Trenzas {Larry Stylinson}

6.

Harry llego hasta ambos chicos, sonriéndoles a los dos, pero sobre todo a Zayn. Estaba cien por ciento seguro que él fue que comenzó todo.

–¡Harry! –este exclamo alegre, guindándosele del cuello y besándole la mejilla.

El rizado coloco sus grandes manos en la cintura del chico sonriéndole encantadoramente.

–¿Cómo estas, Zayn? –susurro coquetamente.

Las mejillas del morocho se encendieron, mordiéndose el labio inferior.

–Muy bien –contesto en el mismo tono.

Liam rodo los ojos. Mirando la escena de ambos chicos.

–¿Puedo saber que le hicieron a Louis? –Harry pregunto apretando su agarre en la cintura del chico.

–¿¡Que!? –Zayn chillo–. No le hicimos nada. Me lastimas, Harry.

El rizado lo soltó empujándolo haciendo que cayera de culo al suelo.

–Saben que odio que me mientan, así que es mejor que empiecen a hablar.

Zayn lo miro molesto, la sangre hirviéndole al ver que Harry defendía era a Louis.

–¡Es un jodido idiota! –exclamo furioso levantándose del suelo–. Es un asco ni se porque estas con el cuándo puedes estar conmigo.

–Vamos, Harry, recapacita –ese era Liam–, Louis es un estúpido chico de 23 años que se comporta como un jodido carajito.

El rizado tenso la mandíbula. Nadie hablaba así de su novio. Nadie.

Se acercó hasta ellos. No le importaba que fueran dos contra uno. Y cerrando su mano en un puño. Le dio un puñetazo en la nariz a Zayn, este se tambaleo hacia atrás, agarrándose la zona golpeada.

–¡Me provocaste una jodida hemorragia nasal! –grito.

Fue a contestar cuando sintió el puño de Liam en su boca. Reventándole el labio haciendo que sangrara. Quedo aturdido por un momento, cuando sintió que otro golpe llegaba justo a su ceja.

–¡Y esto también se lo haremos a Louis! –el morocho exclamo.

Con una fuerza que ni él mismo sabía que tenía. Harry le devolvió el golpe a Liam haciendo que cayera al piso y comenzara también a botar sangre por la nariz. Se acercó hasta Zayn agarrándolo del cabello.

–Con Louis no te metes cabrón.

Un golpe en el estómago y ambos estaban encorvados en el suelo.

–Los vuelvo a ver cerca de mi bebé y van a desear estar muertos –advirtió.

(...)

–Louis –Jay se apoyó en el marco de la puerta–. Harry esta abajo.

El castaño se tapó más con la sabana.

–No quiero verlo.

–Está bien, le diré que se vaya y que cure sus heridas en su casa.

Louis al oír eso se levantó como un resorte de la cama. Tambaleándose en el camino. Bajo las escaleras rápidamente, encontrándose con el rizado sentado en el sofá con sangre en la cara y una bolsa de hielo en el labio.

–Harry –susurro acercándose a él–. ¿Qué te paso?

El menor le sonrió a medias, haciendo una mueca debido al dolor.

–Nada grave, amor –se quitó la bolsa de hielo del labio, dejándola a un lado–. Tenía que ir a darle un merecido a esos idiotas que te hicieron sentir mal.

El castaño hizo un puchero.

–Es mi culpa –dijo con la voz rota.

–No, bebé –Harry se levantó abrazándolo por la espalda–. No es tu culpa, mi vida claro que no.

Louis pasó sus brazos por la cintura del rizado, apretándolo más a él.

–Ellos dijeron que yo debía de ser una puta en la cama para que estuvieras con-conmigo –hipo–. Pero nosotros no tenemos tanta vida sexual.

Harry lo separo de él. Dándole un beso en la frente. Se sentó en el sofá y luego le hizo señas a Louis de que se sentara en su regazo. Este con un puchero lo hizo, colocando sus piernas a cada lado de las caderas de Harry.

–No les hagas caso, hermoso. Ellos no saben lo que dicen.

–¿Entonces porque estás conmigo? –pregunto en un susurro.

El rizado acaricio su mejilla con su pulgar. Pasándolo por sus labios.

–Porque te amo, porque eres más de lo que espero, porque eres tierno, hermoso, porque me enamoras cada día más sin siquiera esforzarte –Harry le sonrió–. Y sobre todo, porque haces las mejores trenzas.

Louis soltó una risita ante eso.

–Yo también te amo, Harry.

Y esa era una de las pocas veces que Louis le decía así.

–Yo te amo más.