NARRA JIMIN
Amor, riqueza y felicidad.
Las tres únicas palabras que anteriormente conformaban mi vida, momentos donde consideraba que lo tenía todo, pero en realidad no tenía absolutamente nada.
En ese tiempo, mis padres llenos de abundante riqueza, me amaban tanto como las estrellas, o eso solían decir, era una época en la que pensaba que los dioses me adoraban y por ello la fortuna me sonreía.
Ahora comprendo que solo se trataba de un pensamiento tonto e inmaduro de un adolescente, pues con la experiencia, puedo decir que el mundo es mucho peor de lo que imaginamos.
-Baja -ordenó-.
Aquel alpha con postura firme me miraba igual que un desconocido, como si yo fuera una persona completamente diferente. Pero, a pesar de su actitud fría e insensible, ese hombre era mi padre.
-Por favor papá, no lo hagas -mi cuerpo temblaba con gran angustia y él solo me miraba-
Mi futuro dependía de esto, de lo que pasaría después de que bajara.
En ese momento lo miré buscando una pizca de esperanza para que él se retractara de su decisión, pero con gran tristeza no la hallé, ya no había razón para seguir intentando si no había oportunidad.
-¡BAJA DE UNA MALDITA VEZ!
Por primera vez en mi corta vida, el Alpha mayor me alzó la voz en un escalofriante rugido, muy disgustado por mi actitud, por mi persona.
Ante ello me acobardé y bajé rápidamente del auto. La imagen de una mansión se posicionaba frente a mis ojos, muy lejos de mi antiguo hogar. Estaba tan aterrado que sentía como si el mundo se me viniera encima; sin embargo, en la situación actual incluso eso era lo más preferible.
-Se útil y obedece lo que ordene, evita que esto sea peor.
-¿Por qué sigues con esto?...soy tu hijo, ¿lo recuerdas?.
Tan pronto como bajé y exhalé el fresco aire, la puerta principal se abrió y un beta mayor se dirigía a nosotros con elegancia, pensé que probablemente se trataba del mayordomo y no me equivocaba.
-El señor de la casa lo está esperando en su oficina señor Daesung -indicó- Por favor sígame.
Cuando pensé que mi condición no podía empeorar, momentos antes de ingresar al lugar, mi padre colocó una gruesa correa alrededor de mi cuello y tiró de ella sin pudor.
La sensación del tirón logró que mi persona se asemejara a un perro, un animal que solo podía seguir y hacer lo que su amo ordenara, no podía hablar ni decir cómo se encontraba, no tenía voz.
Sin darme cuenta, tal vez, ¿había hecho algo tan malo?.
Al menos deseaba que él siguiera fingiendo un poco de su cariño y me tratara mejor, pues llevaba su sangre y aunque no quisiera, siempre lo haría.
Pensamientos rondaban en mi cabeza desde hace algunos días. Hace apenas 2 semanas había cumplido los 15 años, teniendo como consecuencia mi primer celo, mostrando que era Omega y no Beta como ellos pensaban, ese fue el peor resultado, o al menos mi familia así lo veía.
¿Ser Omega era tan malo?
Al enterarse de ello, mis padres cambiaron indescriptiblemente. Su amor se transformó en rechazo y odio; de la noche a la mañana los problemas de la familia emergieron, y solo había una solución a todo eso, yo, el único omega de la familia, el único hijo.
Pude entender que para esa familia la presencia de un Omega estaba prohibido, sus ancestros solo permitían alphas y betas, si un Omega se presentaba, inmediatamente tenía que desaparecer, decían que un Omega en la "manada" llevaba consigo una maldición llena de desastres, una superstición muy absurda que sin importar la época aún estaba presente.
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POR SER OMEGA-YOONMIN
De TodoSINOPSIS: Amor, riqueza y felicidad. Esa era mi vida antes de aquello. Antes de aquel día dónde mi padre me vendió. ¿por qué? Porque soy omega... ESTO ES UNA ADAPTACIÓN CREDITOS A El yaoi_de_yareth7u7