💛Aura Electrizante💙 (Lucario x Zeraora)

Capítulo 21: La luz al final del túnel (1/3)

Los clamores de los seguidores de Darkrai llenan el lugar, anhelando ver al que los encerró durante tanto tiempo por fin sufrir.

"YO QUIERO SU BRAZO"

"QUE SE COMA SU CABEZA"

"SANGRE! SANGRE!"

La jaula es lentamente abierta por un par de sableyes, mientras Zeraora intenta librarse de sus cadenas con las pocas fuerzas que le quedaban. Un rugido bestial ahoga cualquier otro ruido en la habitación, mientras el suelo tiembla por cada paso que la criatura dé.

Una vez sale por completo de la jaula, se revela el aspecto de la criatura: Una asquerosa masa deforme con 4 brazos, cola de acero y estalactitas de hielo cubriendo toda su espalda, así como una boca con dos filas de dientes, la cual expulsaba un desagradable y viscoso líquido de color negro. Zeraora no puede contenerse, y vomita un poco ante el aspecto tan desagradable de la criatura.

Drk: Te preguntarás que es lo que tienes en frente, y generalmente dejaría que te comiera vivo antes de responderte, pero como estoy de muy buen humor... digamos que dos de mis esbirros con los que eran poco eficientes, pero tenían potencial. Todo lo que hice fue usar el divide dolor con ellos, solo que tiene un efecto... distinto en los mortales, y terminaron derritiéndose en una bestia imparable, combinando la robustez de los tipo roca y la letalidad de los tipo hielo. Claro, están en constante agonía, pero es un precio a pagar por un sirviente tan eficiente

Zer: E-eres un monstruo! Aprovecharse de los pokemon lo suficientemente ingenuos como para creer que no los estás usando y aprovecharlo para tus desquiciados fines

Drk: Qué curioso que lo menciones, tomando en cuenta que hiciste lo mismo con los que alguna vez llamaste "amigos". No les hablaste de que corrían peligro, ni mucho menos de quién eres en realidad, no es así, Zeraora? O debería decir... tigre dorado?

Zeraora mira al suelo y empieza a sentir remordimiento por sus malas decisiones. Quién sabe en qué situación se encuentren Lucario, Cinderace y todos los demás habitantes de aldea floreciente; Quizá merezca pasar por todo esto, después de todo.

Drk: Eso pensé... empecemos el espectáculo, no? No nos queda mucho tiempo antes de que el mundo perfecto que tanto anhelamos finalmente llegue.

La bestia se libera de sus cadenas agresivamente, empujando a ambos Sableyes con un solo tortazo y mandandolos a volar por lo pequeño de su tamaño. Enfocando sus 4 ojos en Zeraora, su agresión incrementa mucho más, soltando un rugido y ensuciando a Zeraora con ese líquido viscoso que provenía de su boca; Parece ser que pese a la situación en la que están, ambos pokemon aún recuerdan al felino, y el cólera que les provocaba solo pensar en él.

Más que desesperado, Zeraora intenta librarse de las cadenas para al menos tener una oportunidad de escapar, pero con su fuerza decayendo segundo tras segundo, el esfuerzo era inútil. La amalgama extiende una de sus garras de acero en dirección a Zeraora, quien gracias a sus reflejos logra colocar la cadena de su brazo derecha para recibir el tajo, aflojando dicha cadena de manera considerable, pero no lo suficiente para poder librarse. La amalgama no piensa dos veces antes de dar otro tajo; Realmente quería ver a Zeraora hecho pedacitos, pero una vez más, Zeraora logra poner la cadena frente suyo para bloquear el golpe, y a la vez aflojarse otro poco. Con suficiente esfuerzo, logra levantar una de las cadenas, siendo que esta estaba aferrada a un pedazo del suelo.

Zeraora se sintió aliviado por un momento, antes de ser brutalmente arremetido por la criatura, la cual agresivamente lo estampaba contra la pared una y otra vez. Usando testarazo una y otra vez, Zeraora gemía del dolor, hasta que en un descuido, la otra cadena levanta otro pedazo del suelo consigo, y golpea a la bestia en la cabeza, dándole suficiente tiempo a Zeraora para actuar y hacerla retroceder con un muy débil golpe trueno. Pese a ser débil, logra atontar a la bestia un momento, momento que aprovechó Zeraora para pensar en cómo librarse de la situación. Mirando en todas direcciones, nota grandes pedazos de escombro en el suelo tras haberse liberado de sus cadenas. Aún estando encadenado en su brazo izquierdo, Zeraora se estira lo suficiente para sostener un gran pedazo; Solo tenía que pensar cómo y dónde lanzarlo.