Giyuu hijo de la primera luna superior, un mestizo entre demonio y humano, el primer omega demonio y el único en poder tocar el sol, criado por el mismo muzan, protegido y consentido por cinco de las lunas superiores; lo único que aprendió fue super...
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Cincuenta años después — ubicación: castillo infinito
Seis seres caminaban por los extraños pasillos de la fortaleza del rey demonio, las seis entidades cincuenta años atrás nunca hubieran pisado dicha fortaleza no solo por miedo a su señor, si no porque no tenían nada que hacer en ella, sin embargo en esas décadas eso cambió cuando su rey llegó con un pequeño en brazos, único en todo los sentidos, al principio como con cualquier cosa nueva fueron precavidos, pero con el tiempo el pequeño ser se ganó a cada luna superior, para sorpresa de todos Douma fue quien callo primero ante los encantos del mestizo y como si fuera un juego de domino, todos los demás lo siguieron, siendo Kokushibo el único que se mantenía alejado.
— Vaya, vaya — la luna superior dos hablo observando a todos lados a la fortaleza — ¿Dónde estará el pequeño príncipe? ¿Porque no vienes y de das un abrazo a tu tío?
— ¡Si! — está vez fue la luna superior seis, mejor conocida como Daki quien caminaba junto a su hermano Gyutaro — ¿Dónde está el ser más hermoso de todos?
— talvez no esté aquí — Akaza, la tercera creciente dijo luego de unos momentos en silencio — no es raro que salga de día, lo raro es que ni el señor muzan este presente.
Ante ello todos los demás pensaron en ello, normalmente cuando ellos iban a la fortaleza el señor muzan estaba presente ya sea para supervisar al príncipe o simplemente para darles órdenes de lo que debían hacer una vez se fueran.
Sus pensamientos fueron cortados por el sonido de una Biwa, pero en lugar de que alguien apareciera ellos se movieron de lugar quedando frente al mismo rey demonio y Kokushibo quien se encontraba arrodillado, ante esto las lunas copiaron al demonio de seis ojos y se postaron ante Muzan, esperando que su señor hablara.
— talvez seis de ustedes se estén preguntando el porque mi hijo no les recibió — el demonio hablo observando a los seis seres que había llegado juntos — esto se debe al echo de que finalmente se presentó — ante esto las lunas se sorprendieron, no esperaban que el príncipe se presentará a los cincuenta años,al menos la mayoría ya lo consideraban un beta, ya que ningún demonio había tardado tanto en presentarse lo máximo era una semana después de ser convertidos y la mayoría eran betas o alfas, la mayoría había esperado que el mestizo se presentará a los dieciocho años, pero tal parecía que el su sangre mestiza también había alterado esa parte de su genética.
— si me permite preguntar, señor Muzan— Douma, fue el que hablo sin apartar la vista del suelo — ¿pero cuál a sido la presentación del príncipe?
El ser observo al demonio que había echo la pregunta, no era un secreto para nadie que la segunda creciente era muy protector y apegado con el príncipe, por alguna razón el mestizo fue el único en despertar algún sentimiento en el demonio; nadie olvidaría jamás el como el albino peleó a muerte por el derecho de ser el quien de enseñará a cazar al más joven.
