El lado oscuro del amor

Oscura Amenaza

Me despierto sobresaltado al escuchar algunos ruidos, pero un fuerte dolor hace que vuelva a tumbarme. La cabeza me da vueltas y no logro recordar como terminó la noche, tan solo sé que salí del local y...

-¿Estas bien?-Miro a mi acompañante y me sorprendo al ver los ojos oscuros de mi salvador clavados en mi con cierta ansiedad.

-Si... solo estaba desorientado... ¡Ah!-Me quejo de nuevo al sentir un nuevo latigazo de dolor en mi trasero al moverme.

-No puedes moverte.

Lo veo caminar por la habitación expirando con cierta molestia por la nariz. Lleva las mismas ropas de anoche aunque veo como comienza a sacarse el jersey negro que cubría su torso. No puedo evitar recorrer su piel con mis ojos viendo los musculos de los brazos y los hombros, el vello rizado sobre el pecho que baja de manera insinuante hasta el borde de su pantalon, y algunas cicatrices en su espalda. Ayer, cuando lo ví con la toalla, no me fijé bien, pero tiene varias, algunas circulares y otras alargadas. Cuando se da cuenta de que lo estoy mirando fijamente arruga el entrecejo y me tira algo que cae a mi lado en la cama.

-Te dieron puntos ayer. Tienes que ponerte esta crema por fuera y por dentro.

-¿Crema?¿Por fuera y por dentro de qué?-Le digo tomando la cajita con el tubo de crema y viendo como su expresión pasa a ser de enfado.

-Tu lee el prospecto.

Lo veo entrar en el baño y al poco escucho el agua de la ducha correr. Abro la caja y saco el papel. Me sorprendo cuando leo de qué se trata y por tanto, donde debo aplicarmela. No puedo evitar sonrojarme como un idiota al comprender lo descarado de mi pregunta, pero ¿yo que sabía? Aun estoy muy confuso por lo de ayer, no recuerdo nada de que me dieran puntos y además la cabeza no me deja de dar vueltas. Es como si estuviera drogado o algo así. Seguramente me dieron calmantes para que no sintiera la sutura. ¿Quien me lo habrá hecho?

Abro el bote y me aplico un poco de crema en un dedo. Me bajo la ropa dentro de las sabanas y tanteo un poco sintiendo como la zona me duele horrores. Poco a poco voy esparciendo la crema sintiendo el hilo de los puntos. El dolor parece menguar conforme la crema se va expandiendo y comienzo a penetrarme con cuidado para que tambien entre dentro. Sin querer me veo pensando en el cuerpo de ese hombre cuyo nombre aun desconozco y que ya me ha salvado dos veces. Un gemido escapa de mis labios cuando imagino su cuerpo bajo la ducha, con el agua resbalando sobre sus musculos y como su polla cuelga entre sus musculados muslos. Dios, sin duda me encantaría follar con él, lo haría gratis solo para ver su rostro al llegar al orgasmo.

La puerta del baño se abre y mis ojos, vidriados por la calentura se fijan en los suyos sin poder evitar abrir los labios dejando escapar un gemido.

***Zangetsu***

La ducha me ha servido para aclarar mis ideas. Debemos irnos de aquí antes de que vengan a por nostros. Mi contacto ha sido muy directo en ello. "Vacaciones" es la palabra clave para huida. Sin duda, la persona que me contrató para eliminar a ese Aizen Sosuke, en realidad quería mi cabeza. El caso es si debería continuar junto a este chico. Desde que lo conocí mi vida ha caido en picado. He roto mis propias reglas, he descuidado mi trabajo e incluso ha comenzado a hacer que actue totalmente en contra de todos mis principios, sin contar que parezco haberme convertido en el objetivo en lugar del liquidador.

Yo no voy salvando a gente, las elimino por dinero y sin embargo ahí me veo de niñero y encima ahora que tengo que marcharme me siento incapaz de abandonarlo a su suerte.

En cuanto salgo de la ducha siento como mi cuerpo se enciende ante lo que veo. Sen está de perfil en la cama mirandome a la vez que escucho claramente como un ligero gemido escapa entre sus labios abiertos. Está tapado hasta los hombros, pero puedo intuir claramente lo que está haciendo ya que el bote de crema está sobre la cama abierto. Sus ojos están vidriosos y sin más siento como mi polla pega un tirón bajo la toalla que me hace volverme para intentar tomar el control sobre mi propio cuerpo. ¿Como es posible que me afecte tanto?