Tras la Máscara Blanca

3. un encuentro

Un capítulo más. Lo bueno que esto no será muy largo pero creo que será más violento de lo que pensé que sería.

Por favor no denuncie en este fanfic.

_____________________________________________

El comprador, en medio de la devastación causada por los implacables bombardeos, había sido rescatado justo a tiempo. La figura de Chase, con su valentía y determinación, se alzaba como un faro de esperanza en aquel oscuro panorama.

Chase, con gratitud en sus ojos, se dirigió a Marshall. "Gracias por tu prontitud, mi fiel compañero".

Marshall, con humildad y lealtad, respondió: "No es nada, amigo. Es simplemente mi deber estar a tu lado en momentos como estos".

El comprador, aún temblando por la experiencia traumática, suplicó. "Por favor, llévenme a la cárcel antes de que esa cosa regrese. No puedo soportar estar expuesto a su malévola presencia".

Chase, con determinación en su voz, aseguró. "Claro que lo haremos. En la cárcel, tendrás la oportunidad de explicarnos el motivo de esta masacre y desentrañar los oscuros secretos que se ocultan tras ella".

Así, en el sombrío recinto carcelario, comenzaron a interrogar al comprador criminal, en busca de la verdad que yacía oculta en su mente perturbada.

Chase inquirió, "¿Por qué los quemaron a todos?"

El comprador respondió, "Mi intención era adquirir niños para el tráfico de órganos, hasta que emergió La Sombra Blanca."

Chase continuó, "¿Quién es La Sombra Blanca?"

El comprador explicó, "Se trata de una desequilibrada que se dedica a segar vidas. Creemos que otro cártel de órganos la contrata para eliminar a la competencia."

Chase cuestionó, "¿Esta mujer es tan peligrosa como dicen?"

El comprador advirtió, "Les ruego que no divulguen lo que les he contado, ya que vendrán por mí para silenciarme. Antes de eso, debo alertar a otros vendedores de órganos."

Chase ofreció, "Tienes derecho a una llamada, pero ¿con quién deseas hablar?"

El comprador confesó, "Esa mujer amenazó con matarlos si no dejaban de vender órganos."

La voz de Chase resonó con furia controlada mientras pronunciaba, "Agradezco  profundamente de que esa mujer no lo haya matado, porque me brinda el privilegio de ser quien lo conduzca a la cárcel maldito pedófilo."

Después de eso Chase salió de la sala de interrogatorios y se dirigió a la calle a dar un patrullaje.

.

En un edificio oscuro y silencioso, el hombre detrás del teléfono susurró su objetivo: "Tu misión es eliminar al oficial Timbre. Hay muchas señales de que es un corrupto y violador, y necesitamos deshacernos de él".

La Sombra Blanca, experta en el arte de pasar desapercibida, observó al policía con su mirada fría y penetrante. Este se encontraba junto a una chica golpeada y llorando, aparentemente de tan solo 13 años.

La tensión se hizo palpable mientras la Sombra Blanca preparaba su arma, un mortífero Barrett M82. Con esta arma de precisión, las posibilidades de fallar eran mínimas. Apuntó directamente a la cabeza del corrupto oficial, esperando pacientemente a que cometiera una acción ilegal para actuar.

La niña fue tirada al piso mientras levantaron su trasero al aire. Everest no iba a tener piedad con este policía.

BANG

Cuando la niña abrió los ojos una bala penetró el cráneo del hombre mientras la sangre comenzó al ser salpicada. La niña no sabía qué había pasado Pero sabía que fue salvada de ser violada.

Everest descendió rápidamente del edificio y se dirigió hacia el laberíntico sistema de alcantarillado de la ciudad. La policía rápidamente se dio cuenta de lo que había sucedido, pero para entonces ella ya estaba muy lejos. Disfrazada de civil y sin máscara, era casi imposible identificarla.

Emergiendo de las profundidades de las alcantarillas, el Everest se mezclaba perfectamente con las bulliciosas calles, caminando como si todo fuera perfectamente normal. La gente pasaba corriendo a su lado, completamente inconscientes de la extraordinaria hazaña que acababa de lograr.

Mientras caminaba, una escena alarmante se desarrolló ante sus ojos: un hombre intentaba secuestrar a un niño. Sin dudarlo, Everest dejó escapar un grito desgarrador, alertando a los que estaban cerca del peligro inminente. El secuestrador, al darse cuenta de que había sido expuesto, intentó huir, pero el destino tenía otros planes.

De la nada, un oficial de policía derribó al perpetrador. Era Chase, un oficial tenaz conocido por su incesante búsqueda de justicia. No perdió tiempo en sujetar al criminal y rápidamente lo esposó.

"Considérate bajo arresto por intento de secuestro", gruñó Chase, con la voz hirviendo con una mezcla de ira y disgusto, antes de que el peso de sus palabras se asentara.

Una ola de alivio invadió a la multitud, que estalló en un aplauso espontáneo, aplaudiendo la valiente intervención de Chase.

Everest no pudo evitar unirse a la celebración, agradecida de que su acción oportuna hubiera llevado a la captura del perpetrador y la seguridad del niño. "Al menos todavía queda buenos policías".

"¡Oye!" Gritó el policía.

Everest se paralizó. Acaso había una posibilidad de que había sido descubierta. Eso y mucho más pensamientos pasaron por su mente.

Los cuales se desvanecieron hasta que Chase comenzó a hablar. "Gracias por alertarnos sobre el secuestro de niño. No creo que lo hubiera podido detener si no hubiera sido por ti".

Everest se tranquilizó. "Bueno fue usted que agarró al delincuente". Respondió tímidamente la chica.

Al mirar la placa del policía vio en sus exignias. Uno de ellos le llamó la intención. Era uno del equipo de élite de rescatistas Paw Patrol.

"¿¡Eres miembro de Paw Patrol!?" Exclamó Everest de la emoción.

Chase no era un chico presumido, sin embargo le daba orgullo decir que era parte del equipo. "Afortunadamente sí".

"Vaya, que envidia". Respondió Everest.

Chase sonrió. "Es un gran equipo del que formar parte, pero no todo es envidia. Trabajamos duro para mantener segura a Adventure Bay y ayudar a los necesitados".

Everest asintió, entendiendo el punto de Chase. "Me lo puedo imaginar. Se necesita dedicación y valentía para hacer lo que haces".

La expresión de Chase se suavizó. "Gracias. Pero recuerde, la valentía se presenta de muchas formas. Usted demostró una gran valentía al hablar y ayudarnos a resolver este caso. Todos tenemos nuestras propias maneras de marcar la diferencia".

El Everest sintió una oleada de orgullo y gratitud. "Supongo que tienes razón. Tal vez algún día yo también encuentre mi propia manera de marcar la diferencia".

Chase puso una mano tranquilizadora sobre el hombro de Everest. "No tengo ninguna duda de que lo harás. Solo recuerda, no se trata del uniforme o la fama, sino de ayudar a los demás y hacer lo correcto".

Everest sonrió, sintiéndose inspirado. "Gracias, Chase. No lo olvidaré".

Cuando la conversación llegó a su fin, una sensación de camaradería llenó el aire. A pesar de sus caminos diferentes, Chase y Everest al menos se dieron cuenta que tenían alguien en este mundo que pensaba igual.