6. choque de máscaras

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Vuelvo con un capítulo de esto después de tiempo. Por fin tengo el tiempo y las ganas de escribir de nuevo después de un bloqueo de escritor.
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"Señorita". Saludó Chase.

Al voltear la señorita inmediatamente se dio cuenta que no era ella. "Lo siento, la confundí".

Everest se encontraba en el techo del tren, con la máscara blanca de La Sombra firmemente en su lugar. Mientras se preparaba para llevar a cabo su misión, la adrenalina recorría sus venas. Mantenía sus ojos fijos en su objetivo, decidida a no dejar que nadie ni nada se interpusiera en su camino.

Mientras tanto Chase recibió una llamada de el cuartel de los Paw Patrol. "Buenas".  Respondió al teléfono.

"Oficial Chase, tenemos reportes de que se va a orquestar un atentado en el tren. Necesitamos que se ponga encubierto mientras nosotros operamos un operativo".

Pese a tener un fracaso en la búsqueda del esa mujer sabía que tenía que cumplir su trabajo de policía.

A medida que el tren se acercaba a su destino, Chase sentía una sensación de urgencia. Sabía que el tiempo se agotaba. No podía permitir que La Sombra Blanca cobrara otra vida, no si había una oportunidad de detenerla. Rápidamente ideó un plan en su mente, esperando que funcionara.

Con un estallido de velocidad, Chase corrió por los vagones del tren, esquivando a los pasajeros y obstáculos en el camino. "¡Como rayos la voy a encontrar en esta multitud!" Se quejó el policía.

Sabía que debía alcanzar a La Sombra Blanca antes de que pudiera llevar a cabo su asesinato.

La Sombra Blanca ya estaba en el techo del vagón de su objetivo. " Solo espero que no salpique mucha sangre. Este es un lugar público y ya tengo muy manchada mi reputación". Pensó Everest, mientras se preparaba para entrar y disparar.

Chase comenzó a oler algo.

Por alguna razón él nació con una dualidad de olfato equivalente a la de un perro. Todo decía que ese era su súper poder.

Olía algo diferente algo que provenía de una ventana abierta. Justo en este momento entró la enmascarada con traje blanco con una pistola en mano. Rápidamente dio dos disparos. Ambos le dieron al pecho de su objetivo. Los guardias trataron de responder pero fueron rápidamente aniquilados.

Con el corazón latiendo con fuerza, Chase se lanzó hacia adelante, derribando a La Sombra Blanca justo cuando se encontraba y distraída. Los dos rodaron por el piso del tren, luchando por el control de arma del otro.

"¡Irás a la cárcel!

"¡Primero tendrás que atraparme!". Respondió la enmascarada mientras comenzó a correr. Las armas se habían perdido así que esto sería una persecución y una pelea mano a mano.

Ella era alguien muy hábil. Esquivaba personas y objetos como profesional. Siendo un policia de alto nivel por fin sentía que había encontrado alguien digno de ganarle. "¿Como es que hace eso?" Se preguntó Chase. Para su fortuna la máscara que se había puesto antes le tapada la identidad.

Llegaron al la punta de atrás del tren. Ella no podía escapar.

Jadeando, Chase miró a los ojos de La Sombra Blanca, buscando respuestas. "¿Por qué? ¿Por qué estás haciendo esto?" preguntó, su voz llena de confusión y desesperación.

La Sombra Blanca luchó contra él, pero Chase se mantuvo firme. Una patada en la cara fue esquivado. También Chase resistió un golpe al estómago.

"No puedo permitirte que mates a alguien más, especialmente sin conocer las razones detrás de tus acciones", dijo con firmeza. Había resistido muy bien los golpes. Pero por alguna razón las Asesinan no estaba dando golpes letales.

Por un momento, la resistencia de Chase se suavizó, y La Sombra Blanca vio destellos de vulnerabilidad en sus ojos. "No entenderías", susurró, su voz teñida de tristeza.

Chase se negó a dejarla apartarlo. "Inténtalo", dijo, considerando quitarse la máscara policial. "Tal vez pueda ayudarte, tal vez podamos encontrar otra forma".

La Sombra vaciló, sus ojos buscando el rostro de Chase en busca de señales de engaño. " Ojalá el mundo tuviera más policías como tú. Pero no puedo dejar que me atrapes". Dicho eso lanzó una granada de humo al piso mientras Chase se cubría los ojos.

Chase se quedó allí, tosiendo por el humo de la granada que La Sombra Blanca había lanzado. La enigmática mujer había desaparecido una vez más, dejando a Chase con una mezcla de frustración y determinación. Sabía que no podía dejar que esta asesina escapara, pero también había visto destellos de algo más en ella, algo que lo hacía dudar de sus acciones.

Mientras el tren entraba en la estación, Chase tomó una decisión. Llevaría a La Sombra Blanca a un lugar para poder interrogarla y saber más. Sabías que sería asesinada si pisaba la cárcel.

"Cómo fue que una búsqueda por el amor terminó en masacre". pensó Chase. Había fracasado su plan de encontrar aquella mujer. Y ahora Tenía que lidiar con otra mujer loca y aparte asesina.

"Solo espero que esto no se ponga peor".

Pero poco sabía que su viaje apenas comenzaba.

Y sería más loco de lo que pasó en ese tren.

Tras la Máscara BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora