Aquel verano cruel || Adrinette

Parte 2: la aceptación.

Habían tantas fotos de Adrien y Kagami "Enamorados" y Marinette sentía unas náuseas horribles. Ya no tenía ganas de salir a las calles por miedo a encontrarse algún cartel de esa parejita. Le dolía. Y ¿Cómo no? Si no lo había superado antes de la noticia.

Sería más difícil verlo, en reuniones con amigos. En la clase. 

Sería peor aún verlos juntos, enamorados. Definitivamente Marinette no quería imaginar a esos dos dándose un beso. Por suerte hasta ahora ningún cartel había revelado algo así. 

Marinette cerró los ojos, como queriendo olvidarse de la situación pero la verdad es que no podía, por desgracia tenía que seguir. La vida seguía. Hasta Adrien siguió adelante después de su ruptura.  Por alguna razón, en el fondo ella siempre quiso pensar que sería la última, la chica definitiva de Adrien. Que por algún motivo o circunstancia él la esperaría.

Pero claro, no era así. Pensar eso era muy... Fantasioso en realidad. Porque él literalmente era un modelo, no solo eso, era rico. Pero más importante, era dulce, amable, amoroso, el chico perfecto. Nadie así podía permanecer soltero por demasiado tiempo. 

Pero por qué justamente tuvo que ser Kagami. Su amiga. 

La chica que le había ganado en ser la primera novia de Adrien. Esa herida ya había sido cerrada hace mucho tiempo, al menos eso pensó Marinette. Pero de nuevo se siente fresca ahora. 

¿Se habría sentido así de mal Kagami todo el tiempo que el tiempo que Adrien fue su novio? quizás sí. Tal vez sufrió en silencio como ella lo hace ahora.

Marinette estaba ahora en su habitación, honestamente no tenía ganas de nada, ya tenía puesto el pijama cuando le llegó un mensaje al celular. Era Alya. Al parecer iba a haber una fiesta en la casa de Luka y Juleka. La verdad es que ella no quería ir, sin embargo Alya la terminó convenciendo. Solo esperaba poder superar aquel desamor. 

Marinette llegó a la fiesta en su vespa, todos estaban tan animados, Zoe la saludó con un abrazo, Kim y Ondine le dieron conversación por un rato. Pero solo era una distracción para el pensamiento que había en el fondo de su mente. Marinette no podía evitar preguntarse qué estarían haciendo Adrien y Kagami en ese momento, si estarían disfrutando de la compañía del otro, riendo y compartiendo momentos íntimos. La idea le dolía en el alma, y sentía cómo la tristeza y la soledad se apoderaban de ella.

No era divertido notar que ella era la única en la fiesta sin pareja. 

Marinette se despidió por un momento de Kim y Ondine cuando vio a Alya saludarla a lo lejos.

Marinette se alegró al ver a Alya y se dirigió hacia ella con una sonrisa forzada. Alya la recibió con un abrazo cálido y preguntó cómo se encontraba.

"Estoy bien", respondió Marinette, aunque en su voz se notaba cierta tristeza. "Solo tratando de disfrutar de la fiesta, ya sabes".

"¿Sabes que no se acaba el mundo, verdad Marinette? Sé que Adrien es atractivo, pero quitando eso de lado... Estoy segura de que hay otro allá afuera que sí te merece." Alya claramente intentó animarla, pero Marinette no estaba segura de querer escucharla, después de todo Alya tenía una relación estable con Nino desde la secundaria, claramente no comprendía su sufrimiento. 

Marinette miró a Alya con una mezcla de agradecimiento y frustración. Sabía que Alya solo quería ayudarla, pero en ese momento, sus palabras no resonaban en su corazón de la manera en que Alya esperaba.

"Alya, sé que intentas animarme, y te agradezco por eso", comenzó Marinette, su voz temblorosa. "Pero lo superaré, sé que lo haré, debo hacerlo algún día". La chica de cabello azabache dio un dramático suspiro. 

Alya miró a Marinette con comprensión, sabiendo que su amiga estaba pasando por un momento difícil. 

"Si te hace sentir mejor, no creo que ellos duren. Y sabes que yo siempre digo las cosas por algo." la morena codeo a su mejor amiga, sonriendo. 

Marinette hizo un puchero: 

"Alya, cuántas veces te dije que..." unas voces las interrumpieron. No eran solo voces de fondo en la fiesta. Eran Nino, el novio de Alya. Y Adrien...

"¡Hola chicas! ¿Qué onda?" la voz animada de Nino hizo que ambas mujeres miraran a los recién llegados. Uno de los brazos de Nino rodeaba el cuello de Adrien, amistosamente, para arrastrarlo hacia ellas. 

Marinette sintió un nudo en el estómago al ver a Adrien junto a Nino. Aunque había intentado convencerse a sí misma de que ya había superado sus sentimientos por él, verlo tan cerca después de enterarse de su nueva relación no era fácil.