Hello Stranger

16

Hyunjin estaba a punto de golpearse a sí mismo cuando Felix saltó por la puerta.

Había estado haciendo todo lo posible para evitar al menor durante los últimos dos turnos de trabajo. Pero se había derrumbado y congelado tan fácilmente ante los avances de Felix en ese momento.

Hyunjin no podía entender por qué el rubio al tocarlo suavemente hacía que su corazón se volviera loco o por qué le gustaba. Tampoco podía comprender por qué quería que Felix simplemente dejara sus manos sobre su cuerpo.

'¿Qué diablos estoy pensando?', el pensó.

Felix era un colega de trabajo, prácticamente un extraño, pero con mucha facilidad seguía confundiendo su cerebro. Los pensamientos sobre su ex novia estaban distantes en su mente, sus pensamientos ahora estaban enfocados y llenos de Felix.

Hyunjin sabía que no era gay, le gustaban las chicas, pero también le gustaban las manos del pecoso y la forma en que lo hacían sentir.

Era como si Felix estuviera conectado a un circuito de energía y cada vez que el menor lo tocaba provocaba una chispa, y Hyunjin no podía negar el hecho de que disfrutaba esa chispa.

Hyunjin puso su mano en su trasero donde Felix lo había apretado y se tocó ligeramente donde el rubio lo había tocado. "¿Por qué tuve que gemir?", murmuró el pelinegro, de mal humor consigo mismo.

Sacudió la cabeza y respiró hondo para calmar su corazón. "No soy gay", se dijo a sí mismo. "Fue sólo una reacción involuntaria".

No hace falta ser gay para disfrutarlo. 'Ahh cállate', le dijo Hyunjin a su mente.

Hwang permaneció en silencio durante un par de minutos antes de que finalmente decidiera cerrar la sala de juegos e irse. Revisó todo dos veces, porque estaba seguro de que con su mente confusa como estaba ahora probablemente iba a olvidar algo.

Todo el tiempo siguió repitiendo una frase simple, esa misma frase es su nuevo mantra.

"No soy gay"

"No soy gay"

"No soy-"

"¡¿Tierra llamando a Hyunjin?!"

"¿Q-qué eh? ¿Qué?", Hyunjin farfulló mientras se volvía hacia Minho.

"¡Ahh bien, pensé que te había perdido allí por un segundo! Vamos a entrar", Minho señaló a todas las personas vestidas con sus mejores galas dominicales caminando por las puertas de la iglesia.

Hyunjin suspiró, para ser honesto odiaba la iglesia, fueron las 2 horas más aburridas de su vida.

El pelinegro asistía únicamente a la iglesia por sus padres. La iglesia significaba poco o nada para Hyunjin, pero sabía cuánto significaba la comunidad para ellos. Sus padres eran en gran medida parte de la comunidad de la iglesia y no quería hacerlos quedar mal al no presentarse.

Había visto lo que les había sucedido a las familias cuyos hijos habían dejado de asistir cuando tuvieron edad suficiente para tomar sus propias decisiones, se reflejaba mal en los padres y se veía que habían criado a una especie de pecador. Las familias fueron rechazadas y excluidas.

Hyunjin se sintió mal por esas familias, no habían hecho nada malo.

El pelinegro encontró irónico el lema de "Somos una iglesia abierta y acogedora para todos" del que el padre se jactaba, ya que la iglesia y su gente estaban muy lejos de apegarse a ese lema.

Al menos Hyunjin tenía a Minho con quien sentarse durante su tiempo en la iglesia. La familia de Minho también iba a la iglesia todos los domingos y eran buenos amigos de los padres de Hyunjin, por lo que a menudo se sentaban todos juntos. El mayor compartía creencias similares a las del menor sobre el funcionamiento interno de la iglesia.