Park Jimin es un Omega de 22 años con problemas personales, depresión y una descontrolada ansiedad por consumir drogas.
Min Suga y Min Agust son dos hermanos gemelos los cuales fueron separados al nacer. Uno es un Alfa líder de una mafia buscada por...
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Jimin caminaba sin un rumbo en específico. Incluso no se había dado cuenta que se desvío del camino principal y tomo otro sendero que es parte de la cede.
Sus manitos temblaban, su pecho pesada, su corazón latía desenfrenado, su cabeza dolía y sus pensamientos parecían estar lanzando una ráfaga de viejos recuerdos que solo lo ponían peor, pues aquellos recuerdos eran de todo lo que vivió antes de conocer a Suga.
Los momentos en que perdió a su hermoso Nunu, cuando conoció las drogas y se volvió adicto a ella. Jimin necesitaba un poco de esa sustancia para poder olvidar, solo por un momento. La necesitaba, lo quería.
Pronto los ojitos de Jimin comenzaron a nublarse de lágrimas. Recordó las muchas veces que salió golpeado por conseguir una bolsita o una inyección para hacerlo olvidar el dolor y su pasado. Recodo las muchas veces que era denigrado por los Alfas y hasta por los de su mismo rango por ser un Omega diferente al resto, por comportarse de forma agresiva y despota.
El pelinegro comenzó a frotar sus brazos con fuerza excesiva, sus uñas comenzaban a lastimar sus brazos, sus lágrimas ya bañaban su rostro y sus piernas temblaban como dos gelatinas. No soportaba la ansiedad que estaba cargando, no podía más con el terror de su pasado persiguiendolo. Los recuerdos de Agust atormentaban su mente, como este lo agredía verbal y físicamente.
Hasta el último día donde lo amenazó con quitarse la vida si intentaba propasarse con él. Jimin no resistía más, su cabeza dolía mucho, los recuerdos no dejaban de aparecer, ya no sabía cuánto había caminado y ni siquiera sabía el tiempo que llevaba alejándose del área principal de la mansión.
Jimin no se dió cuenta que incluso tomo un atajo que lo alejó de la zona protegida de la mafia. Dónde él estaba ya no llegaban las señales de las cámaras o vigilancia, pues era muy difícil acercarse aquella zona por lo boscosa que era, además que cerca había un río y más allá un barranco que no permitía más el acceso a una señal segura.
Nadie vio a Jimin, ya que el Omega sin darse cuenta tomaba caminos que no eran del todo vigilados por la mafia, debido a que cambiaban de turno en ciertas horas y justo Jimin paso en el momento que se movían a otros áreas.
Todo estaba mal y fue causado por un comentario que pareció alterar más de lo debido al Omega.
Jimin se encontraba sensible, sobre todo porque él era consciente que cualquier mínima cosa podía remover sus recuerdos y hacerlo olvidar, era lo que el menor más temía y estaba sucediendo.
Pronto, Jimin se alejo demasiado de la cede de Daegu. Escuchó el ruido lejano de un río y cuando sus piernas no pudieron más, dió unos pocos pasos más hasta dejarse caer en la copa de un árbol. Su espalda se dejó caer contra el tronco de este. Se abrazo las piernas y desató todo el llanto doloroso que no pudo mostrar antes.
