Crónicas de una BOICE

In Time

Si bien no soy de las personas a las que les guste la rutina, cuando esta se ve rota por acontecimientos inesperados y negativos como es la enfermedad de un familiar, ansío regresar a esos días rutinarios donde todo está bien. Y es que la enfermedad es la forma en que la vida nos dice "Hey, eres mortal al igual que tus seres queridos. Tú tiempo en este planeta tiene fecha de caducidad, así que aprovéchalo". Solo cuando vemos a una persona que queremos enferma y débil en una cama, reflexionamos sobre todo ese tiempo malgastado sin acercarnos a ella, sin decirles lo importante que son para nosotros. Es en ese momento cuando deseamos regresar el tiempo y hacer todas esas llamadas o cosas que siempre dejamos para después. En otro post les platiqué la historia de alguien a quien perdí hace muchos años y durante algún tiempo me atormentaba el hubiera: "y si me hubiera tragado mi orgullo y me hubiera quedado 5 minutos a esperarte" "y si no me hubiera enojado contigo". Aprendí mi lección de una forma muy difícil, así que ahora por más enojada que este con alguien siempre les digo te quiero, cuídate, nos vemos pronto o procuro no durar mucho tiempo enojada con ella. Es una lección que no deseo que la vida me vuelva a repetir.

Es tan fácil dejar pasar el tiempo sin ver a alguien, como si siempre fuera a estar ahí, como si los eventos fortuitos no existieran para nosotros. Es tan fácil enojarse y dejar que nuestro orgullo nos domine, como si aquello por lo que peleamos fuera más importarte que la otra persona. No, no siempre las personas que queremos van a estar ahí. Tómate 5 minutos en el día, llama a tus padres, hermanos, amigos o a tus hijos; sólo salúdalos, no es necesario nada más, sólo recuérdales de esta forma lo importante que son para ti. No esperes a verlos enfermos o atormentarte cuando ya no estén; cuando ya sea tarde.Recuerda BOICE, nunca te vayas sin decir te quiero.

luna_azul46 / Staff