✧ Cap 5 ✧

51 9 6
                                    

Edén era una ilusión, ni bien pasabas la entrada y unos cuantos lugares donde se hacen esperar a los familiares de los presos todo se tornaba a su verdadero color. 

Un ascensor se abrió con la tarjeta de identificación de Eli y lo único de Dabi podía pensar era que este era su transporte al infierno. 

El concepto del tiempo siempre fue algo vago para Dabi pero entre estas cuatro paredes, era peor, aunque podría jurar que llevaban más de 30 minutos bajando. Suspiro profundo por enésima vez y uno de los guardias que iban con ellos le gruño. 

Era gracioso, estos tipos lo estarían moliendo a golpes en este mismo instante pero como Eli estaba allí no podían tocarlo, es algo que Dabi usaría para molestar a esta gente. Las puertas se abrieron y Eli bajo primero. 

- Okey, ellos te llevaran a tu lugar. 

Obvio, ni bien la chica se fue uno de los guardias empujo con brusquedad a Dabi. 

- Auch- fingió lloriquear el muchacho- tengan cuidado amigos. Acabo de salir del hospital, no querrán hacerme más daño, eso de seguro no le gustara a la doctora- los ojos en blanco de los dos tipos eran un poema para Dabi. 

Lo llevaron a una habitación que se abría con una tarjeta y una combinación de teclas que él no vio. La puerta se abrió y el lugar era más incomodo de lo que Dabi pudo pensar. 

Era como una sala de interrogatorios o más bien tenia uno de esos vidrios, él se esperaba una habitación blanca y llena de almohadas como el de una instalación psiquiátrica de películas. Pero este solo era un cuarto oscuro y no obstante a ese vidrio también había una cámara con un arma que lo apuntaba. No parecía de fuego sino más bien para lanzarle tranquilizantes. 

Había una cama de hierro, un colchón desinflado, un precario escritorio con librero incluido, una mesa y dos sillas muy cerca del vidrio, de seguro allí tendría que hablar con la dra. y una pequeña puerta más, seguro era el baño. 

Los guardias lo empujaron dentro y cerraron con fuerza la puerta, Dabi vio la cámara enfocarlo y seguirlo al instante, tendría esa cosa revoloteando sobre su hombro como una mosca todo el tiempo. Fue al baño y solo tenia un lavado pequeño, un inodoro y una ducha, ni siquiera tenia una cortina de baño. En la pared sobre el lavado había algo que intentaba ser un espejo, era como un plástico que estaba fijado en la pared. 

Salió de el baño, la cámara siempre siguiéndolo, y con un poco más de calma pudo comprobar que había unas cuantas cámaras más. Lo tenían rodeado de todo los ángulos, eso no le gustaba, lo ponía inmensamente incomodo en realidad. Y ese puto espejo doble que casi ocupaba toda la pared, que se supone que harían con eso? 

Esto no era una cárcel, no era una sala de interrogación, no era un cuarto de un loquero, era una quimera entre todas esas. 

Eli abrió la puerta y el muchacho se tenso y casi se le cae la mandíbula de nuevo al ver que la chica entro sola y cerro la puerta tras ella. Tenia un  montón de papeles en sus manos y no se molesto en ver a Dabi, solo fue hasta la mesa y dejo todo. 

- Dabi siéntate, solo quiero organizar un poco esto y ya estoy contigo. 

- Je- el obedeció pero la indiferencia con la que le trataba esta mujer lo estaba molestando, como si el solo fuera un niño revoltoso al cual deben castigar y no el villano a sangre fría que es- que hay de esto? soy un animal de zoológico ahora. 

Eli lo miro y luego al espejo doble- No realmente, pero habrán otros profesionales allí cuando estemos en sesión- saco un papel y se lo dio a Dabi- tendremos sesión una hora y media por día, quieres elegir el horario? 

ReinsertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora