Undeniable | Harry Styles

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Harry.

Me arrepiento de haberle prometido tal cosa a Brook. Pero sólo de verle la cara de emoción que traía, me hacía no arrepentirme del todo. Me quedé esperándola en la entrada de la escuela, recargado sobre una pared y mirando fijamente la entrada con mi ceño fruncido. Ella siempre tardaba en llegar y por eso mismo yo iba por ella en las mañanas, pero últimamente me he negado hacerlo por los pleitos que habíamos tenido. Bufé cansando de tanto esperarla, ya casi tocaba la campana para entrar a la primera clase y ella aún no llegaba. No me quedaría ahí parado como idiota esperándola, así que, estaba a punto de irme cuando la veo llegar. Mis ojos se abren como enormes platos al verla. 

— Hola Harry, ¿tardé mucho? — sonrió como una niña pequeña, pero yo seguía perplejo como para decirle algo — ¿qué? ¿te tragaste la lengua? — rió levemente.

Miré asombrado su cabello, tenía mechas rosadas en la parte final de su cabellera larga. Tenía puesta una falda negra con vuelo, un top de manga larga y unas botas militares negras. Todo lo que tenía puesto era negro. Su maquillaje estaba un poco más exagerado de lo que normalmente usa, pero no tanto, aún así se le notaba que usó bastante delineador en sus ojos. Me quedé incrédulo ante lo que veía. Yo jamás me imaginé verla de esa manera, ni tampoco creí que iba a vestirse de esa forma solo porque cambiaríamos su rutina de niña buena a niña "rebelde". Sus padres la matarían, o mejor dicho, nos matarían, especialmente a mí. Ella chasqueó en mi rostro y yo reaccioné, mirándole mal.

— ¿Acaso estás idiota? Te ves ridícula, Brooklyn — medio grité, su rostro se puso rojo y me llevó a la fuerza al patio trasero, tomándome de la muñeca.

— ¡No me llames así y tampoco me faltes el respeto! De verdad... creí que me apoyarías ahora más que nada que aceptaste en ayudarme — cruzó sus brazos.

— ¡Creí que solo querías vivir la vida de otra manera, no hacerte un cambio de estilo!

— ¡Ese era parte del cambio, Styles!

— ¿¡Te das cuenta de lo que haces!? ¿qué dirán tus padres "los perfectos" cuando te vean así? — giré mis ojos y ella hizo una mueca al pensarlo.

— Eso ya pronto lo solucionaré yo...

— Te castigaran de por vida, Brook. ¿Y a quien le echarán la culpa también? ¡a mí! y ahora sí... adiós nosotros porque te prohibirán verme — le reclamé bastante furioso, y ella negó con su cabeza.

— Ya te dije: lo solucionaré yo.

— No arreglarás nada— escupí y Brook frunció su rostro.

— ¿Quieres que arreglemos el problema o ser pesimista? — gruñó, torciendo sus ojos.

— Ambas cosas.

— En serio, ya para.

— Es que no puedo creerlo.

—Ni modo, te tienes que acostumbrar porque ya no podemos regresar el tiempo.

El timbre sonó y nos quedamos ahí parados sin hacer o decir nada. Le miré alzando una ceja, esperando a que se marchara a su clase, pero ella simplemente me miró raro, negando con su cabeza nuevamente.

— Esta vez no entraré a clases, Harry.

— Oh sí, ya que eres niña mala no entrarás a ninguna clase — sonreí burlón y ella bufó.

— ¿Desde cuándo eres tan fastidioso? Basta que me da ganas de clavarte mi pie en tu estomago con una patada — carraspeó, mirándome con seriedad — ahora vámonos.

Brook.

Ya de tanto rogarle a Harry para que nos fuéramos a un lugar, al fin de cuentas aceptó. Hoy es día en el que mi vida dará un giro sorprendente. O al menos eso esperaba. Llegamos a un club matutino. Entramos y ahí Harry saludó a varias personas que por lo cual supuse que se conocían desde hace tiempo. Miré a Niall y sonreí, acercándome a él para abrazarle fuertemente. Él era uno de mis pocos amigos y era tan tierno que se me hacía extraño que estuviera en este tipo de grupos. Niall al verme se sorprendió, seguramente por mi cambio repentino.

— Hey bella, ¿y ese nuevo estilo? — sonrió, aún con sus manos en mi cintura.

— Mi nueva forma de ser, Niall — sonreí igual, y él me guiñó.

— Pues te ves fantástica, Brook.

— Oww, gracias Niall.

— Hey, no sigan — oímos a Harry a nuestras espaldas y ambos nos giramos a verle.

— Es mi amiga también.

— Ya, ya. ¿Y qué tal Brook, te gusta este lugar? —sonrió esperando mi respuesta y yo mordí mi labio inferior sin saber que contestar.

— No está tan mal — mentí un poco, el lugar estaba sucio y daba mala pinta.

— ¿Y quieres hacer algo divertido? ¿quieres una cerveza? — sugirió Niall y yo asentí emocionada.

— No le darás eso, Horan. Dale un vaso con refresco.

— Por Dios, Harry — gruñí — si Niall, dame una lata de cerveza y no le hagas caso a ese idiota.

— Vaya, ya vas aprendiendo bella — dijo Niall sorprendido por mi forma de hablar — y ahora mismo te la traigo, regreso. — se marchó.

Harry me miró molesto, yo ya sabía que él se encabronaba que no le hiciera caso, pero como ya he dicho, aprenderé a tomar mis propias decisiones. Me giré para irme a donde sea y con el tal de explorar un poco el lugar pero su mano me detiene tomándome por la muñeca.

— Sabes que hay drogadictos aquí, así que no te irás sola —  le miré y asentí, ya que no había otra opción por la forma en la que me veía, y aún así, estando aquí me daba algo de miedo.

Fuimos juntos por un pasillo medio solitario, aquí el sitio era inmenso y realmente podría perderme si caminaba sola por aquí, así que estando con Harry era una buena opción por ahora. Me cansé de tanto recorrer y de no hacer nada después de ver tantos pasillos sin dirección alguna, por lo cual me detuve a descansar.

— Debo de admitir que este lugar es aburrido — suspiré, recargándome en la pared.

— Bueno... sabía que no aguantarías estando aquí.

— No es mi culpa, ¡no hacen nada para divertirse mas que fumar y drogarse!

— Y eso es vida.

— Pues aburre, ¿no hay nada divertido que podamos hacer?

— ¿Cómo esto? — se acercó a mí.

— Aléjate, Harry — puse mis manos en su torso para empujarlo pero fue imposible.

Él solo me abrazó.

— Hay que irnos — dijo en un murmuro.