llevaban más de una hora esperando, rezando y pidiendo que el chico saliera bien.

–Harry.

El rizado llevo su mirada hasta su suegra y le dedico una sonrisa cansada.

–¿Sí?

–¿Tú crees que Louis salga bien?

Un nudo comenzó a formarse en la garganta del chico. Él quería... él esperaba que todo saliera bien.

–Por supuesto –contesto sonriendo–. Louis es un chico fuerte, saldrá de esto.

Jay asintió respirando profundamente. Anne se levantó diciendo que iría por unos cafés para cada uno. Minutos después el doctor que atendía el caso de Louis apareció con guantes en las manos y una sonrisa algo forzada.

–¿Cómo está mi hijo, doctor?

Este miro a ambas personas. Harry coloco sus manos en los hombros de su suegra esperando la respuesta.

–La terapia fue todo un éxito. Louis ya se encuentra en su habitación, pueden pasar a verlo cuando quieran.

Harry arrugo el ceño.

–¿Y él? ¿Cómo esta él?

El doctor lo miro serio durante unos segundos. Suspiro quitándose las gafas y agarrándose el puente de la nariz.

–Aún no sabemos, tenemos que esperar a ver cómo reacciona cuando vea a alguien de su familia. Así que si pueden acompañarme...

Jay y Harry caminaron detrás del doctor por otro pasillo contrario a la habitación donde antes estaba Louis.

–Lo hemos cambiado de habitación –dijo parando a lado de una puerta con el numero "26" en la parte superior–. Esta contiene todo lo necesario por si algo se presenta, ya saben, precaución ante todo. Si me disculpan, me gustaría que primero viera a su madre.

Harry le asintió a Jay en afirmación.

La puerta fue abierta revelando a un Louis sentado en la cama con una intravenosa en su brazo derecho. Y otra en la parte del dorso de la mano izquierda. Estaba pálido con unas notables ojeras bajo sus ojos y uno que otro cable conectado a la parte de su frente lo que parecían especies de chupones.

–Cariño...

Louis levanto su mirada encontrándose con la de su madre. Esta se acercó rápidamente a él agarrando su mano entre las suyas.

–¿Cómo te sientes?

–Como la mierda.

Jay soltó una pequeña risilla ante eso.

–¿Qué paso?

Su madre le dirigió una mirada nerviosa al doctor a lo que este solo asintió.

–¿No recuerdas lo que paso cariño?

Louis hizo una mueca.

–Recuerdo muy poco.

El doctor dirigió su mirada a una libreta que tenía en su mano y tomo nota. Miro a Louis de nuevo observando que este solo miraba a la puerta.

–¿Esperas a alguien, Louis?

El castaño lo miro.

–Eso creo.

Trenzas {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora