Ok, no sé en qué momento se convirtió esto un fanfic de acción a uno de dudas psicológicas y un romance leve. Al menos ya sé cómo voy a terminar esto.
Estamos en recta final. Y todavía lo puedo terminar antes que termine el mes de enero. ¿Lo lograré?
_____________________________________________Everest estaba sumida en un dilema interno, una batalla entre el amor que sentía por Chase y su deber como la Sombra Blanca. Esa noche, después de risas y momentos románticos, me encontraba en mi cuarto, sumida en pensamientos abrumadores y confusos.
"¿Cómo puedo seguir con esto?" Se preguntaba a sí misma mientras miraba por la ventana. Cada día se vuelve más complicado.
Se sentía enamorada de Chase, el policía que había estado a mi lado en los momentos más divertidos y románticos. Pero, al mismo tiempo, su identidad secreta como la Sombra Blanca la obligaba a realizar misiones peligrosas, poniendo en riesgo no solo su libertad sino también la vida de aquellos a quienes apreciaba.
Dentro de ella, la dualidad se volvía insoportable."¿Cómo podría continuar con mi deber sabiendo que Chase estaba en el otro extremo de la ley? ¿Qué pasaría si descubría mi oscuro secreto?" Las preguntas me atormentaban, y sentía que las cosas se estaban complicando más de lo que podía manejar.
Los días pasaban entre encuentros apasionados con Chase y misiones intensas como la Sombra Blanca. Él permanecía alerta, buscando pistas que revelaran la verdadera identidad de la Sombra Blanca.
"La Sombra Blanca tiene como objetivo matar al candidato de la presidencia. Ya Nos contactamos con él y accedió con nosotros ser carnada humana para poder atrapar a la chica". Dijo uno de los agentes de la CIA mientras daba más información a los Paw Patrol.
"¿Entonces la Sombra Blanca va a tratar de asistir en todos los eventos del candidato?"
"Afirmativo, también hay una posibilidad que aparezca sin traje para hacer un ataque. Ese sería nuestro boleto para descubrir quién se oculta detrás de esa máscara".
Chase sabía que ese era un trabajo peligroso, pues había una amenaza latente: la Sombra Blanca. La Sombra Blanca era una asesina a sueldo que se había convertido en la enemiga pública número uno. Nadie sabía quién era, ni cómo era, ni por qué hacía lo que hacía. Solo se sabía que era una mujer, que usaba un traje y una máscara blancos, y que tenía una puntería increíble.
Chase estaba obsesionado con atrapar a la Sombra Blanca. Había dedicado meses a investigar sus movimientos, sus objetivos, sus motivaciones. Había analizado cada una de sus escenas del crimen, buscando alguna pista que lo llevara a su identidad. Había interrogado a sus contactos, a sus víctimas, a sus enemigos. Pero nada le había dado resultado. La Sombra Blanca era un misterio, un fantasma, una sombra.
Pero Chase no se rendía. Estaba convencido de que tarde o temprano la encontraría, y la haría pagar por todos sus crímenes. Por eso, había aceptado el plan de la CIA de usar al candidato como cebo. Era una oportunidad única de atraer a la Sombra Blanca, y de capturarla en el acto.
Chase había organizado todo con cuidado. Había asignado a sus compañeros de los Paw Patrol a diferentes puntos estratégicos, donde podrían vigilar el perímetro y comunicarse por radio. Había instalado cámaras y sensores en el lugar del evento, donde el candidato daría un discurso. Había revisado cada detalle, cada posible escenario, cada contingencia. Estaba listo para enfrentarse a la Sombra Blanca, y para poner fin a su reinado de terror.
Esa noche, Everest recibió una llamada de su jefe, el líder de la organización secreta que la había reclutado como la Sombra Blanca. Le informó que el candidato a la presidencia, el señor González, iba a dar un discurso al día siguiente en la plaza central de la ciudad, y que era su oportunidad para eliminarlo.
"¿Estás segura de que es el objetivo correcto?" Preguntó Everest con duda. Recordaba que Chase hablaba maravillas de el. "He escuchado que es un hombre honesto y que quiere mejorar el país".
"No te dejes engañar por su fachada." Respondió su jefe con voz severa. "El señor González es un pedófilo, violador y corrupto que tiene vínculos con el narcotráfico y la mafia. Si llega al poder, será el fin de la democracia y la justicia. Tú eres la única que puede impedirlo".
"Pero, ¿y si hay inocentes en el lugar?" insistió Everest, recordando a Chase y sus amigos.
"No te preocupes por eso. Tenemos todo planeado. Solo tienes que seguir las instrucciones que te daremos. Recuerda que eres la Sombra Blanca, la heroína de la paz. No puedes fallar.
Everest colgó el teléfono con un nudo en la garganta. Sabía que no podía negarse a cumplir su misión, pero tampoco podía dejar de pensar en Chase. ¿Qué haría si lo veía en el lugar del atentado? ¿Cómo reaccionaría él si descubría que ella era la Sombra Blanca? ¿Podría perdonarla por lo que iba a hacer?
Al día siguiente, Everest se vistió con un traje elegante y se dirigió a la plaza central. Se puso una peluca para cubrir su pelo blanco y una máscara humana realista para ocultar mejor su identidad. Llevaba una pequeña pistola escondida en su bolso y un auricular en su oído. Su jefe le iba dando instrucciones desde una furgoneta cercana. Le dijo que se acercara al escenario donde el señor González iba a hablar y que esperara el momento adecuado para dispararle.
Everest se abrió paso entre la multitud, tratando de no llamar la atención. Miró al escenario y vio al señor González rodeado de guardaespaldas. También vio a Chase y a los demás Paw Patrol, que estaban encargados de la seguridad del evento. Everest sintió un escalofrío al ver la mirada de Chase, que parecía buscar algo entre la gente.
"¿Qué hago?" Pensó Everest, sintiendo que su corazón se aceleraba-. ¿Debo seguir con mi plan o debo escapar?
En ese momento, su jefe le habló por el auricular. "Ahora es el momento, Everest. Dispara al objetivo. No lo pienses más."
Everest sacó la pistola de su bolso y apuntó al señor González. Respiró hondo y apretó el gatillo. Un disparo resonó en la plaza, seguido de un grito de horror.
Everest vio cómo el señor González se desplomaba en el suelo, mientras la sangre manchaba su camisa blanca. También vio cómo Chase, Marshall y los demás Paw Patrol se lanzaban a socorrerlo, mientras buscaban al autor del disparo.
Everest sintió un vacío en el pecho. Había cumplido su misión, pero a qué precio. Había matado a un hombre y había traicionado al amor de su vida.
De pronto, una voz le habló por el auricular.
"Lo has hecho muy bien, Everest. Eres una verdadera Sombra Blanca. Ahora, escapa del lugar. Te estamos esperando en la furgoneta".
Everest guardó la pistola en su bolso y se dispuso a huir.
Chase a lo lejos mira a a la chica. Miró que salía humo a través de su manga. Era evidente que había disparado. Rápidamente se dispuso correr tras ella. La iba a capturar a cualquier costo.
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Tras la Máscara Blanca
Fiksi PenggemarEn un mundo donde la justicia y la oscuridad chocan sin piedad, una figura enigmática acecha las calles de la ciudad: la asesina vestida de blanco, conocida solo como "Sombra Blanca". Con una eficiencia mortífera, ella deja tras de sí un rastro de c...